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Análisis electoral del 23J. Un resquicio de luz y una herencia recibida

José Ramón García Gandía

Tras las elecciones municipales del pasado mayo se cernieron muchas sombras sobre la izquierda en este país. El equipo de gobierno formado por socialistas y Unidas Podemos se enfrentaba a una catarsis que, si bien no era inminente, todo el mundo presagiaba que iba a suceder en forma de cambio radical con un más que posible tándem PP-Vox.

Entre esas sombras había un resquicio de luz, una pequeña oportunidad para intentar frenar la avalancha de las derechas. No era fácil verlo y mucho menos tener la valentía de afrontarlo, pero Pedro Sánchez lo ha vuelto a hacer. Ese resquicio de luz no fue, ni más ni menos que una cuestión de pactos heredados.

El escenario que se abría en los primeros meses de junio eran los acuerdos del PP y Vox para gobernar ayuntamientos y comunidades autónomas. Barra libre para formar gobiernos donde fueron la lista más votada y donde no; cuando sus adalides regionales estaban dispuestos a compartir cama con la ultraderecha y cuando no. Gobernar a cualquier precio. Ese fue el esquicio de luz que vieron en Ferraz.

Si se actuaba con celeridad esa herencia de pactos iba a pasar factura y, antes de que se apropiaran de los aparatos mediáticos, se convocaron elecciones. La ciudadanía ha castigado a un PP que veía cerca la mayoría absoluta con previsiones de 150 diputados y que preparaba el camino para gobernar España con Vox. Unos pactos que, además, le han cerrado las puertas para negociar con otras formaciones políticas.

La ciudadanía ha castigado a un PP que veía cerca la mayoría absoluta con previsiones de 150 diputados y que preparaba el camino para gobernar España con Vox

Esa herencia, esa mochila de Vox que arrastra va a gravar al PP en su intento de llegar a la Moncloa. Ese era el resquicio de luz que aprovechó Pedro Sánchez y esa es la fórmula, por el momento, de frenar a las derechas que tendrán que competir por similares espacios políticos.

Veremos si la oportunidad conseguida le basta a Perro Sanxe para conseguir votos suficientes en el Congreso, o nos vemos abocados a nuevas elecciones; si así fuese ¿veremos más conejos saliendo de la chistera? ¿Sobrevivirá a Feijoo a la lideresa madrileña con el regusto amargo de la miel en los labios?

Todo indica, pues, que el órdago de Feijoo era importante y, si queda finalmente fuera de la bancada azul, la erosión de su perfil político tras la incomparecencia en el debate de RTVE, sus oscuras amistades gallegas y su incompetencia para darse cuenta de que no puede ir a medios de comunicación en los que no le permiten faltar a la verdad, va a ser algo difícil de solventar y, como ya hemos apuntando, en el balcón de Génova ya empezaron a afilar cuchillos.

José Ramón García Gandía es socio de infoLibre.

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