Desigualdad, precariedad, y más de lo mismo

Antonio García Gómez

A duras penas se aprueba la subida del Salario Mínimo Interprofesional por el Consejo de ministros/as, cifrada en un aumento del 8%, que supondrá 80 euros más añadidos a los 1.000 euros actuales de su importe. Es decir, que hablaremos de que se podrá cobrar si ya te pagan “una mierda” de sueldo hasta los 1.080 euros brutos. Y, con todo, los de arriba creen que tal vez sea demasiado.

Paralelamente el presidente de la CEOE, el señor Garamendi, que ya ganaba 380.000 euros anuales, se va aplicar, por decisión unilateral, un 9% de subida, por lo que su sueldo ya se acercará muy mucho a los 400.000 euros anuales. Cuentas redondas y enfadadico que anda el señor con lo de la subida del SMI, qué se van a creer esos pobretones.

Por otra parte, en Andalucía, el señor presidente y su gobierno van privatizando a poco a poco. Y así se permitirá que la sanidad privada disponga de los historiales médicos de los pacientes que hayan utilizado la sanidad pública y, también, están pensando, diseñando y a punto de decidirlo, disponer de “espacio tiempo” de la sanidad pública, que ahora mismo ronda los 60 pacientes por médico y día de Atención primaria, para que sea utilizada por la privada, a razón de 65 euros la consulta en territorio público.

Camino, supongo, de la siguiente máxima: “Cuando todo sea privado, seremos privados de todo”. Benjamín Prado, y si no al tiempo. Lástima que ya será, una vez más, tarde.

En otro orden aunque en el mismo sentido, en la provincia de Málaga, donde yo resido, a lo largo del año pasado la vivienda sacada a la venta ha superado el 9% su precio. Es decir que, en principio, se encuentra esa oferta por encima de la subida del Salario Mínimo Interprofesional. Encareciéndose la vivienda, que tal y como dice la Constitución debiera ser un derecho básico, se ha convertido en un objetivo realmente inaccesible para gran parte de la población. Especialmente para los más jóvenes, salvo que sus padres y mentores les compren la vivienda, al dictado de esa idea de que al dinero hay que darle aire, que hay que invertirlo, que hay que hacerlo producir, que hay que emplearlo en beneficio de los propios…claro que siempre que se disponga de liquidez sobrante, ¿o no?

En la provincia de Málaga donde yo resido, a lo largo del año pasado la vivienda sacada a la venta ha superado el 9% su precio. Es decir que, en principio, se encuentra esa oferta por encima de la subida del Salario Mínimo Interprofesional

Y eso que, con todo, los desahucios se han ido retrayendo en el año pasado, pese a los anuncios apocalípticos de la derecha, especialista incontestable en augurar desastres venidos desde la izquierda socialcomunista, aunque siguen siendo muchos los mentados desahucios. Solo desde julio a septiembre del año pasado se produjeron en España más de 7.000 desahucios. Es decir, alrededor de 30.000 anuales, muy por debajo, sin embargo, de los producidos en 2019, cuando la cifra se disparó por encima de los 41.000 lanzamientos… a la calle. Pero continúa construyéndose y vendiéndose a precios inasequibles, al menos, para la mitad de la población, sin que importe mucho ni poco la deriva insolidaria, entre otras razones porque a la derecha rica le importa una higa la desesperación de miles y miles de jóvenes, preferentemente, que no pueden acceder a una vivienda.

Y es que, en cualquier caso, parece que no es un tema acuciante, ¿o sí? Cuando se va diluyendo la desvergüenza cometida, por ejemplo, en Madrid se venden miles de viviendas sociales a fondos buitres, con la inexcusable indulgencia, cuasiplenaria, de la justicia, siempre “arreglando las cosas por la puerta de atrás”, ¿se acuerdan?, a la vez que se disparan, valga la redundancia, los precios del alquiler y la compra de viviendas en la capital del Reino... y en el resto de la Península. Un paradigma del nuevo tiempo que parece que "¿estaremos dispuestos a asumirlo?", pues por eso, pues todo ello.

------------------------------------------------

Antonio García Gómez es socio de infoLibre

Más sobre este tema
stats