¿Información filtrada o verdad judicial?
Si es cierto, como algunos periodistas han afirmado, que la UCO filtró el informe encargado por el juez competente sobre el caso Cerdán, a los medios antes que a aquél, se está produciendo por los filtradores una conducta de obstrucción a la justicia y un posible delito de revelación de secretos.
Cuando un periodista recibe un informe filtrado antes que el juez solicitante, la noticia es que la UCO (en este caso) filtra un documento incumpliendo gravemente sus obligaciones; pero el periodista obvia este hecho y difunde el contenido de lo filtrado más provechoso periodísticamente. Las fuentes, en mi opinión, no son protegibles cuando están cometiendo una irregularidad o posible delito. En este caso, la primera noticia, que nadie ha dado, debería haber sido que la UCO, si es la filtradora, ha incumplido gravemente sus obligaciones.
Además, filtrar el informe es una conducta de obstrucción a la justicia por lo siguiente: El informe solicitado a la policía judicial es un instrumento para la instrucción del juez quien debe conocerlo antes que nadie. Los datos y opiniones del informe no son conclusiones judiciales sino información a analizar por el juez, quien puede pedir aclaraciones o ampliación de información al órgano auxiliar que en este caso es la UCO como policía judicial, o incluso corregir el informe si fuere pertinente.
El informe policial a través de su difusión en los medios se impone de hecho como conclusión definitiva; por lo que la verdad mediática se impone frente a la conclusión judicial antes de que ésta pueda ser elaborada
El informe policial a través de su difusión y publicación en los medios se impone de hecho como conclusión definitiva; la verdad mediática se impone frente a la conclusión judicial antes de que ésta pueda ser elaborada.
Es de esta forma como la condena de los medios se produce antes de que se produzca la sentencia judicial. Y si no hay condena, el daño ya está hecho. O dicho de otra forma, la información periodística se adelanta y suplanta a la instrucción judicial, con el daño consiguiente.
La filtración del informe de la UCO a los medios, si se ha producido, es un hecho gravísimo por todo lo expuesto, que deberá ser investigado por la autoridad judicial y por los responsables jerárquicos de la Unidad con la exigencia de la responsabilidades pertinentes. De no ser así, también el prestigio y la credibilidad de la UCO quedarán muy dañadas, porque ¿cómo vamos a fiarnos del contenido de un informe filtrado incumpliendo las obligaciones básicas de la organización policial?
Todo ello sin restar suma gravedad al contenido del informe que debería haber sido conocido y analizado por el juez antes de su difusión mediática.
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Julián Lobete Pastor es socio de infoLibre.