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También con las pensiones, hay que salir a ganar

Ángel Díez de Miguel

El Gobierno, el que manda de verdad y el que sale en la tele, lleva años poniendo en duda la sostenibilidad del sistema público de pensiones y lo hace con argumentos falaces y mentirosos. En estos días en que se debate mucho en la tele y también en los trabajos y en los hogares, siempre aparece el mismo argumento falaz de la demografía que invierte la pirámide de población llevándonos a un supuesto en que un trabajador y medio tendría que soportar a un pensionista, y claro, eso es imposible y es muy egoísta por parte de los jubilados que exijan ese esfuerzo a las nuevas generaciones que bastantes problemas tienen. Pues bien, intentaré enfocar el tema desde otro ángulo, aunque solo sea porque después de más de 38 años cotizados, pronto espero llegar a ser pensionista y a cobrar una pensión digna.

Nunca se habla de la sostenibilidad del presupuesto de Defensa, el real y el añadido de todos los años; tampoco se habla de la sostenibilidad de las subvenciones agrarias de la UE que terminan en manos de los grandes terratenientes; el rescate de los bancos o de las autopistas no solo es sostenible, es necesario, aunque esos mismos bancos poco después obtengan y repartan beneficios sin haber devuelto lo que el Estado, es decir entre todos, les hemos prestado para ayudarles, porque nadie nos dijo que era a fondo perdido. Tampoco se comenta si es sostenible el hecho de que las grandes empresas firmen contratos con el Estado en los que se aseguran que obtienen beneficios, bien por la explotación y si no es así, pues como compensación, de no sé bien qué, por parte del propio Estado, caso Castor; pienso en los miles de autónomos que han tenido que cerrar sus negocios porque no podían competir con las grandes empresas y han perdido su dinero, y en muchas ocasiones hasta sus propias casas, sin que el Estado haya venido a rescatarlos, sino que al contrario mandó a sus jueces y policías a colaborar en el desahucio. En escueto resumen, opino que resulta bastante sospechoso que lo único que sea insostenible son las políticas de protección social, es decir, las que nos afectan a todos, al mismo tiempo que son absolutamente imprescindibles aquellas que benefician solo a unos pocos en las élites, curiosamente, los que menos las necesitan.

Otro argumento falaz es cuando dicen que si cobran una pensión, digamos escasa, por no ponerme escatológico, es en función de lo cotizado. En este aspecto también hay tela que cortar, ¿cuántos de nosotros o de personas próximas a nosotros han trabajado sin que los empresarios los hayan dado de alta y durante cuanto tiempo?, ¿podíamos elegir? En muchos casos han sido engaños manifiestos, ya que el trabajador pensaba que estaba dado de alta y se daba cuenta del fraude pasados años con la lógica pérdida de cotizaciones. En el caso de los autónomos se les acusa de quejarse por su pensión pero haber cotizado siempre por la mínima y es cierto, pero la propia Seguridad Social obligaba a solicitar el cambio de base de cotización en el mes de septiembre anterior al año fiscal, es decir les obligaba a adivinar si el año siguiente sería boyante y podrían cotizar por la base máxima o bien sería justito y con dificultades para pagar la cuota mínima. ¿Existe fraude? ¡Claro! nadie puede negarlo, pero si se castiga reduciendo las pensiones ¿Qué se debería hacer con los impuestos después de ver como se los llevan a Suiza o para financiar a partidos de gobierno, ¿Castigamos a Hacienda y les pagamos menos?

Históricamente, en otros tiempos, se han cometido muchos fraudes, también por trabajadores, uno de los más comunes, era conseguir certificados médicos de cierta minusvalía o incapacidad y el defraudador previo pago al médico pasaba a engrosar las llamadas clases pasivas. También los empresarios contrataban a sus familiares, pasado el tiempo reglamentario los despedían y a cobrar el paro hasta que se acababa y volvían a ser contratados sin haber perdido nada de cotizaciones y por supuesto con costes ridículos para el empresario y buenos beneficios para la familia, todo quedaba en casa. Creo que ahora ese tipo de fraude es más difícil, pero ni el histórico ni el actual justifica la más mínima rebaja en la prestación, si hay fraude que se persiga por quien tiene la obligación de hacerlo y que pague el culpable, no todos.

Hablando de las movilizaciones de estos días y que espero que no paren, se exige que la pensión suba lo que el IPC, pues usando un símil futbolístico, eso es salir a empatar y ya sabemos lo que pasa en esos casos. Hay que exigir pensiones mínimas que permitan una vida digna para todos los mayores, hayan cotizado o no, esas pensiones mínimas deben incrementarse teniendo en cuenta lo cotizado por cada uno y también por las necesidades sobrevenidas por motivos sociales o de dependencia. Me diréis que habló de utopías, pero ¿acaso no eran utopías conseguir las ocho horas de trabajo, la propia Seguridad Social, con su seguro de enfermedad, la prohibición del trabajo infantil o la educación obligatoria y gratuita para todos? Como decía hay que salir a ganar, no a empatar. Y no hablo de este partido, sino que hay que hacerlo permanentemente, como hacen los contrarios que están siempre maquinando la forma de aumentar sus beneficios.

¿Y cómo se paga eso? Pues como la defensa, los rescates bancarios o de autopistas, las partidas para partidos políticos, sindicatos, la iglesia, la sanidad, la educación... ¿Cómo se paga eso en los Estados modernos? Con impuestos, eso sí, progresivos. Como manda la Constitución. __________

Ángel Díez de Miguel es socio de infoLibre

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