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¿Ha perdido Abascal la moción de censura?

Rafael Sánchez Sánchez

Evidentemente, Abascal ha perdido parlamentariamente la moción de censura, tan sólo ha tenido el apoyo de sus 52 diputados, pero no ha fracasado -más bien todo lo contrario- en el objetivo que perseguía con esta iniciativa parlamentaria. Como se ha dicho hasta la saciedad, la moción de censura de Vox no iba dirigida contra Pedro Sánchez, sino contra Pablo Casado, y es en este frente donde el líder de la extrema derecha ha cosechado un rotundo éxito. Casado, según propios y extraños, ha triunfado con su discurso de ruptura total con Abascal. Incluso, según algunos analistas, ha salido victorioso de una batalla en la que tenía todas las papeletas de perderla. Pero tanto el discurso de Casado, como la situación política de Vox después del debate de la moción de censura, deben ser objeto de un análisis más profundo.

Del discurso de Casado debe decirse, en primer lugar, que más allá de desligarse de las insólitas posiciones políticas de Vox sobre temas como la Unión Europea, China, las autonomías etc., el líder del PP escenificó su ruptura personal con Abascal. Le reprochó que atacara al partido que le ha dado trabajo durante 15 años. La ruptura pues -al menos en las palabras- ha sido no sólo política sino también personal. Pero debe destacarse que este nuevo giro político de Casado -no es la primera vez que “viaja al centro”- es meramente estratégico y coyuntural. Se puede decir que con su no a la moción de censura de Abascal detiene, al menos de momento, sus intentos de recuperar a los votantes del PP que se han ido a Vox. Hay además otro posible motivo por el que el líder del PP no ha apoyado esta aventura parlamentaria del dirigente de la extrema derecha y es que, al no dar los números, se habría visto afectado por el estigma de perder la moción de censura. Fracaso que en modo alguno se podía permitir en su guerra contra Pedro Sánchez con la pandemia como argumento.

Llama la atención el clamor al felicitar a Pablo Casado por su discurso y por desligarse de Vox. Sorprendentemente Pablo Iglesias fue el primero en elogiar el giro del líder del PP al iniciar su intervención en el debate de la moción de censura, “hoy ha hecho un discurso político brillante” […], sé Pablo que no eres un ultra”. Pero a renglón seguido el líder de Unidas Podemos puso sobre la mesa datos de una reciente encuesta sobre la moción de censura. Iglesias destacó que el 50% de los votantes de la derecha piensa que PP y Ciudadanos deberían votar a favor de Abascal, y que más del 80% de los votantes del PP piensan que su partido debería votar a favor o abstenerse. Los datos no pueden ser más preocupantes, porque más allá del resultado final de la moción de censura de Abascal, esta encuesta refleja que un porcentaje muy alto de los votantes del PP apoyan las posiciones de Vox. Hay además una realidad política que Abascal recordó a Casado, y es el hecho de que el PP gobierna en Andalucía, Madrid y Murcia con el apoyo de Vox.

Lo que parece evidente es que el verdadero objetivo de Abascal con la moción de censura era incrementar el flujo de votantes del PP hacia Vox y hay evidencias de que lo ha conseguido. Durante el debate en el Congreso las reacciones de apoyo a Abascal en las redes sociales eran constantes. Por otra parte, según una información de OkDiario, Vox ha incrementado en un “2.000%” sus afiliados el día siguiente a la moción de censura. El dato sin duda -de ser creíble- es espectacular. En cualquier caso, lo que está claro es que los mensajes de Vox de ataque constante al gobierno de coalición como “gobierno socialcomunista”, ilegitimo, apoyado por separatistas, “filoetarras” etc. cuajan tanto en el sector más conservador de los votantes del PP como en colectivos de nivel cultural y social bajo. Evidentemente todavía falta mucho para las próximas elecciones generales, pero el ruido mediático conseguido por Abascal con sus discursos en el Congreso y la negativa del PP a apoyar la moción de censura, han fortalecido a todos los niveles a la formación ultraderechista.

Pero volviendo al “giro al centro” de Pablo Casado, hay motivos para pensar que está abocado al fracaso, en primer lugar, porque no es creíble. De hecho, ha tardado poco en recuperar el tono más duro en sus ataques a Pedro Sánchez por la gestión de la pandemia. En el último pleno del Congreso para votar el decreto de Estado de Alarma, Casado retomó la ya manida batería de críticas al gobierno que mantiene desde que empezó la crisis sanitaria del Coronavirus el pasado mes de marzo, aunque en esta ocasión se ha abstenido a la hora de votar. Pero, además, la batalla por el centro político tiene más fácil ganarla Inés Arrimadas, que ya ha iniciado su acercamiento al PSOE, tanto en el tema de la pandemia, como en la negociación de los presupuestos. Debe decirse también que la debacle electoral de Ciudadanos en las últimas elecciones generales se debió a que numerosos votantes se quedaron en casa como consecuencia de la emblemática “foto de Colón” que protagonizó Albert Rivera, con Casado y Abascal. Votantes que pueden volver de nuevo a las urnas atraídos por la nueva línea política de la formación que lidera Inés Arrimadas.

Así pues, y según todos los indicios, Abascal ha logrado convertir el fracaso parlamentario de su moción de censura, en una “siembra política” de la que espera recoger la cosecha en próximas elecciones. Lo cual no es una buena noticia para la democracia. Atentos.

Rafael Sánchez Sánchez (@rsanchezsa) es socio de infoLibre

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