Siempre quise ser un Rolling Stone

“Se escribe desde las vísceras”. Esto decía mi profesor de análisis literario en la facultad. Desde dentro y sin miedo. Y quien me haya leído se habrá dado cuenta de que sigo su consejo a pies juntillas. Adiós a la ortodoxia y, con ella, a las líneas editoriales. Siempre quise ser un Rolling Stone. Aún estoy en ello.

Apuntaba Kiko Veneno en este medio: “Vemos llegar las pateras a la playa mientras tomamos el sol”. Cierto y real como la incierta vida del inmigrado. Como el desconocimiento de la tormenta y de saberse colocar al pairo cuando esta arrecia. Como los muertos que cobija el Mediterráneo. Mientras tanto, mientras acontece, colocamos la sombrilla y extendemos la toalla para tomar el sol. Es lo que hay y es así de miserable. Como miserables fueron los comentarios de Monasterio al diputado de Unidas Podemos Serigne Mbaye en la Asamblea de Madrid. Justito en la toma de posesión de Ayuso.

Living in a ghost town. Vivo en una ciudad fantasma como canta Jagger. Un país pandémico de farsas y patrañas. Repleto de fantasmas, a los que solo les interesa la gresca y la confrontación. Se la suda los indultos como vía para el entendimiento. Los utilizan para su discurso totalitario, populista, fascista. Lo sorprendente, a la par que paradójico, es que personajes como García-Page hagan declaraciones en relación a los indultos del tipo: “Lo que hay que celebrar es la unidad, no la separación, ni la independencia”. En este país los caballos pintados ya han pasado a ser cebras, o lo que cualquier flipado desee.

Los sumerios -creadores de la escritura cuneiforme, basada en pictogramas que con el tiempo se simplificaron dando pie a el alfabeto sumerio, que fue adaptado por las lenguas acadia, elamita, hitita y luvita-, estos tipos, también escribían desde las vísceras; inspirando los alfabetos del antiguo persa y, por supuesto, tenían muy claro lo que era un caballo manchado y una cebra.

Una letra lo cambia todo... no siempre

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Desafortunadamente, seguirán llegando pateras a la costa mientras tomamos el sol.

De purísima y oro.

Pako Martí es socio de infoLibre