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Ucrania-Rusia: cuando ya sea tarde

Pedro Jiménez Hervás

Dicen que en la actual guerra de Europa hay un culpable principal, Rusia, por invadir Ucrania, su país vecino. También dicen que, un año después de comenzar el conflicto, la esperanza de Ucrania por ganar este desastre permanece más viva que nunca.

Parece claro que Rusia ha apostado por la guerra para resolver sus amenazas. Ucrania, también. Si alguien pensaba que esta guerra iba a ser cibernética, o tecnológica, está equivocado. Al final, casi todos los soldados luchan y mueren unos frente a otros. Viéndose las caras. Quedándose ciegos. Perdiendo brazos y piernas. Abrasados en fuego. O escondidos bajo trincheras. Igual que hace 100 años.

Si Rusia soñaba con arrasar Ucrania mientras Europa y EEUU miraban para otro lado, ha ocurrido justo lo contrario. EEUU ha vuelto a coser las viejas costuras de la OTAN y buena parte de Europa desfila con ardor guerrero al son que dicta el jefe Biden, al que no dejan jubilarse.

Algunos dicen que para que haya paz, Rusia tendrá que abandonar los territorios ocupados. Otro día hablaremos de EEUU y los países que ocupa sin permiso. Es otro tema, claro.

En Rusia su población tiene prohibido cuestionar la guerra. Occidente tampoco pone en duda los razonamientos bélicos de los estrategas y mandatarios atlánticos. 

Son muchas las personas y organismos oficiales que han colocado el logotipo de Ucrania al lado de su foto. Para que quede clara su “postura” con el país atacado. Bajo ningún concepto irían ellos a luchar al frente. Todos jalean el envío de armas a Ucrania. Como si no mataran.

La gran mayoría de los medios utilizan un lenguaje bélico vergonzante. Propio de un comentarista de boxeo sobornado con tres chupitos de orujo. Nadie se estremece cuando se enarbolan banderas en el frente.  

En Rusia su población tiene prohibido cuestionar la guerra. Occidente tampoco pone en duda los razonamientos bélicos de los estrategas y mandatarios atlánticos

Zelenski, el líder ucraniano, no para de pedir munición, tanques, aviones, dinero. Mientras, los soldados de ambos países enfrentados siguen masacrándose en defensa de la patria, o del negocio, o cualquiera sabe.

China ha elaborado un plan de paz que EEUU y la OTAN rechazan por las razones que sean. El portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, afirmó que el documento Posición de China sobre una solución política a la crisis de Ucrania es una contribución importante. Nadie le ha hecho caso. Nadie habla de la necesidad de negociar, de intentar un alto el fuego, de explorar vías alternativas a la destrucción y las armas.

Las mentiras y los bulos vuelven a planear sobre cualquier noticia relacionada con este horror que tantos justifican y que, de nuevo, vuelve a enriquecer a los de siempre.

Algún día, cuando todo haya estallado, cuando la cifra de muertos y heridos sea insoportable, volveremos a pensar en la paz. Alguien volverá a decir que “morir por la patria no es dulce ni honorable”, como anunció Wifred Owen, ese poeta y soldado británico de la Primera Guerra Mundial. Pero ya habrá sido tarde. De nuevo.

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Pedro Jiménez Hervás es socio de infoLibre.

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