Librepensadores

¿Qué hacer para que "nos valga"?

Fernando Pérez Martínez

Dicen que, terminado el recuento de las primeras primarias que ganó Sánchez, frente a Pérez Tapias y Madina, se oyó a Susana Díaz comentar del nuevo Secretario General: "No vale, pero nos vale".

Estas enigmáticas palabras cobran sentido casi tres años después. Cuando la presunta titular de la silla de Pedro, reclamó la propiedad del cargo al interino Sánchez y se encontró con que éste, que en principio se prestó a la estrategia diseñada por la dirección extracontable del PSOE, se negó en el último momento a aceptar el papel de chivo expiatorio que para él cuidadosamente había diseñado el equipo, en la sombra, promotor de la candidatura de Susana.

La dirección extracontable cometió el error de subestimar a la militancia. No contó con la fuerza del rencor, del militante ofendido, menospreciado en su propio partido por las élites que hasta entonces podían poner y quitar sin necesidad de dar explicaciones a la tropa. Ocho meses después de la pública y notoria ofensa, la militancia más auténtica del PSOE no había perdido la memoria. Había guardado y acumulado el deseo de revancha frente a los que se comportaban como príncipes del Partido, como los dueños del PSOE, que les trataron como a sus “empleados, o seguidores o fans”. En las primarias del año 2017, tras ocho meses de rumiar su desquite, la militancia más genuina, volvió a elegir a Pedro Sánchez de nuevo como Secretario General del PSOE, esta vez con un respaldo superior al obtenido en el verano del 2014. Más de un punto y medio en porcentaje, 17.489 votos más de los recibidos en el año 2014.

Hasta aquí la voluntad de la militancia del PSOE se retrata reivindicando su identidad y su voluntad de que desde los órganos de gobierno del Partido se respete, como no podía ser de otro modo, la voluntad y soberanía de la militancia. Que debe ser la dueña absoluta para quien se gobierna y deciden las iniciativas a desarrollar en los programas electorales con los que el PSOE concurre a las elecciones para gobernar.

Pero volviendo al principio, si el año 2014, desde la dirección extracontable, se decidió presentar y apoyar a un candidato “que no vale, pero nos vale” ¿Qué hará la militancia ahora que, puestas las cosas en su sitio, tiene en la Secretaría General al candidato cuya trayectoria desde 2014 se ha caracterizado por la falta de criterio y la inseguridad que evidencian los bandazos en la línea seguida por el PSOE durante el último año? Arroparle, si se deja.

El primer paso a dar es la elección de un portavoz que sustituya al dimitido Antonio Hernando. Es necesaria una persona con experiencia y capacidad técnica, empaque parlamentario y simpatía dentro del partido. Si, además, aporta más de 14.500 militantes al grueso de apoyos al nuevo PSOE, Patxi López sería un candidato ideal, si son ciertas las palabras de ponerse lealmente a disposición de la dirección del PSOE. [Ábalos será el portavoz provisional del PSOE en el Congreso, según se supo este miércoles].

Si Pedro es capaz de estrenar un liderazgo nuevo y sin complejos, capaz de someter a la voluntad de la militancia las principales iniciativas a desarrollar bajo su dirección, el PSOE aún tiene futuro. _______________

Fernando Pérez Martínez es socio de infoLibre

Más sobre este tema
stats