Música

El evangelio según Soleá

El evangelio según Soleá

La primera vez que la hija mediana de Enrique Morente y Aurora Carbonell cantó para el gran público fue en Misa Flamenca. Tenía apenas seis años y se estrenaba tímidamente en un disco de su padre. No volvió a repetir hasta que Los Evangelistas, el grupo homenaje que formaron miembros de Los Planetas y Lagartija Nick tras la inesperada muerte del cantaor en diciembre de 2010, la invitaron a subir al escenario del Palau de la Música de Barcelona. Tras aquella actuación, Soleá sería la voz principal de los apóstoles de Morente. El impasse entre aquel bautismo musical y su debut como solista se debe a la respuesta que le dio El Ronco del Albaicín cuando Soleá confesó que lo suyo era la música: “Todavía no”, dijo rotundo Morente. Y ella obedeció y estudió Filología Hispánica mientras llegaba su momento. Por eso cierra su primer disco Tendrá que haber un camino (El Volcán Música) cantando: “Todavía tengo tiempo/ Todavía.”

Soleá tiene una inmensa melena castaña y es pura vitalidad. Vive entre Madrid, ciudad en la que nació en 1985, y Granada, a donde viaja todas las semanas. Cuenta que la promoción está siendo muy agradable, a pesar de que en ocasiones las preguntas sobre su padre le remueven las entrañas. “Muchas veces me preguntan si echo de menos a mi padre. Entiendo que me lo pregunten, porque es normal, pero la respuesta es obvia”, matiza. Presenta un disco hecho entre amigos y en el que tira de la tradición popular y de lo que su padre le transmitió día a día. Trece temas en los que hay sevillanas –con letra popular y música de Morente-, fandangos, tangos y dos adaptaciones de canciones de Leonard Cohen. “Algunas de ellas son canciones que he escuchado en mi casa, que mi padre las versionó, pero no llegaron a entrar en Omega y como estoy todo el día con los miembros de Lagartija Nick, decidimos grabarlas”, explica.

Insiste en que el disco surgió de manera muy espontánea, mientras dejaba reposar un proyecto que había comenzado a medias con su padre y quedó truncado con la muerte de Morente. “Con ese también sigo, nunca lo he dejado, pero necesitaba empezar a explorar otros territorios”, señala Soleá. El título es también un tributo a la canción que Morente cantó para Los Planetas en La leyenda del espacio. “Un día escuché Tendrá que haber un camino, la conocía ya, la cantaba, pero ese día le presté atención y me sentí así". Y recita de memoria: "Tendrá que haber un camino que nos lleve a un lugar donde se pueda estar/otros prefieren quedarse donde no se puede vivir”. Sin embargo, Soleá no guarda ningún recuerdo de aquella grabación, ya que el cantaor participaba en tantos proyectos que era imposible seguirle la pista. “Había veces que hacía cosas que ni nos contaba, me enteraba por otro sitio y le decía: '¡Papa, pero qué has grabado aquí!'”, rememora con ternura la mediana de la familia.

“Con Enrique Morente se fue la creación”

“Con Enrique Morente se fue la creación”

La lista de colaboradores que han desfilado por su primer LP es casi infinita: “Ha participado toda Graná, como dice la canción Tonto”. Desde Jota, de Los Planetas, Lagartija Nick, Pájaro Jack y Lori Meyers; hasta sus hermanos Estrella y José Enrique, y su tío El Montoyita, que ha puesto su guitarra a disposición de Soleá. También hay versos de Antonio Machado –que ya habían sido adaptados por Morente en Despegando- y del Poema de la Guardia Civil de Federico García Lorca en La ciudad de los gitanos. En esto último se deja sentir la formación académica de Soleá.

El resultado final es un disco que sigue la estela del mítico Omega, partiendo del flamenco, que es la raíz de Soleá, se acerca al rock, al pop, y le añade toques de sicodelia. Lo más complicado de todo el proyecto, quizás sea cuadrar horarios con todo el elenco y componer la banda que le acompañe en la gira. De momento, Soleá ya sabe cuáles serán sus músicos seguros: Miguel Martín y JJ Machuca, de Lori Meyers; y Antonio Arias, Florent Muñoz y Mario Fernández 'Mafo', de Pájaro Jack. La gira tampoco tiene fechas todavía, pero arrancará, previsiblemente, entre finales de enero y principios de febrero del próximo año, y en Granada, presentarán Tendrá que haber un camino el 11 de febrero.

El momento de Soleá le llegó a los 30 años en el seno de una familia que destila talento a raudales. Por eso la pregunta es obligada: ¿No le da cierta aprensión dedicarse a la música siendo la hija de un genio como Morente? “Me da un poco de respeto y de vértigo, porque vengo de una casa donde se baila y se toca todo el día –responde sin dudar- pero me han apoyado en todo momento”.

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