Fotografía de 'alto standing' a la española

El vacío de un exhaustivo Diccionario de fotógrafos españoles acaba de llenarse con la publicación de un ambicioso volumen auspiciado por La Fábrica y Acción Cultural Española. Al fin llega una obra de imprescindible referencia, coordinada por la directora artística de la galería, Oliva Rubio, para subrayar la trayectoria de más de 500 artistas, con un fondo que supera las 1.000 imágenes.

Desde el siglo XIX hasta la actualidad, desfilan el pictorialismo tardío, la Guerra Civil, la renovación de los años 50 y 60, el documentalismo, la fotografía de ficción de los 70 y 80, los trabajos de moda y publicidad, el reportaje, la fotografía paisajística y arquitectónica, etcétera.

Una panorámica que arranca con Eulalia Abaitua y una preciosa imagen de unas sardineras de Santurce llevando el pescado a Portugalete, con el icónico Puente Colgante detrás.

A partir de entonces, nos deslumbran las instantáneas (y su correspondiente documentación escrita) de José Manuel Ballester, Samuel Aranda (sí, el ganador catalán del World Press Photo que trabaja para The New York Times), Ricardo Cases, Enrique Cano (autor de una divertida captura de Almodóvar & McNamara en Rock-Ola durante la explosión creativa de 1983), Francesc Català-Roca, Toni Catany, Agustí Centelles, Colita (de quien puede rememorarse que congeló a Gabriel García Márquez en calzoncillos allá por 1969 en Barcelona), Joan Colom o Gabriel Cualladó.

También Ricky Dávila, Saturnino Espín, Javier Esteban, Joan Fontcuberta, Alberto García-Alix, Cristina García Rodero, Pablo Genovés, Mariví Ibarrola, Manolo Laguillo, Nicolás de Lekuona, Xurxo Lobato, Chema Madoz y Ángel Marcos. Sin ovidar a Uly Martín, Ramón Masats, Oriol Maspons, Enrique Meneses, Nicolás Muller (de quien permanece abierta una completa retrospectiva hasta el 23 de febrero en la sala del Canal de Isabel II), Isabel Muñoz, Aitor Ortiz, Ouka Leele, Pablo Pérez-Mínguez, Gorka Postigo, Juantxu Rodríguez o Gervasio Sánchez.

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Celebridades como Alberto Schommer o el cineasta Carlos Saura se suman a Javier y Valentín Vallhonrat, Virxilio Vieitez, Manuel Vilariño, Chema Conesa, Álvaro Villarrubia, Begoña Zubero y un largo etcétera de fotógrafos que han transitado por la senda de la calidad. Estética y mensajes en doble dirección para un libro que podrá encontrarse igualmente en su edición inglesa y que dispondrá, cómo no, de una versión para descarga en internet.

Asesoramiento de alto nivel con tal de dar forma a este producto de acabado impecable, sobre el cual opinan para infoLibre algunos de los protagonistas. Así, Mariví Ibarrola declara: “Es una obra de referencia, en la que faltarán y sobrarán nombres, pero donde es importante estar”. Por algo esta riojana fue la única mujer con cámara profesional en primera línea durante los años 80, que sembró la envidia de media España cuando se fotografió ella misma junto a Joe Strummer, el fallecido líder de The Clash.

Su coetáneo Saturnino Espín, influido por los collages del Equipo Crónica, fue un pionero en España a la hora de prever la irrupción de Photoshop. “Lo mío es fotocopiar la realidad, recortar, pegar y pintar”.