Liebre por gato

Las amenazas

El escritor y biólogo Gabriel de Biurrun.

Gabriel de Biurrun

La sección de microrrelatos inéditos 'Liebre por gato' está coordinada por Fernando Valls y Gemma Pellicer. Esta nueva entrega recoge dos textos de Gabriel de Biurrun.

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Hijos de la cigarra periódica

La tribu ya ha nacido. Crecen rápido, endemoniadamente rápido. ¡Qué friegas de alcohol les darán sus madres para aliviar el dolor de esos huesos estirados!

Apenas tres semanas por delante desde que surgieron de las madrigueras ocultas. ¿Por qué no aparecen sus larvas en las excavaciones? Deberían hallarse ninfas deshechas, aplastadas bajo los dientes de nuestras máquinas, mientras construimos carreteras y cimentamos ciudades. Sin embargo no es así. A saber dónde caen los huevos y cómo bucean furtivos hacia los estratos en que nacen las larvas y se alimentan largamente del jugo filtrado de nuestro mundo superficial.

No tiene sentido enfrentarse a los huevos, ni a las larvas, ni mucho menos al adulto. Los Nefilim Cicados no tardan en demostrar su fuerza y su maldad. He visto pequeñas larvas parasitar a hombres adultos, reventarlos desde dentro, surgir tras unos días como bestias abortadas, con la cara del huésped, con el cuerpo titánico de la bestia. Pueden, también, deambular en manadas de cientos, de miles, dejando en suelos y paredes una huella de arañazo gangrenado.

Tres semanas. No importa cómo se alimentaron. Tres semanas y llega el caos. Los Nefilim Cicados comienzan a copular entre sí, desordenados, poseídos de algo terrible que no debe describirse. Y luego se alimentan. Nos comen. Devoran a los viejos siguiendo un asqueroso reloj dietético de exterminio selectivo. Y revientan. Explota cada uno en miles de fragmentos infectos que tornan, al vuelo, en huevos temibles que aterrizan y se ocultan con hemíptera tranquilidad hasta la próxima invasión, dentro de diecisiete años.

Viento antiguo

El peso bestial de los sueños de los muertos flota en las alcobas como el olor dulce. Se pega en el pelo y abraza la ropa, penetra en la mente.

La vigilia es el muro que encuentran los sueños y a su olor se le abren las puertas que hay tras la nariz. Umbrales bajo las cejas, pero por dentro, eso tenemos.

Y las llaves descansan de canto en la línea en la que el libro se desploma, en la que el niño no llora, en la que el sexo desmaya.

Y es cuando la postura se convierte en definitiva cuando el olor del sueño del muerto irrumpe.

Como los portazos en la casa, en corriente atropellan los sueños, pituitaria, córtex, amígdala; y arrasan de manera flexible las finas convicciones que la vida ha ido plantando.

Contra nosotros

Contra nosotros

Y los endebles postes de aquello que creíamos son tumbados por el sueño del muerto y se levantan, pesados y lentos, impregnados del conocimiento que regala el añejo y amargo sueño del muerto.

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Gabriel de Biurrun (Pamplona, 1973) es biólogo. Sus microrrelatos han aparecido en diversos blogs y antologías, como Mar de pirañas, de la editorial Menoscuarto.

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