Miss Estocolmo
Miss Estocolmo
Qué cabronazo.
Sigue sin hacerme caso.
Ni siquiera en el aniversario.
Trae la comida silbando, pero ni me mira.
Según las marcas que he hecho en la pared, hace ya tres años que me secuestró.
Y dos desde que dejó la puerta abierta.
No me resigno.
Si me eligió sería por algo.
Lo siento por los de fuera. Por los que me esperan.
Pero permaneceré en este agujero inmundo hasta que muestre hacia mí el interés que merezco.
La pataleta
Sonrió con tristeza cuando su pequeñín exigió que le permitiera jugar, que era indignante que los otros niños se divirtieran sin él ante sus propias narices. Rabioso, cerró los ojos y los apretó tan fuerte que se le salieron por detrás. La madre los recogió del suelo y se los volvió a colocar en las órbitas con mimo. Estaba furioso, como lo estuvo aquel terrible día en que le prohibió jugar con fuego en el dormitorio. Como lo estaba cada vez que una familia se instalaba en su casa. Por propia experiencia, bien sabía lo que desencadenaban sus estallidos. Ya podían prepararse los nuevos propietarios para salir corriendo si no querían quedarse atrapados con ellos para siempre. Esta vez iban a temblar hasta los cimientos.
El dominguero
Me unta la calva de crema solar con la misma dedicación que si cubriera un bizcocho con chocolate. Hasta juraría que la he visto chuparse un dedo. Mientras lo hace, se va ablandando mi masa cerebral. Quizá, más tarde, cuando el sol haya tostado toda la superficie, ponga mi cabeza a enfriar y, al anochecer, la presente cubierta de nata y la parta en ocho trozos, uno por cada uno de nuestros hijos. Me comerán entre risas, comentando lo bien que lo han pasado. O puede que no, puede que simplemente, termine la faena con una colleja y siga leyendo con una mueca de disgusto, lanzándome de vez en cuando, avergonzada por mis ronquidos, miradas de decepción.
* Aurora Rapún Mombiela (Zaragoza, 1975) es licenciada en Filología Francesa y diplomada en Biblioteconomía y Documentación. Trabaja en la Biblioteca Pública Municipal de Massamagrell (Valencia). Sus microrrelatos, algunos de ellos premiados, han sido publicados en diversas revistas y antologías, pero, además, recoge sus textos en su blog mientras trabaja en un posible libro de microrrelatos.