Libros

La venganza literaria sabe mejor

El escritor Fernando López del Oso.

Como la imaginación es libre, y además sale gratis, ¿por qué no permitirse un lujo, aunque sea ilusorio? Si viviéramos en otro mundo, rodeados de otras circunstancias, el abanico de posibilidades sería sin duda inabarcable. No es que ahora, con nuestra corrupción, nuestras injusticias y nuestra impunidad no haya otras opciones, pero parece más que probable —y razonable— que la mente tienda a escorarse hacia la búsqueda de una gratificación ante tamañas tropelías.

Le ha pasado a más de uno: sin ir más lejos, a Fernando López del OsoFernando López del Oso. Después de ganar el premio Minotauro de novela en 2009 por Yeti, y tras una carrera literaria y periodística —especialmente en la revista Enigmas— volcado en lo misterioso y oculto que subyace bajo la capa superficial de la realidad, el escritor se ha pasado a la novela negra y social con una historia cuyo título deja poco lugar a las dudas: Asesino de políticos (Stella Maris).

El libro, no corran a llamar a la policía, es obviamente una sátira, un juego. “Surge de una indignación privada: quería una revancha, una satisfacción ante las personas que nos están indignando a diario”, explica el autor, al teléfono con infoLibre, que apunta que una fantasía de violencia como esta se cuece en el sentimiento de frustración “de una sociedad que se siente atrapada en un sistema que no ofrece salida”. “Pero yo me quedo con el aspecto lúdico de la novela, que permite que nos podamos quedar con una sonrisa de satisfacción, sabiendo que es algo inocuo”.

La historia empieza con los asesinatos de tres políticos que, aunque son solo de tercera división, hacen saltar las alarmas en las más altas esferas. Una premisa que recuerda al suceso ocurrido con la presidenta del PP y de la Diputación de León, Isabel Carrasco, abatida a tiros hace ahora un año. Aunque enseguida se descubrió que el móvil era puramente personal, aquel crimen “conmocionó” a López del Oso, que entones ya tenía la novela terminada. “En ella exploro una situación que me preocupaba: que pudiéramos terminar en ese escenario”.

En este tiempo de iniquidad la sociedad no ha sucumbido a la barbarie, sino todo lo contrario: se han gestado una serie de cambios que el escritor solo puede percibir en clave positiva. “Entonces había escraches, no había una alternativa política clara…”, rememora, para asegurar que ahora otea el futuro cercano “con mucha más esperanza”. “Desde la explosión del 15M hay partidos que se han erigido en torno a aquellas ideas, y expresar el descontento a través de las urnas me llena de esperanza”.

Concebida a modo de thriller, su novela destila humor negro, especialmente en los pasajes copados por los políticos. Frente al natural cabreo que provoca atestiguar la impunidad de la que algunos hacen uso y abuso, la risa sirve de contrapunto, además de medio para subrayar “el contraste entre lo que les preocupa a ellos y lo que nos preocupa a nosotros”. “Siempre me ha fascinado el papel del malo”, agrega el autor, “y cuando entiendes cómo piensan los políticos te das cuenta de que ellos no se describen a sí mismos como los malos”.

Ese seguir “su propia ética” de los gobernantes “que se sienten legitimados y miran con desprecio a la sociedad que critica la corrupción” le parece a López del Oso más sangrante que las fechorías de, por ejemplo, los banqueros, que también ostentan su cuota de participación en esta crisis. “Los políticos son los que nos representan, aunque al final no nos representan a nosotros sino a otro poder”, abunda, “por eso son ellos los que más indignación me han causado”.

Quien sí mata al banquero como quien mata al padre para quedarse bien a gusto es el cineasta Isaki Lacuesta en Murieron por encima de sus posibilidades, una loca comedia con decenas de personajes interpretados por los nombres más conocidos del cine español que aborda igualmente esta fantasía de destrucción y sangre, que también reparte a los políticos. Lo mismo que La revolución de los ángeles, un proyecto impulsado por periodistas desempleados a través del crowdfunding que consta de una novela y una serie, construidas ambas en torno a la idea de que enfermos terminales, personas sin nada que perder, se lanzan a la empresa de ajusticiar a los gerifaltes en pos de un mundo mejor.

Aunque López del Oso es consciente de esta coincidencia temática (de hecho trabajó con Javier Silvestre, autor de la novela de La revolución de los ángeles), en realidad él recurrió a otro filme como fuente de inspiración: la comedia de Stanley Kubrick ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú, de la que quiso capturar “sobre todo en el tono”. "El motor de la novela", en cualquier caso, se resume en una necesidad seguramente compartida por casi todos, como también seguramente casi todos hayan compartido esa imagen de la venganza materializada en cabezas rodantes: "Como ciudadano, no podía ni quería inhibirme, además de que quería cierta revancha, que ahora, por suerte, vamos a tener en las urnas". 

Más sobre este tema
stats