Una buhardilla para gente "de baja estatura" o un piso con la cama en la cocina: los 'chollos' del mercado de vivienda
Buscar piso, ya sea para comprar o en alquiler, hace tiempo que consiste para la mayoría de la gente en un proceso donde hay que elegir entre lo menos malo. En portales como Idealista o Fotocasa, cuando las ofertas se filtran por precio, en la lista de los más baratos aparecen gangas que suelen ocultar, en general, alguna sorpresa. Pisos que se venden a mitad de precio, pero en los que vive gente y “no se pueden visitar”, ofertas de venta en nuda propiedad, que se adquieren y solo se pueden disfrutar una vez el propietario ha fallecido o “gangas” que parecen más un trastero que un lugar al que llamar casa.
Estos últimos son el termómetro de cómo cualquier cosa que apenas se pueda llamar vivienda, es susceptible de colocarse en el mercado a un precio nada despreciable. Por unos 65.000 euros, por ejemplo, puedes tener un bajo exterior en Barcelona que parece más bien un cuarto de contadores, pero que se presenta como “local tipo loft”. En el anuncio, que podría parecer una broma si el mercado no estuviese tan tensionado, tratan de convencer a los compradores de la siguiente manera: “Este inmueble es una excelente oportunidad para inversores, ya que se puede alquilar fácilmente por su ubicación y características, ofreciendo una rentabilidad anual superior al 15%”, concluyen.
Bucear en las ofertas de alquiler también deja un panorama muy poco alentador. En el barrio madrileño de Usera, un estudio de 21 metros cuadrados en el que el inquilino puede disfrutar de la cama y de la cocina en la misma estancia tiene un precio de 750 euros al mes. Otro clásico son las buhardillas. Metro Ópera, 850 euros al mes, 25 metros cuadrados y un aviso a navegantes en el anuncio: “Tiene cierta limitación en altura y aconsejable para persona más bien de baja estatura”, reza la descripción de uno de estos inmuebles en Idealista.
Inmueble “sin posesión” y “solo para inversores”
Uno de los fenómenos más comunes que se pueden encontrar en las profundidades de las listas de portales inmobiliarios son los pisos en venta en los que vive alguien. “Oportunidad solo para inversores. Debido al estado ocupacional del activo, no se pueden realizar visitas al mismo. Piso en venta de 58 m² en la ciudad de Barcelona”, reza uno de los anuncios. El precio: 50.000 euros. No hay fotos del interior y se advierte que “el inmueble se transmite arrendado a tercero y con un posible derecho de este a la adquisición preferente del mismo”. Es la letra pequeña de una de las gangas que se pueden encontrar al bucear en este mercado. Los anuncios de este tipo se repiten en distintas ciudades, siempre como una oferta destinada a inversores.
Y más allá de las plataformas de vivienda, hay incluso inmobiliarias que se dedican a la compraventa de este tipo de producto. “No es necesario que esperes a que los ocupas se marchen: sí se puede vender un piso ocupado. Tu vivienda tiene salida incluso en estas circunstancias”, reza el anuncio de una de ellas. En las descripciones, no se dan demasiados detalles de quienes son los inquilinos, de su situación legal, de si existe una situación de vulnerabilidad, etc... solamente un precio que remite a otra época y un gancho para inversores.
La dinámica en estos procesos es vender la casa y de tratar de negociar con los inquilinos para que se vayan, pero en la práctica las cosas no son tan sencillas. “Desgraciadamente, este tipo de prácticas son legales y muestran otra cara siniestra de la especulación inmobiliaria porque venden los pisos con una rebaja para que el inversor se ocupe de expulsar al inquilino”, señala Alejandra Jacinto, abogada de CAES especializada en vivienda. Ella ha llevado alguno de estos casos y apunta que “normalmente son casos en los que se roza el acoso inmobiliario para desalojar a las personas que viven en esas casas”, concluye.
La nuda propiedad
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El precio de la vivienda no para de subir, el mercado absorbe toda la oferta y las rentas medias y bajas no pueden estirar sus ingresos para alcanzar los estándares de precio actuales. En este contexto, para quienes tienen una propiedad proliferan las formas de monetizarla. Así, en la lista de los más asequibles está también una nueva modalidad de venta que hasta ahora no habían tenido en España mucho predicamento: la nuda propiedad. Un acuerdo que permite al vendedor (generalmente una persona de edad avanzada) el usufructo vitalicio de la vivienda mientras percibe un dinero o una renta del comprador. A su muerte, el comprador puede disponer de la casa.
Las ofertas de este tipo han crecido exponencialmente en los anuncios de las plataformas de vivienda y en muchas inmobiliarias. Su precio siempre es significativamente más bajo que el de mercado, aunque, de nuevo, están hechas para inversores, ya que ningún banco concede hipotecas sobre estas transacciones. “Nuda propiedad de una vivienda valorada en 185.000 euros a cambio de un pago único de capital de 91.400 €. La usufructuaria, mujer de 68 años, continuará utilizando el inmueble hasta su fallecimiento”, explica un anuncio de Idealista.
La vivienda se ha convertido en una carrera de obstáculos para quienes buscan casa y los precios van a cerrar este 2025 creciendo a doble dígito. En noviembre, la consultora Tinsa recogía que los precio de venta para casas habían crecido un 13,4% interanual. Pero si se abre más el rango temporal, el aumento es más sorprendente, con una revalorización media del 64,4% desde los precios que se daban en 2015.