El negocio de las residencias de estudiantes: la inversión crece un 150% al calor de la crisis de vivienda
Cuando hablamos del problema de la vivienda todos pensamos en un piso o en una casa en alquiler, pero en los laterales de esta crisis proliferan oportunidades para inversores que nacen de las carencias del sistema. Los estudiantes, siempre con menos ingresos y con un margen de acceso a la vivienda mucho más limitado a la hora de pasar los casting a los que muchos caseros someten a sus potenciales inquilinos, son uno de los eslabones más débiles. “El mercado de la vivienda está imposible para el estudiantado. Al final las residencias de estudiantes son una alternativa, pero tampoco son asequibles si hablamos de 700 euros por una habitación individual o 500 por una compartida”, explica María de los Ángeles Guzmán, miembro de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP). “La vivienda pone una primera criba económica que los estudiantes no pueden pasar, pero además, está llegando el momento en que el piso compartido se está equiparando con las residencias (tradicionalmente más caras)”, concluye.
Por eso, el negocio de las residencias de estudiantes está subiendo como la espuma. En 2025 la inversión en este tipo de alojamiento alcanzó los 1.700 millones en transacciones en España, un 151% más que en el ejercicio anterior, según un informe publicado por la consultora Jones Lang LaSalle (JLL).
El tirón de las residencias de estudiantes lo atestiguan los grandes movimientos empresariales dentro de un ámbito que está dominado por los fondos de inversión. En agosto de este año, el fondo canadiense CPP Investments realizó una operación de compra sobre 22 residencias propiedad de Livensa por valor de 1.200 millones, con la que sumaría 9000 plazas a las 13.000 con las que ya contaba Nido, su filial en el sector, en España y Portugal. En el informe de la consultora detallan quiénes son los principales nombres del sector.
Resa, asociada al grupo inversor holandés PGGM ofrece 11.000 plazas; la gestora de fondos Stoneshield, que controla MiCampus, supera las 8.700 camas y cierra el pódium de mayores inversores por número de plazas CPPIB, propietario de Livensa y Nido, que cuenta con más de 8.200 plazas en España. Y también en lo que se refiere a los proyectos en cartera, las cifras marean, con más de 8.000 nuevas plazas proyectadas por nombres como Azora, uno de los caseros más grandes de España, o el fondo estadounidense Ares.
Jóvenes que no entran al mercado de la vivienda
Pero, ¿qué llama tanto a la inversión en este ámbito? “La movilidad estudiantil nacional e internacional convierte a España en un país muy atractivo para la inversión y el segmento se consolida como un pilar clave dentro del Living”, apunta Paola Erhardt, directora de Living de JLL España. Además de un número de estudiantes que ha crecido en los últimos años —en el curso 2024-2024 había 1,8 millones matriculados, frente a los 1,7 del curso anterior—, la falta de oferta en vivienda asequible ha movido a muchos de estos jóvenes al mercado de las residencias. Otro factor, apunta el informe, el gran número de estudiantes extranjeros que recibe España, que es, además, el principal destino para los Erasmus.
El Consejo de la Juventud de España (CJE) constata lo difícil que es estudiar y emanciparse a la vez. Entre las personas jóvenes con estudios superiores que seguían formándose, el 14,9% se encontraba emancipada a finales de 2024, pero entre quienes no seguía estudiando la tasa de emancipación se eleva hasta un 30%. Y es que sin un empleo es muy difícil vivir fuera de casa sin ayuda.
El sobreesfuerzo económico de quienes viven en pisos se acentúa a medida que descendemos en las franjas de edad más próximas a la etapa universitaria. En el rango entre 18 y 21 años, los jóvenes se dejan el 56,7% de sus ingresos disponibles y uno de cada tres recibe ayuda familiar para pagar la renta, según los datos recogidos en el informe Un problema como una casa, realizado por el CJE.
Y con un mercado del alquiler nada amable, el mercado de las residencias de estudiantes se amplía. En términos macro, el déficit de vivienda para estudiantes alcanzará las 335.000 plazas en 2029-2030, señala JLL. Por lo que el dinero también comienza a fluir en esta dirección. Y en esta potencialidad del mercado reside la fiebre inversora, explica Carlos Balado, profesor de OBS Business School y director de Eurocofín.
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“En España hay una ratio de camas por estudiante del 7%, mientras que en Europa la media ronda el 14% y llega al 34% en el Reino Unido. Y lo que tenemos es una demanda muy alta para una oferta muy escasa”, explica Balado. A esto se suma, que las residencias públicas solo cubren un 9% de las plazas totales. “En términos económicos, invertir en residencias ofrece una rentabilidad de entre un 5% y un 5,3% y es el tercer factor de oportunidad de inversión detrás de los centros de datos y las infraestructuras energéticas”, concluye el profesor.
Barcelona, Madrid y Sevilla, los núcleos principales
“Por número de camas operativas y en stock, las provincias de Madrid (más de 27.700 plazas en stock y 6.300 en proyecto), Barcelona (15.250 operativas y más de 5.800 proyectadas) y Sevilla (9.200 en funcionamiento y más de 2.100 en desarrollo) se consolidan como las tres principales plazas”, recoge el estudio. Son las que más estudiantes acogen, pero también son grandes capitales en las que los alquileres crecen a buen ritmo.
Desde CREUP, Guzmán advierte que la escasa oferta pública en residencias y colegios mayores también supone un cuello de botella para los estudiantes. “Debería fomentarse también la creación de residencias públicas”, añade, porque la crisis de vivienda está afectando de forma “más critica” al estudiantado. “Esto se ha acompañado de una privatización de residencias con precios desorbitados”, advierten en su informe Posicionamiento sobre vivienda estudiantil y piden que, en el medio plazo, la oferta pública aumente en este ámbito por lo que, pese al trasvase que pueda darse hacia el mercado de las residencias, la precariedad parece asegurada.