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DESACELERACIÓN ECONÓMICA

La caída del consumo y la inversión agudizan el frenazo de la economía

La ministra de Economía, Nadia Calviño, en la clausura del Digital Future Society.

La economía española no se libra del enfriamiento global. Pese a los pronósticos del Gobierno, que en julio anunció una revisión al alza del crecimiento del PIB para este año después de que ya lo hubieran hecho tanto la Comisión Europea como el Banco de España, las cifras avanzadas este lunes por la Contabilidad Nacional desinflan el optimismo con que comenzó el verano. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la economía española creció un 0,4% en el segundo trimestre, una décima menos que en el primero, por lo que la mejora anual se queda en el 2%, la menor alza desde 2015.

Aun así, el dato sigue duplicando el crecimiento de la mayoría de los países de la Unión Europea: la previsión para Alemania este año es de sólo el 0,5%, del 1,3% para Francia y del 0,1% para Italia.

Sin embargo, las causas del freno sufrido por el PIB dan alas al pesimismo. O, en sentido inverso, son las malas perspectivas económicas globales, de la mano del Brexit y las guerras comerciales, las que están contrayendo el consumo de los hogares, en el que hasta ahora se había sustentado la recuperación económica españolaen el que hasta ahora se había sustentado la recuperación económica española. Así, la contribución de la demanda nacional al crecimiento del PIB ha caído nueve décimas respecto al trimestre anterior. Por el contrario, la demanda externa –exportaciones menos importaciones– aporta ahora ocho décimas más al crecimiento que en los tres primeros meses del año.

De hecho, el consumo de los hogares ha aumentado sólo un 0,6%, cinco décimas menos que cuando comenzó el ejercicio. Y ello pese a que la remuneración de los asalariados ha crecido un 5,2%, lo que supone la mayor alza desde el tercer trimestre de 2008. Semejante aumento se debe, por un lado, al mayor número de asalariados, un 2,7% más –aunque cuatro décimas por debajo del primer trimestre–, y por otro, a la subida de los salarios, un 2,4%, por encima del 1,9% del inicio del año. Es decir, el empleo se desacelera también, como reflejan las cifras de afiliación de la Seguridad Social –que ha pasado de crecimientos anuales del 3,87% en 2017 al 2,55% el pasado agosto–, aunque a menor ritmo que lo hace el PIB. Todavía se han creado 446.000 empleos a tiempo completo en los últimos 12 meses. Lo que sí crecen son los salarios: lo han hecho este año los del funcionariado, ha subido el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y también están mejorando las remuneraciones pactadas en los convenios colectivos, que el pasado agosto alcanzaban un aumento medio del 2,29%.

Por el contrario, la inflación, cuyo último dato se hizo público también este mismo lunes, está en tasas mínimas desde 2016, con una subida de sólo el 0,1% anual, por lo que la ganancia de poder adquisitivo de los salarios es clara. Sin embargo, ese mayor poder de compra no se está traduciendo en mayor consumo. En consecuencia, se ha disparado, hasta niveles desconocidos desde 2013, la tasa de ahorro de los hogaresla tasa de ahorro de los hogares, que asciende hasta el 8,7%.

También ha crecido, y mucho, el excedente bruto de explotación, que suele identificarse con los beneficios empresariales y alcanza el 3,3%, el dato más elevado desde enero de 2018 y 1,7 puntos por encima de la cifra registrada en el primer trimestre. Una mejora que tampoco se ha dejado notar en la inversión, aquejada de la misma atonía que el consumo de los hogares. Se ha quedado en un 1,2%, lejos del 4,6% en que creció el primer trimestre y la menor tasa anual desde el último trimestre de 2016. La inversión en vivienda ha caído 1,3 puntos, pero la inversión en maquinaria y bienes de equipo es monumental: 10,2 puntos, con lo que registra cifras negativas, un -2,2%.

Frente a esta congelación de expectativas, el crecimiento del PIB se sostiene sobre dos puntales: el alza de las exportaciones y el gasto público. Las ventas al exterior han aumentado un 2,2% respecto al mismo trimestre del año anterior, mientras que las importaciones se han reducido un 0,7%. Pese a las turbulencias que amenazan el comercio internacional por culpa de la guerra de aranceles y la dependencia de las exportaciones españolas de la salud económica de la locomotora alemana –con un crecimiento de sólo una décima en el segundo trimestre–, la demanda externa se ha relanzado durante los últimos meses gracias al repunte de la venta de bienes al exterior.

Más déficit público

A juicio de la CEOE, no obstante, el contexto internacional que se prevé hasta acabar el año no va a permitir que las exportaciones sigan avanzando. Además, la patronal culpa al “deterioro de las expectativas” y al aumento del “efecto precaución” de la congelación del consumo privado y de la inversión.

Para UGT, en cambio, el remedio al enfriamiento económico vendrá de “fortalecer el tejido productivo antes de que sea demasiado tarde”. “España necesita un sector industrial fuerte y avanzado”, asegura el sindicato, así como “un mercado laboral que garantice empleos suficientes y de calidad, más productivos y en el que no haya cabida a la desigualdad”.

De momento, con la subida de los salarios y el alza del empleo los ingresos por cotizaciones a la Seguridad Social han crecido un 7,91%. Lo que no impide que las cuentas del organismo público sufran un déficit de 5.703 millones de euros, según acaba de hacer público el Ministerio de Trabajo. En lo que va de año, el gasto en pensiones contributivas –jubilación, invalidez, viudedad, orfandad– ha aumentado un 5,97% y un 1,32% el de las no contributivas.

El segundo apoyo del crecimiento económico es el gasto público, que se eleva un 2,2%, el mismo ritmo al que lleva creciendo desde el cuatro trimestre de 2018. De forma que el déficit de las administraciones públicas ha experimentado una subida del 8,3% respecto al mes de julio de 2018, de acuerdo con las cifras que ha dado conocer por su parte el Ministerio de Hacienda. De ese desajuste entre ingresos y gastos públicos, 25.233 millones de euros, la Administración central es responsable en 16.332 millones, con un descenso del 16,1%. Sin embargo, las comunidades autónomas han multiplicado su déficit por 60 hasta alcanzar los 3.090 millones de euros. Todas las comunidades, salvo el País Vasco, Baleares y Canarias, tienen déficit. Los ayuntamientos, en cambio, terminarán 2019 con superávit un año más. A estas alturas del ejercicio, sus cuentas en rojo sólo suponen el 0,03% del PIB nacional: 321 millones de euros.

Deuda pública récord

También el Banco de España ha publicado este lunes sus propios datos macroeconómicos. La deuda pública española suma 1,21 billones hasta junio, una cifra récord que equivale al 98,9% del PIB. Aunque por debajo del récord porcentual alcanzado en 2014, cuando llegó a representar el 100,7% del PIB, la deuda pública creció en el segundo trimestre un 0,9% respecto al anterior y un 3,8% en comparación con el mismo periodo de 2018.

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La mayor parte de la deuda pública corresponde a la Administración central –el 88,8% del PIB–. También el mayor aumento anual, un 3,9%. La deuda de las comunidades autónomas supone el 24,6% del PIB y se ha elevado un 2,5% anual. En cifras absolutas, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid son las comunidades más endeudadas. Pero en relación con su PIB, la Comunidad Valencia encabeza la clasificación, con un 42,2%, seguida de Castilla-La Mancha y Cataluña.

Por lo que respecta a los ayuntamientos, su deuda pública se ha recortado un 10,7% respecto a 2018. Los municipios más endeudados son Madrid, Zaragoza y Barcelona. Pero los tres han reducido sus números respecto al año anterior.

Preguntada por el nuevo récord de la deuda pública, la ministra de Economía, Nadia Calviño, ha quitado hierro a la cifra en tanto que se está “siguiendo el plan de emisiones”, que es “muy claro” y ha permitido reducir la emisión neta de deuda en 20.000 millones de euros este año. Por primera vez desde el año 2007, ha destacado, la emisión bruta se situará por debajo de los 200.000 millones de euros y se conseguirá un ahorro “muy importante” de intereses, 2.000 millones en este ejercicio, informa Europa Press.

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