las lagunas de la recuperación

La renta media empresarial crece nueve veces más que la de los asalariados

Las rentas del trabajo crecen menos que las empresariales.

El fisco ingresó en 2017 un 6,4% más por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que el año anterior, un total de 77.038 millones de euros, según el último informe anual de recaudación. La Agencia Tributaria atribuye este considerable aumento –que multiplica por seis el de 2016, de sólo el 0,1%– a la creación de empleo, ya que ni el salario ni el tipo medio efectivo de retención apenas variaron. En efecto, el número de ocupados creció el año pasado un 2,8%, hasta rozar los 18 millones, un alza, si bien dos décimas inferior al alza de 2016, aún cerca del medio millón de nuevos empleos. Pero los salarios continúan sufriendo la misma anemia que parece haberse convertido en la marca de la recuperación tras la gran crisis.

Así, la renta media de los asalariados, tal y como la mide la Agencia Tributaria, sólo creció un 0,6% en 2017, una décima menos que en 2016 y únicamente dos más que en 2015. Un año antes había caído ocho décimas. La estadística la sitúa en 25.038 euros anuales, aún por debajo de la registrada en 2009. Es decir, durante los cuatro años de recuperación económica el salario medio sólo ha subido nueve décimas. La Agencia Tributaria utiliza también como indicador del empleo asalariado el número de perceptores de rendimientos de trabajo en las grandes empresas, aquellas que superan los seis millones de euros de facturación anual, unas 30.000. Son apenas el 1% de los declarantes de IVA, pero representan el 60% de la facturación del tejido empresarial español. Aunque la cifra de los asalariados de estas grandes compañías aumentó un 3,4% en 2017 –dos décimas menos que el año anterior– su retribución bruta media cayó una décima respecto a 2016, corroborando la atonía general de las remuneraciones en España.

Por el contrario, la renta media empresarial declarada en el IRPF aumentó en 2017 un 5,3%, por lo que casi multiplica por nueve el crecimiento de la renta media salarial. Lleva al alza desde 2011, por lo que acumula una subida del 24,9% en los últimos cuatro años.

En consecuencia, mientras las rentas del trabajo declaradas en el IRPF crecieron un 3,8% en 2017, cuatro décimas más que el año anterior, las rentas empresariales se elevaron un 7,1%, 1,6 puntos porcentuales por encima de lo que subieron en 2016, hasta los 33.856 euros anuales. Ese repunte es fruto más del alza de la renta media –ese 5,3% antes citado– que del aumento del número de empresarios y profesionales, un 1,8%.

La renta variable rinde un 18%

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También medran más que las rentas del trabajo las rentas del capital, un 4,9%, casi tres puntos más que en 2016. Estas rentas se componen de los rendimientos del capital mobiliario, los arrendamientos y las ganancias patrimoniales. Estas últimas se dispararon en 2017 un 18,1%, cuando el ejercicio anterior sólo habían crecido un 0,5%. El informe de la Agencia Tributaria lo atribuye a los fondos de inversión, gracias a la mejor cotización de la renta variable. Por el contrario, se han desplomado los rendimientos procedentes de los depósitos y cuentas bancarias, por culpa de la drástica caída de los intereses con que se remuneran.

Además, el año pasado se disparó la recaudación del Impuesto sobre la Renta de los No Residentes, un 16%. No deja de crecer desde 2013. Según la Agencia Tributaria, el aumento se debe al alza del 10,3% experimentado en las retenciones y pagos a cuenta gracias al crecimiento de los dividendos.

Si la recuperación se está notando de pleno en las rentas de empresarios y profesionales, también se refleja en los beneficios de las compañíaslos beneficios de las compañías: han crecido un 11,2%, el triple que en 2016. En 2017 sumaron ganancias por importe de 220.381 millones de euros, por lo que ya superaron la cifra de 2007, el récord de 218.019 millones. Sólo los de las grandes empresas se elevaron un 14,2% y más aún las ganancias de los mayores grupos fiscales, un 18,2%. A este “buen comportamiento de los beneficios empresariales” achaca la Agencia Tributaria el alza en la recaudación del impuesto sobre sociedades, un 6,8% –cuatro décimas más que la del IRPF–. Los ingresos por este impuesto ascendieron en 2017 a 23.143 millones de euros, la cifra más alta desde 2009. En los cuatro años de recuperación, acumulan un aumento del 16%. La subida acumulada de los beneficios de las empresas en ese periodo es aún mayor: un 36,4%.

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