El impuesto sobre el patrimonio afecta a una minoría. En el caso gallego, concretamente, a 8.944 personas, según los datos que acaba de publicar la Agencia Tributaria Estatal (AEAT) que corresponden al año 2023. Se trata de la pequeña parte de la población con un patrimonio superior a 700.000 euros —excluyendo la vivienda habitual hasta 300.000— o cuyos bienes suman, en total, los dos millones.
Ese año, 2023, el patrimonio acumulado por esta parte más rica de la población de Galicia superó los 67.000 millones de euros. En concreto, llegó a los 67.893 millones, lo que supone 8.913 millones más que en 2022, cuando esta minoría estaba compuesta por 8.634 personas, apenas trescientas menos. Este aumento de la riqueza de los más ricos se produjo en plena cruzada de la Xunta para perdonarles impuestos, es decir, en defensa del descuento del 50% en el impuesto sobre el patrimonio que Alfonso Rueda decidió aplicar poco después de llegar a la presidencia, duplicando el 25% que Alberto Núñez Feijóo había comenzado a aplicar el año anterior.
Esta defensa llevó al Gobierno gallego a emprender —y perder— un litigio ante el Tribunal Constitucional contra el impuesto estatal a las grandes fortunas, creado por el Ministerio de Hacienda con la intención declarada de evitar la carrera de descuentos en el impuesto sobre el patrimonio emprendida por gobiernos autonómicos de derecha como el gallego. Así, a partir de 2023, los populares gallegos articularon una reforma presentada como "temporal" para, ante la imposibilidad de tumbar el impuesto estatal sobre las grandes fortunas, evitar que lo que los ricos no paguen a la Xunta por sus descuentos se lo acabasen pagando al Gobierno de España.
Sin embargo, en 2023, el descuento aplicado por la Xunta seguía siendo sustancioso. Según datos de la AEAT, la bonificación gallega liberó a los ricos de pagar 49,5 millones de euros, pero casi 40 de ellos acabaron pagando el tributo estatal a las grandes fortunas. La factura total ascendió a poco más de 79 millones, mientras que en 2022 el pago por este impuesto había sido de unos 10 millones menos.
Acciones en empresas y ladrillo
Ver másLa idea de un impuesto a los superricos para hacer frente a los retos de la UE choca con las reservas de Bruselas
Esto es lo que tuvieron que contribuir los ricos gallegos por un patrimonio en el que tiene un especial protagonismo (casi el 90%) el técnicamente denominado "capital mobiliario". En este apartado destacan las participaciones empresariales en compañías que no cotizan en bolsa (44.000 millones), seguidas de las acciones y participaciones en empresas cotizadas (7.000 millones).
Aunque en menor proporción (casi el 8%), los ricos gallegos también acumulan patrimonio en el sector inmobiliario. Poseen bienes inmuebles por un importe superior de más de 5.000 millones de euros (un 4% más que el año anterior), la mayoría (80%) en zonas urbanas.
Más de 800 millones de euros en seguros y otras rentas, 260 millones en los llamados "bienes suntuarios" (joyas, pieles, coches de lujo, barcos, aviones u obras de arte) o casi 30 millones en monedas virtuales (en 2022 apenas había 2 millones) completan la fortuna de una población rica que, además, es notablemente desigual entre sí. No en vano, solo 723 de esos casi 9.000 ricos acumulan patrimonios que suman más de 52.000 millones. Es decir, el 8% de los ricos controla el 76% del patrimonio de esta población más adinerada.
El impuesto sobre el patrimonio afecta a una minoría. En el caso gallego, concretamente, a 8.944 personas, según los datos que acaba de publicar la Agencia Tributaria Estatal (AEAT) que corresponden al año 2023. Se trata de la pequeña parte de la población con un patrimonio superior a 700.000 euros —excluyendo la vivienda habitual hasta 300.000— o cuyos bienes suman, en total, los dos millones.