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El futuro de la moneda digital

La ‘criptoprimavera’ no llega y el bitcoin se hunde ante un posible dominó de quiebras de plataformas

Vista general de una moneda con el logotipo de la criptomoneda Bitcoin en una tienda de monedas.

El bitcoin sigue copando titulares, aunque es posible que muchas personas ajenas al mundo de las inversiones todavía no sepan definir exactamente en qué consiste. Para algunos, es una moneda de cambio, aunque de momento solo está presente de curso legal en dos países: El Salvador y la República Centroafricana. Para otros, es una reserva de valor, como el oro. Es decir, un lugar en el que invertir cuando vienen oleadas de inflación, para evitar perder poder adquisitivo. Sin embargo, mientras la inflación ha asaltado las economías de los hogares en todo el mundo, el bitcoin no ha hecho más que desplomarse. Este lunes se cumple un año de su máximo histórico, cuando una unidad de esta polémica criptodivisa estaba valorada en unos 65.500 dólares. Este domingo, al cierre de esta edición, cotiza a unos 16.500 dólares, más de un 70% menos. 

La última semana, las criptomonedas, que no dejan de ser activos financieros desregulados y sin supervisión de ningún organismo, han vuelto a ocupar su lugar en los medios de comunicación tras la quiebra en dos actos del bróker FTX, una plataforma de compra-venta de estos activos. En un primer lugar, las autoridades estadounidenses estaban investigando la plataforma, por un posible uso fraudulento en la gestión del dinero de los clientes, mientras que esta sufría por las retiradas de efectivo de sus usuarios. El gigante Binance, que había retirado sus fondos de esta plataforma, planteó una posible compra. Pero en el último momento, dio un paso atrás, dejando a FTX sin alternativas. 

Este viernes, la plataforma anunciaba que se encontraba en bancarrota y su director general, Sam Bankman-Fried, dimitió. Este estadounidense de 30 años, que en 2021 era considerado el menor de 30 más rico del mundo, ha caído en desgracia en una semana. Forbes lo consideraba un “J.P. Morgan moderno”, en relación a uno de los banqueros estadounidenses más ricos e influyentes del sector financiero de finales del siglo XIX. A principios de esta semana, la fortuna de Bankman-Fried ascendía a unos 16.000 millones de dólares, en cifras de la agencia Bloomberg. Este lunes, su patrimonio ya no vale nada

Changpeng Zhao, el director general de Binance, que es con diferencia la plataforma de intercambios de criptomonedas del mundo, ha alertado este viernes en que la quiebra de FTX podría generar una “criptocrisis” en cascada. La quiebra del mencionado bróker se produjo por una falta de liquidez. Queda en el aire si su demolición implicará otra crisis de liquidez para otras entidades. 

El mundo de las criptomonedas ha sufrido otros golpes a lo largo de este año. En mayo, se produjo el colapso de Terra, una de las “monedas estables” con mayor acogida. El objetivo de estas monedas es mantener la paridad con el dólar, se presentan como un valor refugio donde los inversores pueden dejar sus activos en períodos de altas fluctuaciones. Pero Terra perdió la paridad y se desplomó. Lo que el 8 de mayo valía un dólar, hoy vale dos centavos. Es decir, quien tuviera invertidos 10.000 euros en Terra, hoy le quedan 200. Poco después, en julio, quebraron las plataformas Voyager, Three Arrows Capital y Celsius, sembrando más dudas entre los inversores de criptomonedas por la salud financiera de las plataformas de intercambio en una época en tiempos de subidas de tipos de interés.

Las subidas de tipos acorralan a los criptoactivos

Los cuellos de botella en las cadenas de suministros globales por la pandemia, así como la invasión de Ucrania por parte de Rusia, han provocado una escalada global de la inflación. Pero hay muchos más factores que han tensionado los precios. La Reserva Federal de Estados Unidos, tras la crisis financiera y especialmente durante la pandemia, imprimió dólares a un ritmo récord en la historia, lo que ha facilitado, al menos en el país norteamericano, el avance y persistencia de la inflación. Por ese motivo, la FED decidió subir los tipos de interés, arrastrando al resto de bancos centrales del mundo.

El aumento de los tipos de interés supone un revés para el mercado de las criptomonedas, ya que la mayoría de estas plataformas han crecido a gran velocidad gracias al endeudamiento, que ahora se encarece, mientras además el grifo se va cerrando. Este motivo ha facilitado la quiebra por falta de liquidez de FTX y está sembrando dudas de la salud financiera del resto de plataformas, como consecuencia del encarecimiento del crédito. 

¿Hacia dónde va el bitcoin?

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“Teniendo en cuenta la enorme incertidumbre, en un escenario contractivo, creo que el bitcoin seguirá más o menos al mismo precio. Seguiremos en el 'criptoinvierno' hasta 2024”, pronostica Luis Garvía, director del máster en Riesgos Financieros de la Universidad Pontificia Comillas-ICADE. El profesor, cuando habla de “criptoinvierno”, se refiere a uno de los “ciclos” que algunos analistas detectan en la cotización de estos activos financieros. Cada cuatro años, se produce lo que se conoce como halving, que significa que se reduce a la mitad la recompensa que se ofrece a los “mineros” del bitcoin, es decir, los que disponen de programas cuánticos de procesar complejos problemas matemáticos que, con su resolución, poco a poco van emitiendo nuevos activos. Esa reducción de la recompensa, al limitar la oferta, supuestamente, provocaría un aumento de su precio. El ciclo termina cuando el precio sube tanto que se acaba convirtiendo en una burbuja, por lo que acaba bajando hasta el próximo halving. El siguiente tendrá lugar en 2024.

Los seguidores de las criptomonedas confían en que el ciclo de su precio se repetirá una vez que se produzca el próximo halving, sin tener en cuenta otros factores que puedan repercutir. Uno de ellos podría ser la subida de tipos de interés. Tras varios años de política expansiva de la Reserva Federal, uno de los empeños de este banco central es reducir el dinero líquido presente en la economía, para reducir la inflación, mucho del cual se encuentra invertido en los mercados financieros y en el de las criptomonedas.

Garvía no cree que uno de los objetivos de la FED sea “pinchar la burbuja” de las criptomonedas: “La capitalización bursátil del bitcoin es de 320.000 millones de dólares. Parece que es mucho, pero es una cantidad “muy pequeña” en relación a la masa monetaria que respalda el dólar. No está entre los principales problemas de la FED”, añade el profesor. Está por ver cómo afectará a la cotización del bitcoin el encarecimiento del crédito y, por lo tanto, si volverá una "criptoprimavera" o si los últimos acontecimientos constreñirán de manera irreversible el futuro especulativo de estos activos financieros.  

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