Tres elecciones en tres años: Portugal vuelve a las urnas tras fracasar la moción de confianza

Portugal vuelve a ir a las urnas tan sólo un año después de haber elegido a Luis Montenegro. Tal y como se preveía, la moción de confianza presentada por el Gobierno fue tumbada este martes por el Parlamento y, con ello, cae el Ejecutivo y el país inicia un proceso de elecciones anticipadas. Luis Montenegro había sobrevivido a dos mociones de censura, presentadas por el partido de ultraderecha Chega y el Partido Comunista, pero no resistió a la moción de confianza. Sólo los partidos de coalición de Gobierno (Partido Social Demócrata y Centro Democrático Social) e Iniciativa Liberal votaron a favor.
Fue una sesión con olor a campaña electoral porque, sin necesidad de hacer spoiler, todos allí sabían cómo iba a terminar. Sin embargo, el Gobierno pareció arrepentirse de su iniciativa e intentó, al menos en tres ocasiones, que el Partido Socialista cambiara su voto, con tres propuestas al vuelo, pero sin éxito. En el ojo del huracán estaba la empresa familiar del primer ministro, con la que podría haber infringido la obligación de exclusividad, además de haber podido incurrir en un conflicto de intereses.
Montenegro se enrocó en su versión de los hechos y no dio más explicaciones, acusando al Partido Socialista (PS) de “populismo” y de “contaminar el ambiente político, repitiendo falsedades”. “El debate de hoy”, dijo Montenegro al inicio de la sesión, “definirá si los socialistas se unen con la extrema derecha para derribar a un gobierno democrático”. “Si el PS quisiera explicaciones, habría presentado un requerimiento con preguntas”, dijo el primer ministro, insistiendo en que el Partido Socialista retirara la comisión de investigación registrada horas antes del inicio del debate.
Los socialistas quieren obligar a Montenegro a dar explicaciones, porque “es importante que el país vote con todas las dudas resueltas” y, por ello, han presentado una comisión de investigación de 90 días, que escrudiñe los negocios del primer ministro.
Montenegro insistió en que había margen para suspender la moción de confianza y evitar, así, elecciones anticipadas: “Estoy disponible a suspender la sesión con tal de que el PS diga qué información quiere, de qué forma y en qué plazo”. Y, en un giro de guion, el Gobierno pidió la suspensión de los trabajos para reunirse con el PS e intentar llegar a un acuerdo para evitar la moción de confianza.
La propuesta fue rechazada por el Parlamento, con el voto en contra de los socialistas, y la sesión siguió. Pedro Nuno Santos, líder del PS, rechazó cualquier tipo de negociación con el PSD y remarcó que la única forma de evitar las elecciones anticipadas sería la aceptación de la comisión de investigación y la retirada de la moción de confianza. “Las explicaciones tienen que ser públicas. Retire la moción de confianza sin condiciones, y acepte dar explicaciones en la comisión de investigación”, dijo.
El PS quiere que se investigue el papel y el desempeño del primer ministro dentro de la empresa Spinumviva, como prestador de servicios y como su propietario y beneficiario, durante el ejercicio de sus funciones al frente del Ejecutivo. Además, quieren entender cómo "se desarrolló la actividad efectiva de la empresa", es decir, los servicios prestados, los recursos humanos asignados a estos servicios y la adecuación de los importes facturados.
El principal partido de la oposición pretende averiguar si Montenegro cumplió con todas sus obligaciones legales, como por ejemplo cuando tenía que declarar “actos y actividades susceptibles de general incompatibilidades”, identificando las empresas a las que se prestaron servicios que implicaron “pagos directos o indirectos”. Además, cuestionan si el primer ministro cumplió el código de conducta del Gobierno para eliminar los posibles conflictos de interés con relación a los clientes de su empresa.
Antes de la votación, el Gobierno propuso al PS una comisión de investigación de 15 días, primero, y 60 días, después, en vez de los 90 requeridos por los socialistas. El PS no cedió: “No aceptamos chanchullos, la comisión tiene que seguir sus normas”, dijo Pedro Nuno Santos de forma tajante. “Una comisión de 15 días no es seria, es faltar al respeto al Parlamento y a los portugueses. La comisión no puede ser un cambalache, un trueque, una farsa”, sintetizó el diputado socialista Pedro Delgado Alves.
Cabe recordar que la moción de confianza es una prerrogativa del Gobierno y que fue el Ejecutivo quien decidió presentarla en el Parlamento, incluso después de que los demás grupos comunicaran su sentido de voto y, con ello, la muerte anunciada de la legislatura.
Elecciones en mayo
Ahora, la pelota está en el tejado del presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa. Tras la caída del Gobierno, tiene dos caminos: o bien intenta encontrar una solución de continuidad, pidiendo a la coalición de gobierno que proponga un nombre alternativo a Luis Montenegro para el lugar de primer ministro, o disuelve la Asamblea de la República, y convoca elecciones anticipadas.
El segundo camino es el que parece que elegirá Rebelo de Sousa, que la semana pasada ya adelantó una posible fecha para las elecciones: el 11 o el 18 de mayo.
Esta será la tercera vez en tres años que Portugal se ve abocado a unas elecciones anticipadas. Las primeras en enero de 2022, después de que el socialista António Costa viera a sus socios de Gobierno tumbarle los presupuestos. Los comicios dieron la mayoría absoluta al socialista pero dimitiría dos años después, tras verse involucrado en un supuesto caso de corrupción y tráfico de influencias que se terminó desinflando en la Justicia y en el que António Costa nunca llegó a ser imputado.
En ese momento, Costa llegó a proponer el nombre de Mário Centeno, exministro de Economía y actual gobernador del Banco de Portugal, como una solución de continuidad para el Gobierno, pero Marcelo Rebelo de Sousa lo rechazó, convocando nuevas elecciones para marzo de 2024. Ahora, todo indica que hará lo mismo.
La empresa de Montenegro
La empresa Spinumviva fue creada en 2021 por Luis Montenegro, que entonces no ostentaba ningún cargo político, y se dedica a actividades de consultoría para empresas, actividades de viticultura, mediación de seguros y compra y venta de inmuebles.
En junio de 2022, tras ser elegido presidente del Partido Social Demócrata (PSD), Montenegro vendió sus acciones en la empresa a su mujer y a sus dos hijos. Con esta operación, Montenegro pretendía evitar un posible conflicto de intereses y el incumplimiento de la ley de exclusividad. Sin embargo, según el Código Civil portugués la operación sería nula, una vez que Montenegro está casado en régimen de gananciales y, por lo tanto, las acciones de su mujer son también suyas.
Portugal, al borde de las elecciones anticipadas por los negocios del primer ministro
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Uno de los principales clientes de la empresa es Solverde, un grupo de hoteles y casinos que paga un fijo de 4.500 euros al mes y del que Montenegro fue abogado antes de ser elegido presidente del PSD. El semanario Expresso desveló también que todos los demás clientes de Spinumviva fueron conseguidos por Montengro. La sede de la empresa era la casa familiar del primer ministro y, su contacto, el móvil personal del mismo. Además, el escándalo estalló justo en el momento en el que el Gobierno acaba de aprobar una nueva ley del suelo que permite construir en terrenos rústicos.
En medio de la vorágine, salió a la luz la compra de dos pisos por la familia de Montenegro, por 715.000 euros, una operación hecha a pronto pago y de la que no hay registro de las cuentas de donde ha salido el dinero. La oposición exigió explicaciones, que han ido saliendo con cuentagotas y el cerco se fue apretando sobre el patrimonio y los negocios del primer ministro. El Colegio de Abogados ha abierto un proceso para averiguar si ha habido irregularidades en Spinumviva y la Fiscalía General estudia una denuncia anónima contra Montenegro.
Veinticuatro días después del inicio de la crisis política, a la salida de la Asamblea de la República, y en la antesala de unas elecciones anticipadas de las que pareció arrepentirse en el último momento, Montenegro fue lacónico: “Lo hemos intentado todo. Las cosas son como son”.