La empresa americana de citas Grindr expulsa a media plantilla por intentar formar un sindicato

El logotipo de la app de citas gais.

Clément Pouré (Mediapart)

“Entre sindicalistas, llevamos semanas diciéndonos la misma broma", dice Cole* con humor. “Nos preguntamos si recordamos cómo es eso de dormir.” Cole, de 44 años, vive en Estados Unidos, en Wisconsin. Este programador americano lleva unas semanas muy movidas. Contratado este verano por Grindr, la empresa que gestiona la famosa aplicación de citas gay (utilizada por 13 millones de personas LGTBI+ en todo el mundo, la inmensa mayoría homosexuales), enseguida se puso manos a la obra para crear un sindicato. A principios de septiembre fue despedido, junto con el 46% de los empleados americanos de la empresa. 

"Cuando llegué, mis compañeros ya habían planteado la idea de un sindicato, pero aún no lo habían anunciado públicamente", recuerda Cole. El mundo de la tecnología, sobre todo en Estados Unidos, se enfrenta a una creciente inestabilidad, y la llegada en 2022 de George Arison a la dirección de la empresa, un empresario conocido por sus posición conservadora y transfóbica, preocupa al equipo de Grindr. 

Por ello, los empleados se están afiliando a Communications Workers of America (CWA), un sindicato nacional que se ocupa de los trabajadores del sector, entre otros. “El 20 de julio anunciamos públicamente la creación de nuestro sindicato, Grindr United-CWA", afirma Cole. A principios de agosto, recibí una carta diciéndome que la empresa ponía fin a su sistema de teletrabajo y que ahora tenía que ir a la oficina, o me despedirían en dos semanas". 

Le dijeron que fuera a trabajar a la oficina de Chicago, a 250 kilómetros de su casa. "En quince días, con el comienzo del nuevo curso escolar a la vuelta de la esquina, era imposible hacer el traslado. Tuve que dejar Grindr.” 

La carta, enviada a todos los empleados de la empresa, sentó como una bomba. Hacía tiempo que Grindr autorizaba el trabajo a distancia. En abril, en su oficina de Chicago, la empresa había empezado a condicionar la contratación a la adopción de un modelo híbrido. “Varios empleados empezaban a preocuparse", explica Tan*, un sindicalista que sigue trabajando en Grindr. “En junio, la dirección nos aseguró que no habría cambios antes de finales de 2023. El departamento de recursos humanos también nos confirmó por escrito que la introducción de un modelo híbrido no afectaría a los empleados actuales.”  

Casi la mitad de bajas

Grindr United-CWA considera que esta reforma, anunciada por sorpresa en un momento "especialmente sospechoso", es una ofensiva antisindical. “Estamos ante una política de relocalización forzosa", afirma Tan. “A muchos empleados se les ha pedido que se trasladen, a pesar de que viven cerca de una oficina de Grindr. La empresa pidió a un compañero ingeniero que vive en Washington D.C., donde tenemos sede, que se trasladara a nuestras oficinas de Los Ángeles. A otros que viven cerca de Los Ángeles se les ha pedido que se trasladen a Chicago.”  

El 1º de septiembre, los empleados volvieron al trabajo a una oficina medio vacía. "De los 178 empleados de Grindr, 82 se vieron finalmente obligados a abandonar la empresa como consecuencia de esta política ilegal de regreso a la oficina", detalla Grindr United-CWA

Una segunda fase de vuelta a la oficina, prevista para finales de este año, podría provocar más salidas. “El ambiente es deprimente", afirma Tan. “Nadie quería irse, nos han forzado a irnos. Grindr es una empresa emblemática, probablemente la marca queer más visible del mundo. Me uní a la empresa porque quería formar parte de esta aventura. Ahora me quedo para luchar por nuestros derechos.” 

El sindicato destaca otra consecuencia de esta reforma de la organización del trabajo: la salida de la empresa de la gran mayoría de los trabajadores y trabajadoras trans. "En un contexto en el que es extremadamente difícil, en Estados Unidos como en otros lugares, crear una red de asistencia inclusiva, era imposible que nuestros ex compañeros se trasladaran en cuestión de semanas". 

Las personas trans, especialmente afectadas

“Históricamente, Grindr ha tenido un sistema de protección social muy bueno para las personas trans", añade Cole. “También era una de las pocas empresas realmente inclusivas del mundo de la tecnología. Soy un hombre blanco cisgénero, voy a encontrar trabajo fácilmente. Me preocupan más mis colegas trans y no blancos". 

Como la mayoría de los empleados que han dejado la empresa, Cole debería recibir una indemnización de seis meses. “Pero para ello tuve que firmar un documento renunciando a mi derecho a emprender acciones legales contra ellos. Acepté, como mucha gente, porque necesitaba el dinero.” 

El sindicato condenó el acuerdo y lo llevó a los tribunales. “Las últimas quejas del sindicato contra Grindr son infundadas", replica la empresa de citas. “Confiamos plenamente en nuestro equipo y en su capacidad para seguir haciendo avanzar la empresa y conseguir que el mundo y la vida de nuestros usuarios sean más libres, tolerantes y justos". 

Sin embargo, varios empleados con los que hemos hablado están preocupados por el impacto de tantas bajas. Según el sindicato, más del 70% de los ingenieros de Grindr han dejado la empresa, un porcentaje cuestionado por la dirección, que se niega a revelar sus propias cifras. 

En los últimos años, la empresa ha sido criticada en varias ocasiones por sus fallos de seguridad, en particular en lo que respecta a sus datos de geolocalización. En 2021, Datatilsynet, la agencia noruega de protencción de datos, multó a la empresa con 6,5 millones de euros por compartir con anunciantes los datos personales de sus usuarios, en particular su orientación sexual.

  

Caja negra

* Los nombres marcados con un asterisco han sido modificados a petición de los interesados.

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