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Bruselas propone una reforma superficial del mercado eléctrico para evitar picos de precios

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, el 20 de febrero.

La Unión Europea se prepara para negociar una reforma del mercado eléctrico que evite precios de la luz por las nubes durante los próximos años, al tiempo que allana el terreno para la transición de los combustibles fósiles a las energías renovables. Tras una fase de consultas donde gobiernos y empresas han aportado sus ideas, la Comisión Europea ya tiene listo un borrador de su propuesta, que plantea impulsar el mercado de compra de electricidad a largo plazo para evitar el vaivén de precios que suponen las subastas diarias de la luz, el sistema que prima ahora en Europa. 

Bruselas asegura que la mejor forma de proteger los precios de la luz es gracias al impulso de las energías limpias, una apuesta que ya abarata la electricidad en buena parte del continente a medida que los paneles solares y los molinos de viento se instalan a gran escala. "Gracias a sus bajos costes operativos, las fuentes renovables pueden repercutir positivamente en los precios de la electricidad en toda la UE y reducir el consumo de combustibles fósiles", se lee en el borrador al que ha tenido acceso infoLibre y que ha publicado el medio francés Contexte. La propuesta definitiva se hará pública el próximo jueves 16. 

La Comisión hace hincapié en la necesidad de reforzar los mercados a largo plazo a través de contratos bilaterales (conocidos como PPA) y los contratos por diferencia (CfD), dos mecanismos que fijan un precio de la luz a años vista para que la compañía generadora se asegure un ingreso fijo a largo plazo y el comprador no sufra subidas repentinas en la factura. En los PPA el destino de la energía es normalmente otra empresa (como una oficina o una industria), y en las CfD el comprador es el operador nacional de electricidad y el destinatario son los hogares. 

Sin embargo, estos contratos a largo plazo serán opcionales para las instalaciones de generación que ya estén construidas, una propuesta mucho menos ambiciosa que la reclamada por países como España o Francia. El planteamiento español enviado en enero a la Comisión pedía una reforma profunda que obligase a las nucleares y la hidráulica a vender su energía a largo plazo a un precio fijo establecido por el regulador. También sugería que la inmensa mayoría de la electricidad renovable se vendiese mediante CfD, aunque en principio sin forzar a las compañías. 

"Debería establecerse un equilibrio adecuado entre las distintas herramientas [a corto largo y largo plazo]. Pero no debería haber regímenes obligatorios, y debería preservarse la libertad de elegir los contratos pertinentes", señala ahora la Comisión en su propuesta. 

Bruselas solo plantea que sea obligatorio el uso de contratos por diferencia en aquellas instalaciones de nueva construcción que se beneficien de inversión pública. Es decir, si un Estado da ayudas a las compañías, la electricidad generada debe llegar a los ciudadanos a un precio pactado. Y solo podrán acceder a estos esquemas las renovables (solar, eólica e hidroeléctrica), la geotérmica y la nuclear. En este sentido, la presión francesa para asegurar el futuro nuclear ha vuelto a dar sus frutos, al menos en el borrador de la propuesta. 

Sobre los PPA, la Comisión incide en que "proporcionan estabilidad de precios a largo plazo para el consumidor y la certidumbre necesaria para que el productor tome la decisión de invertir". Pero los técnicos del organismo opinan que hay un obstáculo muy grande a la hora de cubrir los riesgos de impago del comprador, al tratarse de acuerdos que pueden superar los diez años. 

"Los Estados miembros evaluarán los obstáculos reglamentarios y administrativos a los acuerdos de compra de energía renovable a largo plazo y eliminarán los obstáculos injustificados y fomentarán la aceptación de dichos acuerdos. Además, los Estados miembros informarán sobre sus políticas para reducir los riesgos financieros asociados a los PPA", señala el órgano ejecutivo de la UE. 

El Gobierno español también sustentó su propuesta en la reforma de los mercados de capacidad, los formados por las centrales de ciclo combinado de gas, las baterías y los mecanismos de gestión de la demanda, que se encargan de suministrar electricidad de manera urgente cuando la generación se hunde repentinamente. Hasta ahora este mercado tiene un uso muy limitado, pero año a año son es más necesario porque las energías renovables no garantizan producir luz el 100% de las horas y dependen de la climatología. 

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El Ministerio de Transición Ecológica planteó pagar un canon a estas tecnologías para estas disponibles en caso de ser necesarias y Bruselas también se hace eco de ello, pero la Comisión deja a un lado las centrales de ciclo combinado y habla de que cada país "diseñe o rediseñe los mecanismos de capacidad para crear un mecanismo de capacidad ecológico y flexible", basado en las baterías y la reducción de la demanda. 

Por último, Bruselas también da un toque de atención a las empresas energéticas y recoge que la futura reforma del mercado eléctrico debe asegurar la protección de los consumidores, que sufren una factura muy cara de la luz y se ven perjudicados por la falta de competencia en el mercado. Para resolverlo, advierten de que los ciudadanos "deben tener siempre la posibilidad de optar por un precio fijo asequible y un contrato de duración determinada, y los proveedores no deben modificar unilateralmente las condiciones antes de que expire dicho contrato". 

También, a medida que los hogares se modernizan con contadores de la luz inteligentes, los técnicos plantean que los consumidores puedan contratar simultáneamente más de una tarifa eléctrica y destinarla exclusivamente a cargar el coche o a alimentar la bomba de calor. "Estos acuerdos darán un mayor control a los consumidores sobre su consumo de energía y sus facturas, al tiempo que proporcionan al sistema eléctrico una flexibilidad adicional para hacer frente a las fluctuaciones de la demanda y el suministro", resume la Comisión.

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