El Gobierno saca de la CNMC a las energéticas para tener más control de un sector que centra el 77% de las multas

El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Justicia, Félix Bolaños; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la presidenta de la CNMV, Cani Fernández, en enero.

El Gobierno resucitará este año la Comisión Nacional de Energía (CNE) ante la creciente importancia que ha tomado este sector tras la crisis de precios de la luz y el gas. El órgano recogerá las competencias que tiene hasta ahora la CNMC, añadirá otras nuevas relacionadas con la transición verde y estará dotado con más presupuesto y personal para mejorar la inspección a las grandes compañías. También pasará de depender del Ministerio de Economía a Transición Ecológica, de forma que sus consejeros tendrán en teoría un perfil más energético que hasta ahora.

La salida de Energía del campo de trabajo de la CNMC supone una pérdida importante para el órgano presidido por Cani Fernández, que seguirá conservando las competencias sobre Audiovisual, Telecomunicaciones y Transporte. La rama energética supuso en 2022 la inmensa mayoría del trabajo de sus técnicos, con más de 2.600 inspecciones realizadas, y sobre el total de expedientes que abrió ese año la CNMC, el 77% fueron de su área de Energía, con multas por valor de 22,7 millones de euros. Tampoco ha ayudado la tensión de los precios energéticos que han sufrido los hogares en los últimos tres años, los problemas para cambiar al mercado regulado de la luz y el gas durante lo más duro de la crisis, y las denuncias sobre las trabas de algunas compañías eléctricas para quien quiere invertir en autoconsumo.

La recuperación de la CNE también supone una cesión de poderes entre ministerios. La CNMC forma parte de Economía y es esta cartera la que propone ahora a sus diez consejeros, mientras que en la futura CNE sus siete consejeros serán a propuestos por la titular del Ministerio de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y tendrán que ser refrendados por la Comisión de Transición Ecológica del Congreso.

Ribera explicó este martes que la renovada CNE tendrá un papel de observador del mercado, como hace hasta ahora la CNMC, pero también servirá como promotor de la instalación de renovables. "No se trata por tanto de [un órgano de] regulación tradicional, vinculado a la eficiencia de los precios y el buen funcionamiento de los mercados, sino que debe favorecer el objetivo europeo de descarbonización", dijo en una rueda de prensa tras el Consejo de Ministros en el que se inició la tramitación de la norma. La creación de la CNE es una promesa que figuraba en el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Sumar. La vicepresidenta tercera también señaló que este proyecto de ley se tramitará por la vía de urgencia y espera que la CNE esté operativa antes de fin de año.

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El Gobierno también argumenta que la carga de trabajo relacionada con la energía en la CNMC ha crecido demasiado en los últimos tres años, y seguirá creciendo en el futuro, por lo que es necesario crear una entidad independiente con más recursos. Según el Gobierno, la CNE servirá de órgano consultivo en materia energética y para resolver de conflictos entre compañías. Además, seguirá monitorizando las quejas de los ciudadanos, una tarea que hasta ahora realizaba sin que fuese oficialmente su cometido. A diferencia de la actual CNMC, que solo abarca luz y gas natural, la CNE también se encargará del mercado de los gases renovables, como el hidrógeno y el biometano, dos sectores que ganarán importancia en la próxima década.

La Comisión Nacional de Energía fue creada en 1998 bajo el gobierno de José María Aznar (PP). Sin embargo, Mariano Rajoy decidió en 2013 extinguir este órgano y unificarlo en la nueva Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), donde se concentraron los siete reguladores existentes hasta entonces. La razón, según diferentes personas del sector, fue que Rajoy no estaba dispuesto a gobernar con los consejeros que había dejado el Partido Socialista antes de perder las elecciones de 2011. "Cada uno lo interpretará a su manera, pero yo creo que el PP no estaba de acuerdo con la cúpula de la CNE y los nombramientos estaban atados. Entonces se le ocurrió hacer una macroinstrucción para empezar de cero", recuerda José Luis Sancha, experto del sector energético en la Universidad Pontificia Comillas.

El Gobierno garantiza que la Comisión Nacional de Energía será "de naturaleza independiente", e insiste en que se necesita una entidad que tenga su propia estructura y presupuesto "para hacer frente a la bifurcación de las funciones de los reguladores energéticos", que cada vez tienen más competencias debido al crecimiento de las renovables. Transición Ecológica pone de ejemplo que la nueva CNE, a la hora de establecer las retribuciones para las redes eléctricas, podrá dar incentivos a las distribuidoras eléctricas que aceleren la instalación de coches eléctricos o el autoconsumo, "así como penalizaciones a quienes mantengan los plazos dilatados". Hasta ahora, estas retribuciones se dan exclusivamente en función de los costes que tenía cada compañía por llevar la electricidad a los hogares.

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