La UE rebajará este año las exigencias ecológicas al campo y espera reformar la PAC antes de junio

Tractores y agricultores en la protesta convocada este lunes en Madrid.

Los ministros de Agricultura de los Veintisiete acordaron este lunes en Bruselas relajar este año las medidas ambientales incluidas en la nueva Política Agraria Común (PAC). Apenas ha pasado un año y tres meses desde su entrada en vigor, pero las mismas instituciones que avalaron esta norma creen ahora que es dañina para los profesionales. Por lo tanto, la Unión Europea ha decidido que en 2024 eliminará algunos de los requisitos agroecológicos obligatorios para recibir el dinero de la PAC, y la Comisión espera reformar esta política común antes de las elecciones de junio para que este parche temporal se convierta en permanente. España era uno de los defensores de estas medidas, que se han consensuado de manera acelerada en apenas un mes tras el levantamiento de agricultores y ganaderos en ciudades de toda Europa. 

La PAC 2023-2027 estaba llamada a ser la más verde en sus 60 años de historia, y lo será, pero de manera menos ambiciosa de lo esperado. El comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, explicó este lunes que el cambio de rumbo es debido a la invasión de Ucrania y al Pacto Verde europeo, que han trastocado el planteamiento original de la PAC, según su opinión. La reunión de los ministros europeos se produjo este lunes bajo una enorme presión del campo. Decenas de tractores cortaron las calles aledañas a los edificios parlamentarios en Bruselas y los profesionales desplazados hasta allí incendiaron barricadas y arremetieron contra los antidisturbios. En Madrid se produjo la manifestación agrícola más multitudinaria hasta la fecha.

Para apaciguar las revueltas, los ministros han pactado paralizar este año tres de las ocho prácticas de Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales (BCAM), unos requisitos ambientales introducidos el año pasado que los agricultores y ganaderos deben cumplir para acceder a las subvenciones anuales de la PAC. De media, este programa trasfiere 5.000 euros al año a cada agricultor y ganadero, aunque las grandes explotaciones llegan a recibir cientos de miles de euros, por lo que nadie en el sector se puede permitir incumplir sus cláusulas. Concretamente, se van a suspender en 2024 las normas que obligan a mantener intacta la cobertura vegetal en algunos periodos del año (BCAM 6), a rotar cultivos cada cuatro años (BCAM 7) y a dejar en barbecho un 4% de las tierras (BCAM 8).

Estos cambios solo afectarían a 2024, pero los 27 ministros de Agricultura han pedido que se reforme definitivamente la PAC para que estas BCAM sean voluntarias de manera permanente hasta 2027. Para ello, la Comisión tendrá que presentar una propuesta formal a negociar con el Consejo y el Parlamento, y Janusz Wojciechowski cree que el proceso podría completarse antes de las elecciones europeas del 9 de junio.

El giro de la Comisión enfadó este lunes a las organizaciones ecologistas, que denuncian el abandono de la senda verde en el campo solo para contentar al sector a corto plazo, pero alertan de que la agricultura no sobrevivirá si no se adapta al cambio climático. SEO/BirdLife y WWF enviaron este lunes una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para pedirle un pacto rural que garantice el futuro de la pequeña agricultura y ganadería, en lugar de deshacer la PAC. "En un país como España, tan afectado por la sequía y otros efectos del cambio climático, señalar al Pacto Verde como el problema solo nos llevará a la agricultura y la ganadería a un callejón sin salida", alertaron las ONG.

Protección de fronteras y enfado con Ucrania

La presidencia del Consejo de la Unión Europea, ahora en manos de Bélgica, también recordó este lunes que algunas de las quejas del campo no pueden ser resueltas por los ministros de agricultura, como la política comercial del bloque ni sus relaciones exteriores con Ucrania.

Este lunes se hizo palpable el enfado de algunos países, especialmente en Francia, con el trato de favor que recibe Ucrania desde que comenzó la guerra. El bloqueo del Mar Negro por el conflicto redujo la salida de cereal de Ucrania a África y Asia, y Europa ha pasado a absorber ese excedente para apoyar la economía del país. Sin embargo, la entrada masiva de grano ha generado excedente en los cinco países fronterizos, mientras que Francia es muy crítico con la llegada de aves de corral a bajo precio. Según el comisario de Agricultura europeo, el déficit agrícola de la UE frente a Ucrania es de 19.000 millones. "Ningún mercado puede aguantar ese aumento de las importaciones en un plazo tan corto", dijo este lunes Wojciechowski, que pidió a la Comisión y a los primeros ministros una solución.

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El sector primario también está en pie de guerra con la entrada de alimentos desde fuera de la Unión Europea, como Marruecos, porque tienen menos exigencias sanitarias, ambientales y laborales, y por lo tanto, tienen un precio más bajo que la producción interna. Los ministros de Agricultura aspiran a endurecer el control aduanero e introducir en los acuerdos comerciales condiciones de producción iguales -las llamadas cláusulas espejo-, pero ese debate va más allá de su competencia. El comisario puso de ejemplo que una caja de tomates marroquíes cuesta un euro en Francia, una cifra imposible de igualar.

Los Veintisiete tienen una decena de nuevos acuerdos comerciales bajo negociación o pendientes de entrar en vigor, y el sector teme que estos productores inunden el mercado con productos baratos. Australia, Chile, India, Indonesia, Malasia, Mercosur (Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay), México, Nueva Zelanda, Filipinas y Tailandia son los candidatos a cerrar lazos comerciales con el bloque y los pactos supondrían la entrada masiva de carnes, azúcar y arroz, aunque Europa incrementaría la exportación de derivados de la leche, carne de cerdo y aves, entre otros.

De hecho, según un estudio de la Comisión publicado la semana pasada, el saldo comercial con estos países apenas variaría si se pusiesen en funcionamiento los 10 tratados. En el escenario conservador las importaciones y las exportaciones crecerían lo mismo, 3.100 millones de euros, por lo que la balanza quedaría igual, mientras que en el escenario ambicioso las exportaciones crecerían en 4.400 millones y las importaciones en 4.100 millones, por lo que Europa sacaría rédito de estos tratados.

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