Entrevista a Edwy Plenel

“El fin de Mediapart no es enriquecer a sus accionistas, sino hacer periodismo independiente de calidad”

Edwy Plenel, cofundador y presidente de Mediapart.

El diario digital francés Mediapart nació en marzo de 2008 de la mano de un grupo de profesionales procedentes de diferentes medios de comunicación, entre ellos, Edwy Plenel, antaño jefe de Redacción de Le Monde. Su apuesta por el periodismo de investigación, independiente de los poderes económicos, políticos y empresariales, les llevó a embarcarse en un proyecto donde los ingresos proceden exclusivamente de las suscripciones. Pese a los pronósticos iniciales de los más agoreros, que dudaban de la viabilidad de la empresa, al tercer año de vida, el diario obtuvo ya beneficios. Este jueves 25 de septiembre, el socio editorial de infoLibre acaba de franquear la barrera de los 100.000 abonados.

Pregunta: Hace poco más de 6 años del lanzamiento de Mediapart, pero acaban de superar los 100.000 socios. ¿Esperaban un éxito semejante?

Respuesta: No esperábamos alcanzar esa cifra en tan poco tiempo, pero sí que confiábamos en que este día iba a llegar. Tenemos 100.000 abonados de pago y 2,5 millones de visitantes únicos al mes, una cifra muy superior a las ventas totales –en kiosco, suscripciones en papel y digital– que registra un periódico como Libération y es casi la mitad de lo que venden diarios como Le Monde o Le Figaro. Y todo esto lo hemos conseguido en menos de siete años. Sin embargo, no estamos sorprendidos por el éxito de este laboratorio que es Mediapart desde su nacimiento.

P: ¿Dónde radica el secreto de ese éxito?

R: Desde un primer momento, cuando en 2007 comenzó a germinar el periódico sin papel que es ahora Mediapart, apostamos por la independencia, por el formato digital y por la participación de los socios. Teníamos muy claro que sólo dependeríamos de nuestros lectores, que Mediapart sería un medio de comunicación sin ataduras y que ofreceríamos información de calidad sólo en formato digital, conservando lo mejor del periodismo tradicional. Queríamos ser un medio de comunicación totalmente participativo, abierto a nuestros lectores. En ningún momento hemos renunciado a esos principios, lo que nos ha permitido avanzar día a día, sin descanso, sin dar un paso atrás.

P: En línea con la independencia que preconizan, el último eslogan de Mediapart dice: Sólo pueden comprarnos nuestros lectores. ¿Sigue siendo necesario insistir en que el periodismo de calidad sólo puede ser de pago?Sólo pueden comprarnos nuestros lectores

R: Apostamos por la independencia de las informaciones que publicamos, que tienen un valor añadido con respecto a los artículos que se pueden leer en el resto de la prensa. Nuestros socios saben que lo que pueden leer en Mediapart no lo encontrarán en ningún otro medio de comunicación. Ofrecemos un enfoque diferente, un análisis distinto y nuestros profesionales tienen que ser remunerados en consecuencia. Puesto que no estamos dispuestos a doblegarnos a presiones comerciales, desde el primer momento renunciamos a financiarnos con publicidad y optamos por ser un medio íntegramente de pago.

P: En una época en que las redes sociales parecen invadirlo todo hasta desdibujar la frontera entre lo que es información y lo que son hechos u opinión, ¿cómo explica la importancia de la prensa libre?

R: Mediapart se sostiene en dos patas muy bien definidas. Una de ellas es el periódico propiamente dicho y otra es lo que denominamos Le Club. El objetivo del diario es publicar informaciones de interés público que nutran el debate ciudadano. Distinguimos perfectamente la información rigurosa y seria de la opinión y de la participación que resulta de aquélla y que tiene cabida en el Club. En una época de opacidad política, Mediapart debe a sus socios transparencia total. En los tiempos que corren, es necesaria una prensa independiente como contrapeso a los que creen estar por encima del pueblo y que dicen saber lo que es bueno para él, ya estén a la derecha o a la izquierda. Defendemos el derecho a saber, nadie puede indicarnos cuál es el camino correcto, sino que creemos que Mediapart es la senda democrática por la que ir juntos, deliberar, intercambiar opiniones hasta dar con ese camino. La libertad no es expresar una opinión, porque cada uno tiene la suya. Se trata de presentar las verdades, los hechos. Y esas verdades hay que ir a buscarlas. Eso es lo que hacemos en Mediapart [y también en infoLibre].

P: Las investigaciones y las informaciones críticas publicadas por Mediapart sobre el Gobierno socialista de François Hollande llevaron a forzar la dimisión de su ministro de Presupuesto Jérôme Cahuzac, tras revelar que este no había declarado unas cuentas en Suiza. ¿Cómo reciben sus socios, afines a la izquierda, este tipo de informaciones?

R: Estas revelaciones nos han permitido ganar credibilidad a ojos de personas que ideológicamente pueden estar en las antípodas. Ese es el verdadero éxito, que nos lean incluso quienes discrepan porque significa que confían en nuestras informaciones, que vamos en la buena dirección, que nuestra independencia está demostrada. Sin embargo, con quien más hemos tenido que pelearnos, paradójicamente, es con la propia profesión. En un momento de enorme crisis en los medios de comunicación, el periodismo político que se practica tiende a intoxicar, a dar opiniones en lugar de investigar o presentar hechos. Curiosamente, es en los medios de comunicación donde se han recibido peor nuestras informaciones.

P: ¿En qué trabaja Mediapart para los próximos meses, alguna novedad o cambio reseñable?

Trabajamos para seguir generando contenidos. Para realizar reportajes sobre asuntos internacionales, sociales, económicos. Para trasladar lo que sucede en la calle, seguir con las investigaciones. Todo eso va en nuestro ADN desde el principio. Progresivamente, le estamos dando más peso al fotoperiodismo y seguiremos apostando por los debates, las emisiones en directo y en streaming desde la redacción, por los documentales. Nuestro objetivo es seguir haciendo periodismo, sin perder nuestra independencia. El fin de Mediapart no es repartir beneficios y enriquecer a nuestros accionistas, sino hacer contenidos de calidad. Mediapart no está en venta y debe garantizar el futuro de los profesionales que lo componen y los que vendrán. Para ello, el laboratorio que es este periódico debe seguir con los experimentos. El modelo en que nos basamos no es inmóvil, debemos seguir apostando por la innovación y mantener una interacción continua con los lectores, para reaccionar ante sus estímulos y adaptarnos.

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P: ¿Cree que el número de socios de Mediapart puede seguir en aumento o piensa que puede haber alcanzado su techo?

R:

Si seguimos trabajando como hasta ahora, no hay razones para pensar que el crecimiento se vaya a detener. Hacemos una prensa para el siglo XXI y nos queda bastante recorrido por delante. Además, he prometido que cuando lleguemos a los 200.000 socios, me afeitaré el bigote.

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