“Un clavo más en el ataúd de un sector precarizado": los artistas gráficos se rebelan contra la IA

La portada del nuevo disco de Estopa, 'Estopía'.

Realizar una ilustración en unos pocos minutos. Es lo que permiten los avances de algunos programas de inteligencia artificial. Muchos artistas como Estopa, Goyo Giménez o incluso el Ministerio de Infancia han hecho uso de esta tecnología para realizar sus campañas promocionales sin tener en cuenta, en un principio, las consecuencias que pueden ocasionar a los profesionales de las artes gráficas. El dúo de Cornellá publicó hace dos semanas la portada de su nuevo disco, Estopía. Una imagen que trata de imitar el afamado cuadro de El Bosco, El Jardín de las Delicias, pero en este caso no fue pintado por ningún artista. Muchos ilustradores rápidamente criticaron el uso de la IA en la creación de la portada y les reprocharon que “esta tecnología también puede hacer música”. Estopa publicó dos días más tarde un comunicado en defensa del uso de esta herramienta por parte de su diseñador gráfico debido a la “falta de tiempo y presupuesto”. Una portada que, a pesar de las disculpas de los hermanos Muñoz y de las críticas recibidas, no ha sido eliminada.

Todas estas prácticas, que cada vez son más habituales en el diseño gráfico, tienen como principales afectados a los artistas gráficos. Nia Soler, ilustradora y escritora valenciana, explica a infoLibre que “la IA representa un deterioro enorme de las condiciones laborales en el sector y la consecuente precarización del mismo”. Por suerte, Soler asegura que aún no es una tendencia, pero mira al futuro con temor. “Puede fomentar que las empresas e instituciones vean la inteligencia artificial como una forma para prescindir de los profesionales creativos porque resulta más económico. Eso contribuirá a aumentar el desempleo para nosotros”. Gervasio Pérez, un ilustrador vasco afincado en Madrid, critica que “las campañas institucionales generadas por IA ya están quitando encargos a los ilustradores”. Pérez subraya que “los artistas gráficos no estamos en contra de la tecnología, sino del uso ilícito que realizan las grandes empresas, lucrándose a nuestra costa”.

Esta amenaza respecto al empleo y a la continuidad del sector ha provocado que los ilustradores y otros artistas gráficos se hayan unido para exigir la regulación urgente de la inteligencia artificial. Soler, al igual que otros compañeros de España y Latinoamérica, forman parte de Arte es Ética, una alianza de la que forman parte muchos artistas hispanohablantes y sindicatos, como CGT y Solidaridad Obrera, que no son demasiado optimistas y definen la IA como “un clavo más en el ataúd de un sector que está precarizado”. 

La IA y su legislación

Desde el cubismo de Picasso hasta la animación de los estudios Pixar: la inteligencia artificial puede realizar cualquier tipo de ilustración con base en el estilo que decidamos. Sin embargo, hay un factor que no se suele tener en cuenta: se apoya en la recolección de las obras de otros autores sin su permiso. Marta C. Dehesa, abogada y asesora especializada en propiedad intelectual, explica a infoLibre que las empresas que comercializan estas herramientas “se han saltado todos los sistemas de propiedad intelectual”, ya que “el autor es el poseedor de la obra y decide quién puede y cómo se debe usar”. En cambio, las IA han sido desarrolladas a través de las creaciones de una gran cantidad de autores sin su autorización, por lo que Dehesa observa que a nivel jurídico cualquier producto creado por esta tecnología es “ilícito”.

Ante esta amenaza comandada por grandes compañías, la abogada alavesa asegura que “los ilustradores podrían probar ante un juez la existencia del plagio de su estilo por parte de una IA, pero es muy difícil confirmar que las empresas hayan retirado sus obras de la base de datos incluso con una sentencia de por medio”. Esta falta de protección jurídica ante la IA en este y otros muchos ámbitos ha provocado la llegada de la Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea. Dehesa considera que “esta ley permitirá a los autores establecer una reserva de los derechos de propiedad intelectual de manera voluntaria frente a estos sistemas”, pero critica que “la ley carga excesivamente la responsabilidad sobre los creadores en vez de exigir a la empresas que sean ellas la que deban pedir las autorizaciones”. Una ley, que a pesar de su urgencia, según Dehesa, no entrará en vigor hasta 2026 y no tendrá carácter retroactivo.

La abogada alavesa asegura que “hubiera sido poco probable que esta norma defendiera la propiedad intelectual” sin la intervención de la alianza principal de ilustradores y artistas gráficos europeos en favor de la regulación de la Inteligencia Artificial, European Guild for Artificial Intelligence Regulation (EGAIR). Una organización que está presente en los 27 estados miembros de la UE y de la que forma parte la alianza Arte es Ética. 

El papel de las instituciones

Antes de la formación del nuevo gobierno, el Ministerio de Cultura —en ese momento presidido por Miquel Iceta— ya comenzó a trabajar con las organizaciones españolas que formaban parte de la alianza EGAIR. Fue en una reunión celebrada en septiembre del año pasado en la que destacó la ausencia de los principales sindicatos estatales, CCOO y UGT. No obstante, Félix Iglesias, secretario de Comunicación del sector de Medios de Comunicación, Artes, Cultura, Ocio y Deporte de CCOO, explica en conversación con infoLibre que “se trató de un despiste del ministerio, del que después se disculparon”. 

El gabinete de Iceta trasladó su apoyo a los profesionales y el compromiso de trabajar para la regulación de la IA. Con el cambio de legislatura, los sindicatos esperan celebrar pronto nuevas reuniones con el nuevo ministro, Ernest Urtasun, que en reiteradas ocasiones se ha mostrado a favor de proteger a los artistas frente a esta herramienta. “Debemos ser las instituciones públicas quienes trabajemos, las Instituciones europeas, para que la IA no sea un mecanismo de desposesión del propio trabajo y de los derechos de los trabajadores”, manifestó el ministro a finales de enero en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados.

Los agentes del sector reclamaron en esa primera reunión con Iceta que el Gobierno podía implementar algunas regulaciones para evitar las vulneraciones que estaban ocurriendo. Sobre todo, insistieron en la responsabilidad de las instituciones respecto a la normalización de la IA en las subvenciones, concursos y premios, según un miembro del sindicato CGT, una de las organizaciones que estuvo presente en dicho encuentro. 

Sin embargo, CGT asegura que “este compromiso no ha sido comunicado al resto de ministerios”. Esta afirmación gira en torno a la polémica generada por la campaña del departamento de Infancia relacionada con el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia en la que utilizó imágenes generadas a través de inteligencia artificial. Unos dibujos que eliminó unas horas después tras el gran número de críticas recibidas. “Este debate merece una profunda reflexión y el sector, una disculpa”, aseguró el ministerio en su perfil de la red social X. 

Los concursos son otro de los ámbitos en los que la IA está generando una mayor controversia y las administraciones locales están siendo acusadas de no poner todos sus esfuerzos por detenerla. Los portavoces de CGT y CCOO denuncian que las administraciones “no tratan de controlar o prohibir la participación” de aquellos proyectos que se realizan con dicha tecnología. A raíz de esto, en las últimas semanas varios ilustradores —Sergio Iborra, Rubén Lucas García o Ángel Ligero, entre otros— conocidos por sus repetidas victorias en estos concursos, han sido acusados de utilizar la IA debido a la estética y similitud de sus carteles. Ángel Ligero admitió su uso tras proclamarse vencedor del cartel del Carnaval de Badajoz de 2024.

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Esta situación ha llevado al Ministerio de Cultura a promover la inclusión de una cláusula en los Premios Nacionales para que no resulten ganadoras las obras creadas “íntegra y exclusivamente” por inteligencia artificial. Así queda recogido en la guía de buenas prácticas relativas al uso de la IA que el gabinete de Ernest Urtasun incluirá en sus propios procedimientos y que se centran también en otros dos ámbitos: la contratación de servicios y actividades creativas y las subvenciones.

Diferencias entre los sindicatos

Ante los problemas generados por esta tecnología, la disparidad de opiniones de las grandes organizaciones es otro de los problemas que afecta al sector. Iglesias remarca en varias ocasiones que CCOO considera que “la IA puede ser un problema, pero también una oportunidad”, pero “se deben poner esfuerzos en legislar para que no afecte a los trabajadores”. El otro sindicato con mayor presencia, UGT, también aboga por la legislación de la IA en distintos sectores (ilustración, diseño gráfico, periodismo, cine…). 

A pesar de sus reivindicaciones, ninguno de ellos forma parte del manifiesto europeo EGAIR e incluso a UGT se le ha acusado de utilizar esta herramienta en dos ocasiones para sus campañas de redes sociales. Esto contrasta con la postura de otros sindicatos como CGT y Solidaridad Obrera que inciden en que “el uso de la IA supone el robo y la destrucción del trabajo de los ilustradores”.

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