TELEVISIÓN

Terremoto en RTVE: Elena Sánchez es cesada después de que consiguiera fulminar a su director de contenidos

La presidenta interina del Consejo de Administración de la Corporación RTVE, Elena Sánchez comparece en la Comisión Mixta de control parlamentario de RTVE en el Congreso, este jueves.

Terremoto en RTVE. La presidenta interina, Elena Sánchez Caballero, ha sido cesada este martes por el Consejo de Administración del organismo, a propuesta del consejero Roberto Lakidain, nombrado en su día por Unidas Podemos. Han votado a favor del cese de Elena Sánchez los tres consejeros propuestos por el PP, los otros dos propuestos por el PSOE, y el propio Lakidain. José Manuel Martín Medem, proveniente del PCE y nombrado en su día a propuesta de Unidas Podemos, ha votado en contra. El designado por el PNV se ha abstenido, según ha adelantado Marcos Méndez en el portal Vertele.

Previamente, la presidenta había roto el orden del día al proponer el cese del director de contenidos, José Pablo López, que salió adelante con los votos de los tres consejeros propuestos por el PP (Jenaro Castro, Carmen Sastre y Consuelo Aparicio) y uno de los dos consejeros a propuesta de Unidas Podemos (José Manuel Martín Medem), y la propia presidenta. En contra, votaron los dos propuestos por el PSOE, Ramón Colom y Concepción Cascajosa, el propuesto por el PNV, Juan José Baños, y el otro propuesto por Unidas Podemos, Roberto Lakidain. 

Tras el cese de Elena Sánchez, la presidencia será rotatoria y ostentada por cada uno de los ocho consejeros restantes, ya que en septiembre de 2022 se produjo la dimisión del anterior presidente José Manuel Pérez Tornero. Para complicar aún más las cosas, dentro de este mes de marzo tenían que cesar cinco de ellos (los propuestos por PP, PNV y uno de los designados por Unidas Podemos) elegidos por sorteo previo. Hay que recordar que para la designación parlamentaria de los sustitutos es imprescindible una mayoría de tres quintos, imposible sin el concurso de PSOE y PP, con lo que se repetiría el bloqueo que mantiene desde hace más de cinco años sin renovación el Consejo General del Poder Judicial. Si a esto le sumamos el cese del hasta ahora director de contenidos, José Pablo López, se produce un vacío en la cúpula que ha de tomar las principales decisiones. 

Ante una situación relativamente similar, el Gobierno de Pedro Sánchez designó, hace cinco años y por decreto ley, a una Administradora Provisional Única (Rosa María Mateo), que gobernó RTVE durante casi tres años, hasta que PP y PSOE acordaron la creación de un nuevo Consejo de Administración que otorgó la presidencia al citado Pérez Tornero. 

Broncano, el detonante

A esta situación se ha llegado tras sucesivos desencuentros internos, sobre todo por la contratación de David Broncano y su programa por TVE. No ha sido el único pero sí ha sido el detonante de la crisis. En principio, la productora proponía que fuera por cinco años, un tiempo que RTVE consideró excesivo y lo redujo a tres en la propuesta de la semana pasada, que no fue aprobada por el Consejo, al abstenerse la presidenta. Este martes se trataba de reducir el contrato a dos años, aunque con la opción de cancelarse al término del primer año si no alcanzaba el 7,5 % de audiencia.

El objetivo era situar, inmediatamente después del telediario de noche, un espacio que pudiera competir contra El Hormiguero, de Antena 3, y favorecer así a los programas que se emiten en la franja de mayor audiencia del día, según iniciativa del director de contenidos, rebajada por la presidenta, y que ha culminado en los acontecimientos de esta jornada. 

La crisis que ha estallado en las últimas horas no es sino la continuidad de un modelo para RTVE que solo ha tenido periodos de estabilidad cuando una determinada formación política ha gozado de mayoría absoluta en el Parlamento. Sin embargo, como se demostró durante el gobierno de Rajoy, esa estabilidad se basaba en la sumisión absoluta a las directrices que emanaban del propio ejecutivo, contraviniendo de manera flagrante los principios de pluralidad, rigor y veracidad que emanan del propio estatuto. Por fin y tras la moción de censura que apeó del poder al PP, se pactó una reforma de las normas para que la cúpula de este medio público fuera elegida por consenso de tres quintos del Congreso y con participación de varias partidos, que habían de consensuar su presencia en el Consejo de Administración.

No obstante, la constante confrontación política impidió que la presidencia fuera otorgada a quienes obtuvieron la mayor puntuación a juicio de un Comité de Expertos encargado de seleccionar a los candidatos en razón de sus méritos acreditados y la bondad de sus proyectos para el futuro de la empresa. La pelota volvió a caer en exclusiva entre los partidos políticos con representación parlamentaria y se entró en un impás, solo resuelto por la decisión del gobierno de Pedro Sánchez de nombrar una Presidenta Provisional Única que puso al frente de RTVE a Rosa María Mateo durante casi tres años, que pasaron con más pena que gloria, y que condujeron a un nuevo acuerdo político, que no fue sino un reparto del Consejo entre las principales formaciones con cuatro miembros para el PSOE, tres para el PP, dos para Unidas Podemos y uno para el PNV.

En teoría se llegaba así a un cierto pluralismo, que se rebeló irreal desde la toma de posesión, ya que cada consejero defendía en exclusiva las instrucciones del grupo que le había designado. Por fin, y con la participación activa del en principio designado, José Manuel Pérez Tornero, se llegó a su nombramiento formal, que tuvo desde el principio críticas furibundas de consejeros de Unidas Podemos, PP, e incluso de algún disidente del propio PSOE, a cada decisión del presidente, que aguantó un año y medio turbulento hasta que el propio Gobierno le dejó caer y provocó su dimisión. 

Le sucedió Elena Sánchez Caballero, pero la deriva del Consejo de Administración seguía imparable, con posturas encontradas y con una composición que no respondía a la realidad política tras las sucesivas elecciones. La situación aún se complicó más con los enfrentamientos internos dentro de la propia dirección, que culminaron con la inasistencia de los directores operativos a un Comité de Dirección, convocado por la presidenta. 

Llegados a este punto y final, tanto para Elena Sánchez como para José Pablo López, el balance tiene más sombras que luces. La primera se encontró con un director de contenidos, nombrado por Pérez Tornero, en el que no confiaba; el segundo, del que dependía toda la TVE, a excepción de los Informativos, arrojado en manos de productoras externas, con escasos aciertos y múltiples errores que se han continuado con programas para los horarios de mayor audiencia que se quedaban en un cinco por ciento. No obstante, TVE lograba elevar sus audiencias merced a las transmisiones en directo, sobre todo de fútbol, gracias a los derechos adquiridos en tiempos de Pérez Tornero, y a un repunte de los Informativos que han logrado superar a los de Telecinco desde la mitad de 2023. 

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