Esto no va de audiencias; esto no va de política. No, esto va de los telediarios del lunes en TVE, promocionados como el aniversario de un año del primer estado de alarma de la pandemia.
Preguntaba, claro que preguntaba, pero sobre todo conversaba. Nunca buscaba la confrontación. Se acercaba al invitado de turno, le hacía sentir que él solo escuchaba, que el importante era el entrevistado.
La cadena pública apostó por la vuelta de Ana Obregón ante las cámaras en el año en que ha perdido a su hijo Alejandro, víctima, a los 27 años, de un cáncer. "Me emociona despedir este año tan difícil para España y para mí", dijo, y esa emoción traspasó la pantalla.
Los trabajadores de RTVE han demostrado este jueves, a través del Telediario 2, que hay talento, ilusión y capacidad de trabajo para ofrecer un ejemplo de buena televisión pública.
El estreno de Las Cosas Claras en La 1 de TVE no es el inicio de un programa cualquiera. Es una apuesta arriesgada y valiente de la actual dirección.
La batalla televisiva era, en esta ocasión, por el prestigio: poner en evidencia que ningún competidor puede demostrar el músculo de TVE en la información internacional.
Podría parecer que Yolanda Álvarez relata una epopeya en el mar con final feliz. Nada más lejos de la letra y el espíritu de su obra: desde la primera línea hasta la última lo que se cuenta está centrado en las personas.
Se ha impuesto un equivocado y vergonzante argumento por el que han decidido colgarse medallas de independencia a costa de dar alas informativas a Vox y PP.
'La Hora de La 1' se enfrenta a los espacios similares que emiten Telecinco y Antena 3. Ana Rosa Quintana y Susana Griso tienen, en ese orden, un público estable y fiel.
El espacio informativo ha sido desde su fundación, con Fran Llorente y Lorenzo Milá, una ventana alternativa por su mirada hacia contenidos dados de lado en los telediarios tradicionales, por la forma nada convencional, hasta experimental, en su elaboración y por su lenguaje directo y cercano.
TVE y RNE han pasado a ser noticia por ellas mismas con una cascada de ceses, dimisiones, traslados o nombramientos poco o nada justificados. ¿Qué está pasando en RTVE?
El poder se va transformando, equilibrando y reequilibrando, pero siempre, bajo el aura que despide de fuerza y dominio por ello, en el siglo XXI, tal vez, la forma de obtener el poder por parte de las grandes potencias no sea a través de la guerra convencional como en siglos anteriores sino, a través de la economía.
www.infolibre.es ISSN 2445-1592