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Librepensadores

El modelo económico de la oposición venezolana

Juan José Torres Núñez

El 2 de febrero la revista conservadora de la City de Londres, The Economist, publicó tres artículos de fondo para proponer el nuevo modelo de economía neoliberal de la oposición venezolana y acabar así con el legítimo presidente, Nicolás Maduro. Nos referimos aquí al primer artículo: El día después. Cómo puede la economía de Venezuela recuperarse del régimen de Maduro. Da una serie de recetas basadas en “la mano invisible” del libro publicado en 1776 por el economista Adam Smith, Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones. Él creía que “si el gobierno se abstiene y no interviene en la libre competencia, los problemas industriales se resuelven y la máxima eficiencia se restaura. Esta misma doctrina se aplica a las relaciones internacionales […] y al libre comercio”.

Según el Executive Intelligence Review, el artículo propone restaurar los derechos de la propiedad y el dominio del mercado libre, sobre todo eliminando cualquier control o regulación. Sin embargo, resulta chocante que a pesar de la crisis humanitaria se nos diga que “se impondrá la austeridad”. Se trata pues, de un plan para aplicarlo el día después, una vez que Maduro sea derrocado, en donde se propone eliminar cualquier control de precios y hacer un ajuste de los precios del petróleo, garantizando la total independencia del Banco Central, con una “reestructuración de las compañías estatales para una privatización eventual”. No sorprende que pidan una “expansión fiscal” para abordar la crisis humanitaria y “el colapso de los servicios” por medio de una financiación con dinero extranjero, como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Todos sabemos lo que significa el endeudamiento con el FMI y la austeridad que proponen. Esto significa que el pueblo venezolano se asegurará la pobreza durante muchos años. Como hemos visto en Argentina, la austeridad del FMI traerá una economía de casino con hambre, recesión y desempleo.

El profesor Torres López señala, en su libro Economía para no dejarse engañar por los economistas, que la intervención del Estado en la economía es imprescindible, aunque los economistas liberales afirmen que “el mercado es la suprema expresión de la libertad”. El Estado tiene que actuar “como regulador de la vida económica y social” para establecer normas de obligado cumplimiento. El Estado, pues, actúa “como ejecutor de la política económica que trata de corregir los grandes desequilibrios económicos”. Estas palabras se contradicen con “la mano invisible” del liberalismo, que no quiere ni control ni regulación. El artículo propone una “reestructuración” para privatizar todo y poner el país en manos de las compañías petroleras, que es en definitiva la razón para dar un golpe de Estado. (Las indicaciones de John Bolton quedan muy claras. Ya está llamando a las compañías petroleras para que opten por invertir en Venezuela una vez que Maduro sea derrocado. Bolton opina que “será una gran diferencia para Estados Unidos económicamente si pudiéramos tener compañías petroleras estadounidenses invirtiendo y produciendo las capacidades del petróleo en Venezuela”). El profesor Torres habla de “desequilibrios” y de desigualdades, pero a “la mano invisible” le importa muy poco estos asuntos. En el siglo XIX Dickens ya se dio cuenta de este sistema injusto en su libro Tiempos difíciles, pues los trabajadores quedaban abandonados frente a los industrialistas y los legisladores, que no tenían compasión.

El cambio de régimen promovido por Estados Unidos en Venezuela, con la ayuda de la oposición que está traicionando a su pueblo, varios países de América Latina y de Europa, está aislando al país del mundo, después de haberle robado su dinero, con el que le sobraría para ayudar a su gente, tiene un nombre: terrorismo económico y político. Pero estas medidas son muy contraproducentes. Sus acciones causan un gran antiamericanismo en todo el continente y en todo el mundo. Como observa el profesor Steve Ellner en su artículo Regime Change Made in USA, llamar a los militares para que salven a Venezuela tiene unas consecuencias terribles para un continente con una larga historia de dictaduras militares.

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El periodista John Pilger sostiene que el colapso de los precios del petróleo desde 2014 es el resultado de las manipulaciones criminales de Wall Street. Ya tenemos el antecedente en 1970 con Richard Nixon y Henry Kissinger cuando ahogaron la economía chilena para preparar el camino al dictador Pinochet. Maduro ganó las elecciones con el 68%, es decir, con 6.248,864 votos y los 150 observadores internacionales manifestaron que fueron limpias. El expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter dijo que el proceso electoral había sido de los mejores y añadió que “el de Estados Unidos es de los peores por el énfasis que se pone en el dinero de la campaña”. ¿Quién ha elegido al títere de Juan Guaidó? Si la CIA consigue hacerlo presidente, Venezuela se pondrá a la venta. Conviene recordar que la última vez que Washington tuvo el control de Caracas, la pobreza alcanzó proporciones históricas. Había asistencia sanitaria solo para el que podía pagarla y la educación no era para todos. Por eso Pilger considera que la guerra sobre Venezuela se ha construido con mentiras. Y el nuevo modelo económico ya está preparado.

En Venezuela hay mucha corrupción, como en los demás países del mundo. Nicolás Maduro ha cometido muchos errores, pero será Venezuela y los venezolanos los que tendrán que resolver sus problemas por medio del diálogo, como Estados Unidos le está permitiendo a Haití. ¿Por qué no hace lo mismo con Venezuela? ¿Quién es Estados Unidos para imponer a un país soberano lo que tiene que hacer? En realidad el imperio es una dictadura que defiende la democracia de las élites financieras, olvidando la miseria que el neoliberalismo está causando a los demás desprotegidos, imponiendo un sistema inhumano, aberrante y cruel. Un sistema en donde 2018 ha sido testigo del enorme desequilibrio entre la riqueza acumulada por un 1% y la pobreza de los demás. Un sistema en donde se nos vende la mentira como verdad. Un sistema en donde los medios de comunicación nos están constantemente lavando el cerebro. Un sistema inmoral y perverso. Un sistema en donde la traición de la oposición venezolana está deseando formar parte. ______________

Juan José Torres Núñez es socio de infoLibre

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