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La cultura une

César Moya Villasante

Viendo un célebre concurso de televisión hace pocos días, un equipo de concursantes cuentan su trabajo de profesores de primaria en donde se acoge a chavales llegados de diversos países, algunos en pateras. Explican su buen trabajo de enseñarles la integración en un país del que no conocen ni su idioma. Y cuentan cómo unen a esos chavales comentando las palabras en los diversos idiomas que en la clase se manejan, aparte de una enseñanza común, haciendo una labor de integración y humanística que me pareció maravillosa. O sea, la unión de culturas diferentes hacia gente que trata de vivir y de comer. Nada menos. Hasta ahí lo positivo.

Pero cuando veo eso y luego asisto a los enfrentamientos de basura intelectual entre políticos que solo usan la palabra para crear diferencias entre españoles pienso en lo difícil que es este país que nos legó una Guerra Civil creadora o aumentadora de dos bandos que no se reconcilian después de 80 años. Una derecha que trata de abrir aun más distancias entre diferentes para crear una España de pensamiento único en la que catalanes o vascos o republicanos o gallegos, deben de incorporarse a ese pensamiento a la fuerza, sin contar con que eso es imposible. Una derecha que está tratando de atraer a una juventud que no sabe lo que es España, hacia una bandera y un himno, simplemente sin entender que este país es creativo y, por lo tanto, nadie piensa igual que el de al lado.

Creer que vamos a estar todos de acuerdo es simple y absurdo. No pasa en ninguna nación, pero en la nuestra aún menos, pues aquí todos pensamos por esa misma creación mental que se nos ha dado. Por eso, quizá un día esos niños que están educados en la diversidad y que pueden tener distintos colores, nos den una lección de cultura que acepte todas las diferencias sin insultar a los que no piensan como ellos y puedan hablar de todo sin gritar y sin menospreciar a nadie. 

Hace bien poco escuche a Casado dar una charla en Navarra donde sugería a aquella gente que olviden el euskera y que aprendan inglés. No seré yo quien me oponga al aprendizaje del inglés, pero por qué hay que eliminar el euskera en una zona de este país donde hay gente que casi no sabe castellano. Y si supieran catalán o japonés también, aún mejor. También en redes sociales hay gente que se muestra contraria a que se aprenda algo que no sea el castellano. Y creo que los idiomas, precisamente, son los que crean la cultura de un pueblo, la manera de manifestarse y, en parte, un modo de vida. No podemos hacer una nación que satisfaga a esos políticos o personas de la calle que están tratando de crear una mayor división basándose en la falsedad de unir a todos. Es imposible unir mientras se amenaza al que piensa diferente.

Alfredo Sanzol, nuevo director del Centro Dramático Nacional

Alfredo Sanzol, nuevo director del Centro Dramático Nacional

Por todo ello me asoma el temor ante la presencia de una extrema derecha que ya representa Abascal con Casado mimetizado con él y Rivera jugando al escondite inglés. Reuniones con jóvenes con pocos años en discotecas cantando el himno de España o vaya usted a saber el qué, es la señal de un deseo de lavar el cerebro a una juventud hacia extremos ya superados pero que pueden llegar de nuevo. Y eso sería lo peor que le pueda ocurrir a España.

Un país formado en odios hacia el diferente, del que no excluyo en absoluto a gente sin ningún valor cultural, como Torra y Puigdemont que hacen lo mismo con otras banderas. Por ello deberíamos pedir que en algún momento aparezcan líderes de verdad que se hagan cargo de este desastre cultural y formativo en una parte y en otra. No podemos estar en manos de activistas que solo pretenden un sillón ante su propia inutilidad intelectual. Porque solo sirven para pegar carteles y dejar un país en manos de ese tipo de gente es un peligro latente. Y estoy hablando de los actuales “lideres” políticos. Y las comillas no son un error. Si en las próximas elecciones se presentara gente con formación intelectual, aunque no tengan máster regalado, seguro que ganarían muchos votos. La basura hay que reciclarla ya. _______________________

César Moya Villasante es socio de infoLibre

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