“André Breton y el surrealismo nos inspiran”

Discípulos del surrealismo que toman su nombre del fundador del movimiento, los londinenses Breton confirman la brillantez de su electro-rock con su segundo álbum, War room stories. Este viernes en Madrid (sala Charada) y el sábado en Barcelona (BeCool) descargan su energía de alto voltaje en plena ascensión a los altares del show business, con la prensa británica rendida a sus pies.

Fue con su primer disco, Other people's problems como se lanzaron al olimpo más cool, con la inteligencia de un rock muy arty y referencias intelectuales. Son más que un grupo musical pues han puesto en pie Breton Labs, todo un colectivo multimedia que otorga una gran importancia a la imagen, como demuestran sus impactantes clips para Get web soon, Envy, Jostle, Interference y otras atractivas canciones. De hecho, el quinto miembro de la formación es un videojockey.

“André Breton y el surrealismo son nuestra gran inspiración”, declara a infoLibre el líder, Roman Rappak, todo un erudito obsesionado con las escuelas de Bellas Artes y heredero de los primeros Roxy Music, cuando Brian Eno arropaba a Bryan Ferry en la primera mitad de los años 70. El mismo bagaje que marca a Franz Ferdinand y a Friendly Fires.

“Todo lo que escribieron los surrealistas influye en nuestra música. Para nosotros, la creación representa un proceso automático. Si uno lo hace así durante 15 minutos, probablemente comprobará que el texto resultante no tiene ningún sentido y que conecta con textos anteriores nuestros. Crear música, o cualquier otra forma de arte, es algo así, algo intangible”, prosigue el alma máter de la banda antes de explicar: “Nuestro primer álbum era más electrónico, con muchos ritmos sintéticos y atmosféricos, lo que desembocó en una grabación introspectiva. Nuestro nuevo disco es más físico y orgánico. Lo grabamos en directo en un lugar muy particular”.

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Se refiere así Rappak a que eligió registrar su criatura en un antiguo estudio radiofónico de lo que fue el Berlín comunista. La tensión inquietante de la hiperactiva capital alemana se traslada a War room stories, de significativo título. Y les excita el morbo de saber que los micrófonos utilizados pertenecieron a la Stasi.

Ellos mismos realizan sus vídeos, abonados al impacto en el seno de la parroquia indie. “Pensamos que esto es importante hoy en día porque la gente joven consume mucha música en YouTube o Vimeo, por ejemplo”, afirma el cerebro de Breton.

Las calles del sur de Londres los ven absorber esencias como las del dubstepdubstep, lo cual convierte su propuesta en un compendio musical muy contemporáneo y con conexiones próximas a Palma Violets, Non Phixion, Ricky Rosay, Catres o South London Ordinance.