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El 'fact check' de Ana Pastor a 'Posverdad', el documental que desvela cómo se idean los bulos que te van a hacer cambiar el voto

Ahora que los estudiantes han tenido que relacionarse con sus pantallas y aprender a través de ellas, los que ya hemos dejado esa etapa podemos solidarizarnos y hacer lo mismo, nosotros cómodamente sentados en el sofá y sin posibilidad de suspenso. Uno de los temas más apasionantes para nuestra formación como ciudadanos libres son las noticias falsas y las plataformas nos ofrecen series y documentales fantásticos para conocer y profundizar en el fenómeno.

El documental más reciente, Posverdad, está disponible en HBO y lo desmenuza con infoLibre la figura más prominente de España en el campo de la verificación, la periodista Ana Pastor. Pastor disfruta de series y documentales disponibles ahora en las plataformas sobre noticias falsas y sobre otros asuntos. “Las series son ahora una bibliografía”, señala. Centrándonos ya en este trabajo, destaca como uno de sus enormes aciertos que “pone ejemplos tan claros que baja al terreno. Hay muchos estudios académicos, mucho debate público sobre las fake news pero la virtud del documental es dar esos ejemplos, además de que quien lo hace, Andrew Rossi, es un gran investigador. Algunos de ellos me han dejado completamente fascinada –para mal– porque no los conocía.”

Pastor añade la otra gran aportación de Posverdad: “Además abre un debate que creo que es el meollo de la cuestión, que es el nivel de credulidad que hay dentro de las sociedades, en este caso es la norteamericana, pero creo que es aplicable también a la nuestra. Si estamos dispuestos a creernos ciertas cosas por sesgos ideológicos o por cualquier otro motivo. El problema no es solo de quien inventa la mentira, sino de quien está dispuesto a creérsela o a difundirla sabiendo que es mentira, sobre todo por whatsapp, que es el agujero negro ahora mismo en nuestro país de las fake news”.

“Es un documental absolutamente brutal”

Pastor ha disfrutado con esta investigación: “Uno de los ejemplos que pone, que creo que hace que el documental sea absolutamente brutal, aborda el tema de la credulidad. Me ha descubierto el caso de Texas, esas maniobras del Ejército norteamericano que se desarrollan en una localidad del Estado. Un bloguero difunde que no son ejercicios del Ejército sino que han cogido a un grupo de disidentes políticos contra Obama (los hechos son de 2015, durante su presidencia) y los están escondiendo en unos campos de concentración, e incluso los supermercados Wallmart sirven para encerrar a esos disidentes. Pensarías que nadie se puede creer algo así”, explica Pastor, y añade: “Posverdad es interesante porque el propio Ejército americano, una institución muy respetada, tiene que reunir al alcalde y a toda la población en una rueda de prensa y aclararles las dudas que puedan tener. Lo sorprendente es que hay mucha gente en el pueblo que aun con el coronel y el alcalde explicándoselo prefiere creer lo que ha leído en un blog”.

Y es que quien vea este trabajo puede encontrar ángulos originales y muy difíciles de documentar. Vemos a las personas que inventan las mentiras, vemos a las personas que se creen las mentiras, vemos a las personas que sufren por las mentiras, y podemos juzgar por nosotros mismos. Sobre este bulo de los campos de concentración de Obama, Pastor recuerda que por descabellado que pueda parecer, “esto no solo ocurre en Estados Unidos, acabaremos viendo sino este, otros ejemplos. Aquí el Ejército tuvo que desmentir que se estuvieran fumigando desde el aire poblaciones enteras. Seguro que había gente que sospechaba tras el desmentido. Recibíamos whatsapps diciendo que habían visto los aviones”.

Otro de los casos que repasa Posverdad es el que se llamó el Pizzagate, que se produjo en mitad de la campaña electoral de 2016, que enfrentó a Hillary Clinton con Donald Trump. Pastor recuerda en qué consistió: “El Pizzagate es un buen ejemplo porque habla de las consecuencias que puede tener un fake malintencionado como este. La pizzería Comet de Washington, a la que acuden muchas familias, empieza a ser objeto de la difusión en redes y en un blog de ultraderecha de que alberga una red de pederastia en la que participa el jefe de campaña de Clinton, John Podesta, ¡oh, sorpresa!, en mitad de la campaña. Quedaría la cosa en un charlatán de redes, como hay en todos los países, también en el nuestro, pero empezó a tener un nivel de conocimiento bastante alto. Y una persona cruzó medio país con su rifle y su pistola y entró cuando estaba la gente cenando”.

“Los bulos tratan de buscar el odio y la separación de las sociedades”

A menudo los bulos combinan varios propósitos maliciosos. En este documental se analizan exclusivamente los que tratan de cambiar el voto de la población. Es un importante aviso para los españoles: conocer esta bomba que alguien puede estar montando ayudará a desactivarla en su momento. En el caso del Pizzagate, Pastor apunta esa segunda intención de la mentira: “Todo viene de que esa pizzería es propiedad de una pareja gay. Todo tiene que ver. Como nos damos cuenta muchas veces, los bulos tratan de buscar el odio y la separación en las sociedades. En Newtral hemos detectado durante la pandemia ataques a poblaciones especialmente vulnerables, por supuesto a la inmigración. Muchísimos bulos han sido sobre los musulmanes, diciendo que se les dejaba llevar una vida ecuménica que a los católicos no. Por supuesto se ha intentado estigmatizar a los gitanos, por supuesto al feminismo. Siempre hay una parte de los bulos que nace del odio y creo que el Pizzagate tenía ese componente de vincular la homosexualidad con la pederastia, que evidentemente no tiene nada que ver, pero quien difunde el bulo pretende mezclar ambos conceptos”.

Otro mérito de Posverdad es desenmarañar la madeja de los bulos. Una noticia falsa nunca es una obra individual, es un dominó en el que alguien empuja la primera pieza con la intención de llegar lo más lejos posible, y son muchos los cómplices necesarios para que avance. A veces son los crédulos, otra veces periodistas, activistas de las redes, políticos…, según Ana Pastor “en la difusión de los bulos está estudiado que no solo es importante quien lo genera con ganas de confundir o hacer daño, sino los altavoces. Tú en la vida puedes ser altavoz o freno. Y en la política, en el periodismo, por supuesto aquí, en España, puedes ser una de las dos cosas. Me gusta mucho recordar un acto público de John McCain, entonces candidato republicano frente a Obama, en el que alguien del público gritó que el demócrata era terrorista. Obama había sido objeto de muchísimos bulos, entre otros ese. McCain paró el mitin y dijo: ‘Es el presidente de Estados Unidos, tu presidente, mi presidente y no puedes afirmar una cosa como esa’. Mc Cain eligió ser freno, pero hay muchos otros políticos, en España y fuera de España que deciden ser altavoces. Eso hace que se contaminen los medios, las sociedades y lleguemos a la polarización que estamos viendo”.

“Hay una responsabilidad de quien se quiere creer una mentira”

Los altavoces –en términos de Pastor– que vemos en el documental son pintorescos, bizarros, y lo suficientemente exhibicionistas como para mostrarse en todo su esplendor. Los vemos fabricando un caso de violación sobre el fiscal Mueller que investigaba las conexiones de Trump con piratas informáticos rusos que habían creado falsedades para manipular su elección. Parece un nivel más obsceno aún que el sector de lo tóxico existente en España. “Todo acaba llegando”, advierte Pastor. “Lo que vemos en Estados Unidos acaba por llegar, previamente pasa por otros lugares, es el caso de Brasil. Hemos visto como aquí Vox replica casi exactamente casos, con las mismas palabras, por ejemplo sobre la educación sexual. Lo que vivimos con el pin parental estaba copiado de la estrategia de Bolsonaro”, recuerda Ana Pastor sobre una de las polémicas falsas que se dio justo antes de la pandemia, aunque ahora parezca un caso lejano.

“Las menciones a Soros son un clásico entre los clásicos americanos”, recuerda a colación del documental, donde vemos a una especie de Javier Negre o Alvise Pérez americano inventar de la nada más absoluta que Soros ha fletado autobuses con manifestantes. “No sé cuántos mensajes recibimos diciendo que Newtral es de Soros. Es mentira”, explica Pastor, mostrando la globalización de las falsedades, y añade: “Nos parece muy surrealista lo que vemos en el documental pero aquí hay gente que se inventa que Manuela Carmena está muy enferma y está siendo atendida por coronavirus y es mentira. Habrá gente que se lo crea, y gente que incluso tras ver a Carmena desmentirlo se lo siga creyendo. Por tanto, creo que hay una responsabilidad también de quien se quiera creer las mentiras de un bloguero, de un político o de un periodista”.

Preguntamos a Ana Pastor por la lucha contra este ejército intoxicador. “Los bulos se combaten con información y con datos, no hay mejor desinfectante que la luz del sol”, asegura. Y en casos no tan evidentes opta por compartir el proceso de investigación con quien se interese por la polémica: “Si no tenemos claro que algo es un bulo, no lo vamos a afirmar categóricamente. Hay que ofrecerle los datos a la gente, incluso las fuentes, para que, en un ejercicio de transparencia, puedan consultarlo. Cuando una foto se viraliza y es falsa, lo que hace el equipo es poner a disposición de la gente herramientas que te permitan ver si ha sido manipulada, por ejemplo. Ahora hay muchas posibilidades tecnológicas que ayudan a la gente si no se fían de los propios periodistas” y sobre el momento actual, “se ha multiplicado por dieciséis el número de consultas que hemos recibido a través de nuestro servicio de whatsapp, es decir, ha sido, y está siendo, una pandemia de bulos”.

“Me parece simplón y cobarde responder a las falsedades con falsedades”

El documental nos ofrece un debate ético apasionante, que en Estados Unidos aparece con especial nitidez. En un sistema bipartidista en el que los rivales trumpistas se regodean en las falsedades, ¿se debe contestar con la misma táctica? Pastor es categórica: “Entre los ejemplos que aparecen en el documental, el debate sobre la ética de las herramientas que se utilizan para combatir a un oponente, en este caso político, es muy interesante porque realmente existe. Ese debate se da en todo en la vida, hay un momento en el que tienes que elegir qué camino tomar. A mi me parece simplón y cobarde decir que hay un imperativo ético de poder usar fake news contra un rival político porque él también las utiliza. Me parece, además de poco creativo, muy dañino. Valdría para que si un candidato roba y compra votos, yo también pueda hacerlo. El juego limpio debe ser algo que regir todo en la vida, además tiene su réplica luego en la sociedad, por tanto no sería muy pedagógico”.

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Para los verificadores como Ana Pastor, uno de los debates se da entre la equidistancia y la objetividad. “No todo son mentiras, también hay errores, y eso ocurre en todos los partidos. Nos parece que no es válido verificar solo a Vox, primero porque es absurdo, otros partidos también difunden bulos, y segundo porque les victimizas. Todos los seres humanos pueden participar de esas dinámicas de vez en cuando. Creo que la transversalidad también es importante, que no la equidistancia. Si hay 5 mentiras de un partido político, las hay. Pero sobre todo, para nosotros es importante la transparencia en el proceso de verificación. Cuando es un error, la mayor parte de los políticos lo corrigen en el siguiente acto público que tienen, y creo que eso también es una victoria del mundo de la verificación” reflexiona.

Ahora mismo, en las plataformas podemos ver la miniserie La voz más alta, también en HBO, sobre la creación del sello Fox News y su deriva hacia las noticias falsas, y el documental Divide y triunfarás, sobre Roger Ailes, creador de este estilo informativo. La película Brexit, the incivil war, (HBO) desgrana las mentiras utilizadas por el estratega de la campaña para abandonar la Unión Europea, Dominic Cummings, y la aparición de Cambridge Analytica, compañía que sofisticó la difusión de mentiras. También podemos ver el apasionante documental El gran hackeo, que abunda en las mentiras difundidas en torno al Brexit y las elecciones americanas de 2016, el papel de Facebook y de Cambridge Analytica. Y aún hay otro documental apasionante, Pásame con Roger Stone, exuberante estratega de la desinformación. Ambos están en Netflix. Ana Pastor ha disfrutado especialmente con los trabajos sobre Ailes y la película Brexit.

Estas ficciones y reportajes nos muestran un fenómeno al que no podemos ser ajenos. La intoxicación se ha unido a la gestión de los miles de datos disponibles sobre cada uno de nosotros. La tentación para los manipuladores es innegable.

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