¡A la escucha!

¿Sabe con quién juegan sus hijos?

Creo que en mi buzón de correo no entra un email más sobre reuniones informativas del nuevo curso. Tengo el calendario lleno de citas para las primeras tutorías, reunión de arranque de curso, sobre nuevas normas del comedor, reunión de cambio de uniformes, convocatoria para explicar cómo se organizarán las extraescolares, reunión de la extra escolar que has elegido, reunión con el nuevo equipo de orientación, con el nuevo equipo de teatro.... Es tal el bombardeo de emails que el mismo día, en el mismo centro, a la misma hora, tengo dos reuniones diferentes.

Digo yo que no se habrán dado cuenta de que los padres tenemos más de un hijo además de una vida y un trabajo. Y ahí estamos mi marido y yo, repartiéndonos las reuniones. Cuadrando a las que no puede ir él y a las que no puedo ir yo. Porque la experiencia ya me ha dicho que justo a ésa a la que decides que no vas a ir porque ya te lo sabes del curso de la mayor, justo en ésa en la que no estás, es cuando cuentan lo más importante de todo el curso. Me ha ocurrido, sí.

Pero bendita rutina y bendita reunión informativa sobre cosas que escuchamos cada año y que más o menos suenan familiares, porque no suponen ningún sobresalto. Como supongo les habrá pasado a los padres de los colegios de primaria de Alaska. A principios de curso les ha enviado una circular que suena bastante inquietante: les piden a los padres que estén atentos y vigilen a qué casas de qué amigos van sus hijos. Que si un niño de la clase le invita a merendar por ejemplo un día, averigüe antes si en esa casa hay armas y si esas armas están bien guardadas o al alcance de los más pequeños. ¿Se imaginan? “Mamá, Rafa me ha invitado el jueves a ir a su casa a jugar al Fortnite. ¿Puedo ir?”... “Mmmm. Sí claro mi amor. Déjame que llame antes a su madre y a su padre para preguntarles cómo llevan el tema de las armas y te confirmo”. ¡¡¡¡DE LOCOS!!!

Sería hasta gracioso si no es porque hablamos de un problema grave: según datos de enero de este año, en Estados Unidos se han incrementado las muertes por arma de fuego un 17% respecto a 2008. Algunos expertos hablan de una auténtica crisis de armas y si miramos esos datos por estados, efectivamente Alaska está a la cabeza. Es el estado donde más armas por número de habitantes hay. Más de la mitad tiene una pistola en su casa, casi un 60% según esos datos. Lo que más llama la atención es que en esa circular asumen, sí he dicho asumen, que lo normal es que en una casa hay un arma. Lo que piden es que se guarde con cuidado, que tengan la precaución de no dejarla demasiado a mano de los más pequeños, porque claro, podrían utilizarla para jugar y  podría ocurrir un accidente. Insisto, de locos.

En muchos colegios de Estados Unidos han colocado arcos detectores de metales para que los alumnos pasen cada mañana por ahí con sus mochilas. Da igual la edad. Creen que es la única forma de sacar las armas de las aulas, pero son conscientes de que así no acaban de poner a salvo a sus hijos de esa crisis de armas que hablaba antes. El Centro de Control y Prevención de Enfermedades ofreció datos escalofriantes de 2017: aseguran que cada semana 25 menores de 17 años mueren en Estados por armas de fuego. 1.300 menores cada año y casi 6 mil resultan heridos. Efectivamente el problema es grave y la circular del estado de Alaska empieza a cobrar sentido.

Visto desde la distancia, bendito mes de septiembre repleto de reuniones de colegio y tutorías. Bendita rutina en la que al menos, sacamos de la ecuación un problema tan serio como el control de armas. ¡Feliz Jueves!

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