Crisis en el PSOE

El 62,4% del PSdeG respalda el retraso de las primarias al 7 de septiembre

Pachi Vázquez, durante su intervención este viernes ante el Comité Nacional del PSdeG, en Santiago.

Prácticamente el pescado ya estaba todo vendido este viernes. Después de ayer la dirección federal del PSOE abriera la puerta a la elección del secretario general por primarias y, de paso, lograra desencallar el conflicto con el PSdeG, la única duda que quedaba por despejar eran las fechas. Y ya las hay: 7 de septiembre, sábado, celebración del referéndum interno a las bases gallegas para la designación del nuevo líder. 29 de septiembre, domingo, convocatoria del congreso extraordinario, para ratificar al nuevo patrón y aupar a su equipo. 

Pachi Vázquez, el todavía secretario general del PSdeG, llevaba esta tarde bajo el brazo la hoja de ruta, y se la presentó a su Comité Nacional, el máximo órgano de poder del partido y que componen 400 dirigentes, cuya reunión comenzó poco después de las 19.45 horas. Antes le había dado el visto bueno la ejecutiva regional, y por "una amplísima mayoría", según subrayó un portavoz oficial. 

Al filo de la medianoche, tras una reunión larga y jalonada por 54 intervenciones (más la apertura del líder), se conoció el escrutinio: la propuesta recibió 131 votos a favor (62,38%), ocho en contra (3,81%) y 71 abstenciones (33,81%). Como explicaban desde el aparato del PSdeG, "la mayoría de esas 71 abstenciones" procedían del sector que, aun apoyando las primarias, querían "confrontar con Ferraz y con Vázquez", y preferían que el proceso se llevase a cabo en las fechas previstas: 1 de junio (consulta) y 6 de julio (congreso). Entre el grupo de opositores, uno de los que se perfilan como candidato, Iván Puentes, exalcalde de Fene y portavoz de la corriente Novo Socialismo. Francisco Caamaño, secretario provincial de A Coruña y exministro de Justicia, sí celebró que se pudieran llevar a cabo finalmente primarias. Otro de los aspirantes, José Ramón Gómez Besteiro, presidente de la Diputación de Lugo, apoyó a Vázquez en pro de la "unidad", pero recalcó que era la última modificación que estaba dispuesto a aceptar, informa Europa Press. 

El jefe del PSdeG se apuntó la victoria. Holgada, aunque con un volumen de críticos importante. Pero ya había intentado trabajar ese resultado desde el miércoles, cuando intensificó sus conversaciones con los dirigentes para lograr demorar el proceso y pasarlo a septiembre e impedir la guerra con Ferraz. Buscó persuadir a sus cuadros de que no era más que "un retraso técnico", dado que el verano está de por medio, y la actividad política se reduce considerablemente. 

El tanto del PSdeG tras 130 años de historia

¿Por qué importaba el retraso? El aparato de Alfredo Pérez Rubalcaba insistió, desde que se rompió el principio de acuerdo con el PSdeG este lunes, que si Galicia quería que se buscase una vía de salida a su consulta interna, y que se "interpretasen" de forma generosa los estatutos, debía acudir al Comité Federal, el órgano supremo del PSOE, cuya próxima reunión será el 20 de julio. De modo que posponer el proceso de renovación concedía a Vázquez margen para vender su propuesta a Ferraz. Ahora, tras el anuncio de ayer de Óscar López, secretario de Organización, ya no cabe duda de que se autorizarán las primarias experimentales en Galicia. Luego, ya en la Conferencia Política de octubre, se extenderá la elección del líder por primarias vinculantes. 

Durante su intervención en abierto ante el Comité Nacional [léela aquí], Vázquez hizo mucho hincapié, a la hora de pedir el apoyo de sus compañeros, que los "requisitos esenciales para superar la situación de estancamiento" del PSdeG eran, sin duda, "cohesión" y "unidad" internas. Pero también "garantía". Garantía, dijo, de que el proceso pudiera salir adelante sin el veto de Ferraz, que por lo demás, "comparte la voluntad de favorecer la máxima participación" de las bases. Por ello era necesario trasladar la consulta a después del verano. "Es un peaje que merece la pena pagar", defendió, porque el PSOE "es un partido federal" y porque conviene gozar de la "complicidad" de la organización en toda España. "Perderemos julio y agosto, pero el 7 de septiembre sabremos quién será nuestro secretario general. Esperar 60 días para que el camino sea absolutamente intachable", recalcó. 

El líder enfatizó que los pros de la demora vencían a las desventajas. Porque la negociación con Madrid había sido dura, pero al final fructífera –"Lo dimos todo en un debate que no fue fácil"–. Y porque lo que estaba en juego era dar "un paso definitivo hacia el máximo grado de democracia, de transparencia", un camino "que no tiene ya marcha atrás". Se trataba de que el PSdeG se marcase el tanto de lograr, "tras más de 130 años de historia del partido", la elección directa del secretario general y la apuesta por fórmulas "innovadoras" de participación. "Vamos a ser los primeros", paladeó satisfecho. "Quiero pediros vuestro apoyo para una decisión de la que no sólo están pendientes los militantes de Galicia, sino de toda España". Acabó pidiendo "generosidad" a los suyos para que respaldasen su propuesta y su reglamento: "Sé que hay cosas que no serán al gusto de todos, pero es difícil innovar".

Pero las primarias también tendrán un efecto balsámico para un PSdeG cuya trayectoria en los últimos cuatro años, desde la salida de la Xunta, ha sido azarosa y convulsa. La renovación "desde la base" proporcionará, auguró Vázquez, "confianza" en la ciudadanía, y que el líder sea proclamado por los militantes hará que la organización salga "fortalecida". 

Al líder gallego se le percibía tranquilo y eufórico. En todo momento destacó que en su lucha a favor de las primarias no se sintió solo, ni fue un mérito suyo. Fue un "éxito de la militancia, del PSOE, del PSdeG" y del Comité Nacional que, en su reunión del 2 de marzo, impulsó, por más de un 90% de los votos, la celebración del referéndum. Porcentaje que esta noche quedó más mermado. Tampoco la reunión tuvo una alta concurrencia: de los 400 miembros, se acreditaron 267 personas, y 210 emitieron su voto. 

Dos papeletas de dos colores

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Vázquez llevó al Comité Nacional una propuesta de reglamento del congreso prácticamente calcada a la enviada a los dirigentes este último miércoles. La diferencia clave, las fechas. El itinerario. Así, del 22 de julio al 2 de agosto, los aspirantes deberán recoger los avales –necesitarán un 10% de firmas del conjunto de la militancia–. Antes del 10 de agosto se proclamarán definitivamente a los candidatos, que podrán hacer campaña del 28 de ese mes hasta el 6 de septiembre. Y el 7 de septiembre, de 17 a 21 horas, las primarias. El secretario general mantuvo su idea original de hacer una votación diferenciada en todas las agrupaciones del PSdeG: en una papeleta figurarán los nombres de los aspirantes al liderazgo; en otra, de un color distinto, las identidades de los delegados que luego acudirán al cónclave de finales de mes. 

El reglamento contiene varias cláusulas de salvaguarda para garantizar que el hombre o la mujer que salga designada líder por las bases el 7 de septiembre sea finalmente ratificado el día 29. Así, todos los aspirantes se comprometerán a someterse primero al criterio de las urnas y a renunciar a la pugna en el cónclave si son derrotados previamente en la consulta. Y los delegados, a su vez, prometerán asimismo a apoyar al jefe aupado por los afiliados el 7 de septiembre. 

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