Inmigración

El CETI de Melilla admite ahora a los tres menores que dejó viviendo en la calle con sus madres

El CETI de Melilla admite ahora a los tres menores que dejó viviendo en la calle con sus madres

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Amnistía Internacional anunció este martes que la dirección del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla ha accedido a readmitir en sus instalaciones a tres niños sirios y sus madres que fueron expulsados cuando se inadmitió su solicitud de asilo en España, hace casi dos meses, periodo durante el que han estado viviendo en la calle, en una tienda de campaña.

La organización denunció que al expulsar a las mujeres con sus hijos, el Gobierno, responsable del CETI, "no ha tenido en cuenta el interés superior de los menores y se han violado normas del derecho internacional como son el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y la Convención de los Derechos del Niño, entre otros."

"Tras conversación mantenida con el director del centro a lo largo del día, este ha confirmado a Amnistía Internacional que se ha readmitido a ambas familias, una noticia que valoramos positivamente desde la organización. Sin embargo, lamentamos que estas dos familias hayan tenido que estar cerca de dos mes viviendo en la calle", declaró la investigadora de Amnistía, Virginia Álvarez.

Se trata de Fátima Gascoi y Latifa Batach, mujeres de nacionalidad marroquí casadas con ciudadanos sirios y madres de tres menores de edad. Fueron expulsadas del CETI el pasado mes de noviembre porque su solicitud de asilo en España fue inadmitida a trámite y los activistas de la organización las encontraron el 9 de enero viviendo en dos tiendas de campaña frente al centro.

"Han vivido sin agua, sin comida y a la intemperie en pleno invierno sin que las autoridades españolas les hayan ofrecido en ningún momento algún tipo de alternativa habitacional, lo que viola el Derecho Internacional de los derechos humanos", señalaron desde Amnistía Internacional, que había encargado a varios de sus activistas que investigasen esta situación.

Viuda, madre y sin asilo

Fátima Gascoi, de origen marroquí, es viuda de un hombre sirio. Tuvo que salir de este país junto a su hijo, nacido en 2005 en Alepo, es decir, también sirio. Ambos dejaron el país en 2012 en busca de protección y seguridad. Tras un largo viaje, llegaron a Melilla, donde solicitaron asilo. Durante 16 días permanecieron en el CETI hasta que se les denegó la solicitud en contra del criterio del Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ACNUR).

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Según su testimonio, a pesar de haber recurrido la denegación de asilo, varios miembros del servicio de seguridad del CETI cogieron sus pertenencias y les expulsaron, sin facilitarles ningún tipo de información para recurrir esta decisión y dejándolos en una situación de extrema vulnerabilidad, tal y como recoge Amnistía Internacional.

Por su parte, Latifa Batach es una mujer marroquí con dos hijos menores de edad, una niña de 11 años y un niño de 8 años, ambos de nacionalidad siria, casada con un ciudadano sirio. A principios de noviembre llegó sola a Melilla con los niños y pidió asilo, pero transcurridos unos días de estancia en el centro, fueron expulsados. Su marido vive en el CETI con su segunda esposa y un bebé de tres meses.

"Nos preocupa que se haya podido producir la expulsión del CETI de estas dos mujeres junto a sus hijos menores de edad, al inadmitirse a trámite su solicitud de asilo basándose en la nacionalidad de las madres, sin tener en cuenta que los menores son de nacionalidad siria", destacó Álvarez.

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