Patrimonio Nacional ha solicitado
dos informes para comenzar la exhumación de dos cuerpos en el Valle de los Caídos, pertenecientes a Manuel y Antonio Ramiro Lapeña Altabás, fusilados en Calatayud en 1936 y trasladados al Valle de los Caídos.
Según señalaron a Europa Press fuentes del organismo, Patrimonio Nacional puso de manifiesto su voluntad de "
cumplir escrupulosamente" lo que determinase el juzgado cuando el auto fuese firme.
En concreto, el Juzgado de primera Instancia número 2 de San Lorenzo de El Escorial ordenó el pasado mes de mayo la
primera exhumación por la vía civil en el Valle de los Caídos, con el objeto de que los restos mortales de estos fusilados durante la Guerra Civil fueran entregados a su nieta y reconocer así su derecho a una "digna sepultura".
Ahora, Patrimonio Nacional, administrador de este conjunto monumental, va a empezar con las
actuaciones pertinentes para poder llevar a cabo la exhumación de los cuerpos, aunque para poder realizar estas actuaciones han solicitado dos informes.
Según explicaron estas fuentes a Europa Press, se ha solicitado un informe al
Consejo médico forense, órgano consultivo del Ministerio de Justicia, y otro al Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja, en Zaragoza, para estudiar aspectos relacionados con las edificaciones y con el
estado de las galerías. Una vez que Patrimonio Nacional tenga los informes pertinentes se procederá a dar cumpimiento a la sentencia.
Bueno, pues nada, a informar. Si lo hacen debidamente, del informe forense y a partir de los datos que al parecer hay en ese lugar, sólo están señalizados y /o localizables los del bando "de la cruzada", muy dignamente enterrados ellos. El resto, contados a miles, provienen de fosas comunes de las que en algún caso hay referencia de su procedencia pero no deben estar clasificados en su ubicación: estos "rojos", sacados secretamente de sus fosas, no merecían reconocimiento alguno, aunque tuvieron que hacerlo para tratar de vender al Papa que era un monumento a "la reconciliación", nada más lejos de la realidad según el decreto para su construcción de 1940. Los del Instituto Torroja hablarán de las humedades e inundaciones habidas en las galerías y lo que se encuentren después de tantos años sin mantenimiento efectivo de esa parte que no está abierta al público, aunque sus guardianes reciban subvenciones cada año. Seguiremos atentos/as.
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