Sanidad

Las listas de espera para operarse se disparan en el último año en Madrid y Cataluña

Médicos del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.

El número de pacientes que esperan a ser operados en la sanidad pública se ha disparado en el último año en Madrid y Cataluña, donde reside una de cada tres personas que aguardan a entrar en quirófano en todo el país. Los pacientes en espera también se han incrementado de manera significativa en la Comunitat Valenciana, Canarias, Andalucía y La Rioja entre diciembre de 2015 y el mismo mes de 2016. La bolsa de pacientes que esperan a ser intervenidos se redujo en el período analizado en el resto de comunidades, según las últimas estadísticas del Ministerio de Sanidad, publicadas este jueves. 

La autonomía que sale peor parada es Madrid, donde el número de usuarios que aguardaban a ser intervenidos pasó de 37.862 a 60.385 entre 2015 y 2016. Es decir, aumentó un 59,5%. Estos datos, no obstante, corresponden a la lista de espera estructural, que no incluye a los pacientes que rechazan rechazan operarse en otro hospital ni a los "transitoriamente no programables", es decir, a los que el anestesista ha desaconsejado intervenir por el momento. En enero de 2016 la Comunidad puso en marcha un plan integral, dotado con 20 millones de euros anuales, con el objetivo era abrir los quirófanos de los hospitales públicos los fines de semana y potenciar la cirugía ambulatoria.

No obstante, el caso de Madrid es particular, pues utilizaba hasta 2016 un sistema de medición que reducía significativamente la cifra respecto al resto al incluir a los pacientes en la lista "estructural" cuando ya habían sido vistos por el anestesista y se les habían realizado pruebas preoperatorias, no cuando el facultativo les había indicado que tenían que ser intervenidos como ocurre en el resto de autonomías. Esta estrategia formaba parte de una promesa electoral de la expresidenta Esperanza Aguirre que aseguró que todos los madrileños tendrían que esperar menos de 30 días para operarse y que provocó que el Ministerio de Sanidad expulsara a Madrid del cómputo nacional en 2005.

El incremento de la lista de espera también es muy significativo en Cataluña, donde ha aumentado en 41.662 personas, un 35,9%, entre diciembre de 2015 y el mismo mes de 2016. En total, a finales del año pasado había 157.701 usuarios aguardando para entrar al quirófano. En diciembre de 2015 eran 116.039. Entre Madrid y Cataluña el número total de personas en espera a finales del año pasado era de 218.086, lo que evidencia que el 35,5% de los 614.101 pacientes que aguardan a ser intervenidos en todo el país vive en una de estas dos comunidades. 

Tampoco acaba de funcionar el plan de choque con intervenciones vespertinas puesto en marcha en la Comunitat Valenciana. 2016 acabó con 7.942 personas más esperando a ser operadas de las que había a finales de 2015 (pasó de 47.348 a 55.290, un aumento del 16,8%). El director general de Asistencia Sanitaria, Rafael Sotoca, argumentó el pasado 30 de enero en rueda de prensa cuando presentó los datos que ahora recopila el ministerio que el registro se había disparado porque había "más personas mayores, más envejecidas y con más necesidades, con patologías como cataratas, juanetes o varices". 

Canarias, por su parte, es la cuarta comunidad en la que más aumentaron las listas de espera para operarse en el último año: de 31.193 pacientes a 34.327 (+10%). En Andalucía, por otro lado, la lista aumentó un 4,8% al pasar de 61.166 pacientes a 64.125 entre los meses de diciembre de 2015 y de 2016. La bolsa de pacientes que aguardaban a ser intervenidos también se incrementó en La Rioja, donde pasó de 4.719 pacientes a 4.870 (+3,2%).  

En el otro extremo, Castilla-La Mancha y Extremadura son las comunidades que más lograron reducir su lista de espera en el último año, ambas un 10,2%. En Castilla-La Mancha, los usuarios en espera pasaron de 40.184 a 36.096; y en Extremadura, de 25.494 a 22.905. El descenso también es significativo en Cantabria, donde la bolsa de pacientes que aguardan por una intervención se recortó un 8,8% en el último año. Aragón (-4,6%), de 21.889 a 20.878, y Galicia (-4,1%), de 37.442 a 35.919, están en este mismo grupo. 

A diferencia de en Madrid o la Comunitat Valenciana, las medidas excepcionales sí funcionaron en otras comunidades. En Murcia, el Gobierno regional, en manos del PP, optó por la derivación de pacientes a clínicas privadas. Con esta estrategia consiguió reducir casi un 4% la bolsa de pacientes en espera entre 2015 y 2016: de 27.808 a 26.710. Baleares, con un plan de choque en hospitales públicos dotado con 14 millones de euros, logró recortar la lista en un 3,7%, de 13.521 pacientes a 13.021. 

Los usuarios a la espera de ser intervenidos también se redujeron en Castilla y León (-3,5%); Navarra (-3,2%), donde se puso en marcha en el último año un plan especial con más actividad vespertina, consultas no presenciales y contratos de profesionales y peonadas excepcionales; Asturias (-2,2%) y el País Vasco (-2,1%), donde también hubo una estrategia específica con la apertura de nuevos quirófanos. 

Demora media 

Otro indicador interesante para ver la evolución de la demora quirúrgica es el tiempo medio que pasan los pacientes esperando a ser intervenidos. Canarias es la comunidad que, de media, tiene peores indicadores: 182 días. De hecho, para implantarse una prótesis de cadera los canarios esperan una media de seis meses y medio, demora que puede superar los siete meses para una artroscopia. 

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Por detrás en la lista aparecen Cataluña, Castilla-La Mancha y Extremadura, que tienen esperas medias que superan los 130 días: 173, 162 y 134, respectivamente. Les siguen Castilla y León, con 107 días; Murcia, con 101; Navarra, con 100; Aragón, con 99; y Cantabria, con 89. En la Comunitat Valenciana, por su parte, la demora media era de 88 días a diciembre de 2016; en Baleares, de 78; en Andalucía, de 76; en Galicia, de 68; en Asturias, de 64; en Madrid, de 55; en el País Vasco, de 50, y en La Rioja, de 49. 

El análisis de las últimas estadísticas del Ministerio de Sanidad deja otra conclusión preocupante. Y es que, en términos globales, 2016 fue el segundo año consecutivo en el que se interrumpió la tendencia de reducción del número de personas en lista de espera que se venía produciendo tras el pico de 2012, cuando 571.395 personas aguardaban una operación, una cifra nunca vista desde que el Ministerio de Sanidad inició el recuento de datos en 2003. 

A partir de ahí la situación empezó a mejorar poco a poco. El número de pacientes en espera bajó en 2013 hasta los 559.335. Esa tendencia decreciente también se mantuvo en 2014, al llegar a los 511.923. Sin embargo, en 2015 se experimentó un nuevo repunte de 37.501 personas hasta las 549.424. Y en 2016 se ha alcanzado un nuevo máximo: 614.101. Por otro lado, el tiempo medio de espera, que en 2012 alcanzó el récord de 100 días, descendió en 2013 y 2014 a 98 y 87, respectivamente, mientras que en 2016 alcanzó los 115 días de media. 

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