El CIS afirma que participará en la Encuesta Social Europea siempre que se haga "conforme a la ley"

Las dudas sobre si España participará o no en la próxima edición de la Encuesta Social Europea (ESS, por sus siglas inglés) aparecieron el pasado viernes 26 de octubre a raíz de un tuit. "Estamos encantados de que 28 países participen en la novena edición de nuestra encuesta", publicó el perfil oficial que los organizadores de la encuesta tienen en Twitter. Junto al mensaje, las banderas de los Estados que lo harán, señalados también en rojo sobre un mapa en el que España no está incluida.

 

Esta sería la primera ocasión en la que España no participaría, pero este extremo, según asegura a preguntas de infoLibre un portavoz oficial del CIS, todavía no está confirmado. Hasta el momento, nuestro país había estado presente en todas las ediciones desde que comenzó a realizarse la encuesta en el año 2002. En las seis primeras ediciones la participación española correspondió a la Universidad Pompeu Fabra, que en 2014 cedió el testigo al Centro de Investigaciones Sociológicas. ElCIS ha financiado la realización de la encuesta y se ha encargado de la coordinación nacional y de la recogida de datos en la edición de ese año y en la siguiente, en 2016. 

La institución presidida desde el pasado 29 de junio por José Félix Tezanos explica en su propia página web que la Encuesta Social Europea "es un estudio comparado en el que participan alrededor de 30 países europeos que se lleva a cabo cada dos años". "Tiene como principal objetivo analizar el cambio y la continuidad de las actitudes, atributos y comportamientos sociales y políticos de los ciudadanos europeos", añade. Además, explica, "tiene el respaldo de la Comisión Europea y en España figura en el Plan Estadístico Nacional". 

La posible no participación de España en la encuesta hizo saltar las alarmas de algunos expertos. Fue el caso de Mariano Torcal, el que fuera responsable de la coordinación de la ESS en España cuando se gestionaba desde la Pompeu Fabra. "España no esta por primera vez en la historia de este estudio. Indignado como antiguo coordinador nacional entre 2002 y 2012", publicó en las redes sociales. Junto a él, numerosas personas comenzaron a mover el hashtag#SaveESSSpain.

 

"¿Va a salir España de la Encuesta Social Europea?", preguntó El Huffington Post a Tezanos. "No lo sé", contestó. infoLibre ha vuelto a plantear la cuestión al CIS y la respuesta oficial es la siguiente: es probable que nuestro país finalmente sí participe en el estudio, pero la condición indispensable es que esa participación se atenga a lo que marca la legislación española. Es decir, que el CIS pueda publicar los resultados de la encuesta en español en la web y enviando una copia al Parlamento. "El CIS está obligado por ley a publicar antes de tres meses cualquier encuesta que haga, y ahora lo estamos haciendo en un periodo de alrededor de cinco días porque queremos aumentar al máximo la transparencia", explican.

¿Significa eso que las dos anteriores ediciones, con Cristóbal Torres al frente del CIS, se hicieron fuera de la ley? Desde el CIS afirman entender que no, aunque aseguran estar comprobando si las encuestas están en el banco de datos de la institución y si se enviaron posteriormente al Parlamento. 

"Si el consorcio europeo acepta que se haga así, podemos participar", asegura el portavoz oficial, que con "consorcio europeo" se refiere al compendio de organismos que, en cada país, coordinan la Encuesta Social Europea. Estos son, en su mayoría, universidades, según apuntan.

En España ocurría lo mismo hasta 2014. La universidad Pompeu Fabra era la que lo organizaba, pero "por una serie de dificultades" trasladó estas competencias al organismo sociológico, dependiente del Ministerio de la Presidencia. Así, el pago de las cuotas de la participación comenzó a correr a cargo de la institución presidida ahora por Tezanos. Las fuentes consultadas por este diario aseguran que la aportación, "que sale de los impuestos", es enorme. 

Las dudas sobre el CIS de Tezanos

En el CIS afirman que se está discutiendo sobre un problema que no existe porque "no tiene sentido". "No sabemos de dónde ha salido esto", afirman, puesto que, según explican, todavía no está confirmado que España no vaya a participar. Es más, insisten, probablemente sí lo haga. "¿Cómo se ha creado esto? Esa es una buena pregunta".

Pero una cosa sí admiten: las "discusiones" en torno al CIS no son nuevas. Comenzaron el pasado mes de agosto, tras la publicación del primer barómetro de Tezanos, correspondiente al mes de julio, que colocaba al PSOE de Pedro Sánchez como primera fuerza política con más de nueve puntos de ventaja sobre el PP y Ciudadanos. Los socialistas obtenían así su mejor resultado desde el año 2013. 

El siguiente barómetro, hecho público en el mes de septiembre, afianzaba al partido del Gobierno como la opción preferida entre los españoles. Y el último, publicado el pasado 25 de octubre –un día antes de que saltara a la luz el tuit de la Encuesta Social Europea–, aumentó aun más la distancia de los socialistas con el resto de partidos. 

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El ascenso imparable de los socialistas ha provocado que Tezanos sea cuestionado. Nada más sentarse en el despacho como nuevo presidente de la institución, decidió cambiar la metodología utilizada para elaborar la proyección de voto que acompaña periódicamente al sondeo. En este sentido, aseguró que la estimación no se haría en base a la denostada "cocina". Pero los expertos que consultó infoLibre no solo negaron que esto fuera así, sino que aseguraron que la cocina es necesaria para que las proyecciones de voto se acerquen lo más posible a la realidad. 

El nuevo método para ofrecer la estimación de voto consiste, únicamente, en sumar el voto directo –lo que los encuestados dicen que van a votar– y a esos porcentajes sumarles la simpatía –es decir, el partido que los encuestados consideran más cercano a sus ideas– y descontar el supuesto porcentaje de abstenciones, obviando otras consideraciones.

"Habrá que ver la validez del método cuando haya elecciones, porque ahora estamos discutiendo cosas triviales de forma muy acalorada", critican desde el CIS, que descarta que la polémica surgida en torno a la posible salida de España de la Encuesta Social Europa responda a un interés político. Por ahora, continúan a la espera de tener una oferta en firme para participar en la encuesta. La respuesta definitiva, dicen, "tendrá que saberse pronto".