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Pactos postelectorales

El PP pide a Vox que siga negociando y se olvide del “juego de las sillas”

El secretario general del PP, Teodoro García Egea.

El Partido Popular no se toma muy en serio la ruptura anunciada este martes por Vox en el ámbito municipal. Al mismo tiempo que hacían público el documento secreto firmado con el PP en la madrugada del 15 de mayo, horas antes de la constitución del Ayuntamiento de Madrid, el partido de ultraderecha formalizaba su ruptura con el partido de Pablo Casado en los ayuntamientos anunciando que pasaban a la oposición. En el pacto secreto queda negro sobre blanco que el PP acordó con Vox la entrada de la ultraderecha en "concejalías de gobierno". Pero en Génova se empeñan en defender que esto no implica que necesariamente concejales de Vox se sienten en la Junta de Gobierno. "Gobierno es todo", resumen fuentes conocedoras del proceso.

"Esto no es el juego de las sillas. No podemos jugar al juego de las sillas con los gobiernos", dijo la rueda de prensa posterior al Comité de Direccion del Partido Popular el secretario general del PP, Teodoro García Egea.

"Esto no es un reparto de sillas, es la formación de un gobierno muy serio, del que dependen miles de familias y la inversión que se atrae. Debemos establecer los programas que se quieren desarrollar y las personas que lo van a hacer, más allá de si tienen el carné de una determinada formación política", recalcó. Y por si no había quedado claro el malestar del PP con Vox, llegó a decir que "los que hablan de cargos se parecen demasiado a Pablo Iglesias".

El número dos de los conservadores pidió dejar trabajar a los alcaldes antes de dar por rotos los pactos apuntando a que todavía no se han cumplido los 20 días de plazo que se dieron PP y Vox para cerrar los acuerdos.

"A lo largo y ancho de España hay 8.000 municipios donde hay que ponerse de acuerdo", dijo.

"Ese plazo de 20 días aún no se ha cumplido [...] Los alcaldes pueden y deben tener el criterio suficiente para evaluar qué concejales de qué grupos tienen capacidad para repartir ciertas responsabilidades", añadió García Egea al tiempo que insistía en que el PP "siempre cumple sus compromisos". El plazo para negociar en los ayuntamientos culmina el 5 de julio.

"Lo que interesa a los ciudadanos"

Al mismo tiempo, los conservadores aseguran que lo firmado con Vox es compatible, a su vez, con los firmado con Ciudadanos. Todo, pese a que una de las condiciones del partido de Albert Rivera ha sido siempre que la extrema derecha no entre en los gobiernos.

En el PP no se pronuncian sobre en qué podría quedar la entrada de Vox en los ayuntamientos. Se limitan a recordar que la ley de capitalidad define como "órganos de gobierno", además del Pleno, el alcalde, la Junta de Gobierno, los tenientes de alcalde, los concejales que tienen responsabilidades de gobierno y los miembros no electos de la Juntas de Gobierno.

Intentando huir de la polémica, el dirigente conservador subrayó que el punto fundamental del documento suscrito, que este martes vio la luz, recoge que aquellos ayuntamientos en los que PP, Cs y Vox sumen fuerzas, estos se pondrán de acuerdo para desalojar a la izquierda, porque "es lo que interesa a los ciudadanos".

En el PP esperan que lo ocurrido a nivel municipal no se contagie a las negociaciones para la formación de Gobierno en la Comunidad de Madrid y que su candidata, Isabel Díaz Ayuso, sea investida presidenta. "La gente no entendería que la discusión sea por cargos y no por cargas" y que esto frustre los llamados "gobiernos de la libertad", señalaría García Egea.

Investidura de Sánchez

En Génova no se acaban de creer que el PSOE quiera el apoyo del PP para la investidura de Pedro Sánchez.

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A ojos del secretario general de los conservadores, el presidente del Gobierno en funciones está cómodo con la mayoría de la moción de censura y busca una excusa para reeditarla.

"Si quisiera dar una imagen de moderación, empezaría hoy rompiendo con Bildu, actuando en Cataluña, bajando impuestos y pactando con el PP una nueva ley electoral de doble vuelta", sostuvo.

En este sentido, advirtió a Pedro Sánchez de que "no se moleste" en volver a pedir al PP que facilite su investidura hasta que responda a los pactos de Estado sobre Navarra, Presupuestos, bajada de impuestos, pensiones y ley electoral que Casado puso sobre la mesa el verano pasado tras haber sido elegido presidente del Partido Popular.

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