Sánchez descoloca a los partidos al plantear el fin de la inviolabilidad del rey y marcar distancias con el emérito

La propuesta de Sánchez de reformar la Constitución para poner fin a la inviolabilidad del Jefe del Estado, a la vista de las informaciones que desde hace semanas señalan a Juan Carlos de Borbón como titular de cuentas millonarias opacas a Hacienda en el extranjero, descolocó este jueves a los partidos. Sánchez planteó nítidamente este asunto en una entrevista publicada por elDiario.es e infoLibre en la que afirmó que “los aforamientos de cargos públicos deben circunscribirse a su actividad. Defiendo lo mismo para el rey”. 

Tras señalar que “no hay espacio para la impunidad” ante las “informaciones perturbadoras” que se están conociendo sobre el rey emérito, Juan Carlos de Borbón, el jefe del Ejecutivo propuso abrir una reflexión sobre la inviolabilidad del monarca. “Evidentemente, la Constitución española tiene que evolucionar conforme a las exigencias de ejemplaridad y conducta política de las sociedades”, afirmó.

Unidas Podemos, el socio de Gobierno de Sánchez, optó por un llamativo silencio. Lo más parecido a un pronunciamiento público lo firmó a través de Twitter la vicepresidenta tercera del Congreso de UP, Gloria Elizo, según la cual la “única manera” de que Felipe VI se desvincule de su padre es mediante la realización de un referéndum y su abdicación. Pero ella no es ni de lejos una portavoz autorizada de la formación morada.

Sólo a última hora fuentes de Unidas Podemos se desmarcaron de cierre de filas general en torno al rey actual y señalaron que “los escándalos que están apareciendo acorralan a Juan Carlos I pero ponen en cuestión a Felipe VI y también abren un debate sobre la utilidad de la monarquía”. “Lo que se está destapando es que se ha estado utilizando la Jefatura del Estado para intereses y negocios privados que han servido para que sus miembros se hicieran millonarios aprovechando su posición”, añadieron las mismas fuentes.

Unidas Podemos ha pedido en numerosas ocasiones a lo largo de su corta historia la realización de una consulta para decidir entre monarquía o república e Izquierda Unida ha llegado a defender directamente la abdicación de Felipe VI. La última vez en fecha tan reciente como el 18 de marzo, tras el primer discurso a la ciudadanía del rey tras estallar la pandemia de coronavirus, dos días después de que la Casa Real informara de que el monarca renunciaba a la herencia de su padre.

Esta vez nadie de Unidas Podemos quiso hacer declaraciones. Y aunque las fuentes consultadas por infoLibre aseguran que Pablo Iglesias, en calidad de vicepresidente, cerrará filas con Sánchez en este asunto, otra cosa es la posición que va a defender la formación morada si Sánchez pasa de las palabras a los hechos y pone encima de la mesa una propuesta concreta. En ese caso, UP no renunciará a defender que el jefe del Estado sea elegido democráticamente.

No falta quien cree que detrás de la iniciativa de Sánchez está la voluntad de salvar la monarquía sacrificando la figura de Juan Carlos de Borbón, puede que incluso con la connivencia de Felipe VI, una estrategia que UP no comparte y en la que no está dispuesta a participar.

En cualquier caso, PP y Vox no permitirán una reforma constitucional para poner fin a la inviolabilidad del rey y limitar su aforamiento a las actividades propias de su cargo como Jefe de Estado. Al menos eso es lo que se deduce de su primera reacción. Los de Pablo Casado, siempre reacios a abrir el melón de la reforma constitucional, acusaron a Sánchez de plantear un “debate electoralista” en el que ahora “no está la gente”. Y que ellos no van a morder ese anzuelo. Fuentes del PP consultadas por infoLibre recordaron que “cualquier cambio en la Constitución debe hacerse con las mayorías que la alumbraron, no para salir con menos apoyos” y que en todo caso ellos no están dispuestos a entrar el fondo del asunto. 

Sánchez ha combinado en la últimas horas el cuestionamiento de Juan Carlos I con los elogios a Felipe de Borbón. Un camino que también siguió el presidente conservador, Pablo Casado, que hizo una declaración en un acto en San Sebastián ofreciendo todo su apoyo al actual rey y a su “conducta ejemplar”. “Desde el PP apoyamos al jefe del Estado, el rey Felipe VI, y su conducta, que ha sido ejemplar y transparente en estos seis años de reinado”, subrayó.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, consideró “una cortina de humo” la propuesta de Sánchez y le acusó de pretender “derribar la monarquía parlamentaria” en España para convertirse él en el Jefe del Estado y “violar el orden constitucional”. Es lógico, añadió, tratándose de un Gobierno apoyado por “comunistas y etarras. Odian todo lo que nos une; la historia, la nación, el rey y la bandera”.

La mayoría del Congreso

La posición del PP y de Vox es decisiva porque la reforma de la Carta Magna para modificar la inviolabilidad del rey exigiría, en primer lugar, aprobar el nuevo texto en el Congreso y en el Senado “con una mayoría de dos tercios de las cámaras”, lo que en la Cámara Baja supone contar con el apoyo de 233 diputados. Para que saliese adelante haría falta que no votasen en contra más de 117 diputados, y solo los de PP y Vox ya suman 140 escaños.

Eso sin contar con otra dificultad adicional: si se aprobara el texto en ambas cámaras, después habría que disolver las Cortes Generales y convocar elecciones para que las nuevas Cortes ratificasen el cambio con mayoría simple, más votos a favor que en contra, en ambas cámaras antes de someterla a referéndum.

Lo cierto es que no es la primera vez que Sánchez se refiere a la inviolabilidad del rey. En diciembre de 2018 no sólo se mostró partidario de hacerlo sino que apuntó que el propio monarca Felipe de Borbón también sería partidario y no supondría un impedimento para abordar este cambio. Lo hizo en una entrevista con varias televisiones con motivo del 40º aniversario de la Constitución.

Tanto la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, como la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, reforzaron los mensajes positivos sobre la labor del actual jefe del Estado distinguiéndola de las actividades de su predecesor. Sobre la posibilidad de que el rey actual pida a su padre que abandone las dependencias oficiales en las que vive, Calvo aseguró que es algo que le compete a él.

“No obstante, subrayó, “la institución que en este momento representa la monarquía parlamentaria en la figura del rey Felipe VI está haciendo su trabajo constitucional de manera absolutamente correcta”. Y eso “es lo que importa al día a día del trabajo que tenemos que hacer desde las instituciones. Otra cosa son las situaciones que vienen del pasado y que afectan, como ayer decía el presidente, de manera inquietante en lo que pensará mucha gente y que afectan, repito, al exjefe del Estado”.

Lo que Sánchez declaró en la entrevista publicada por infoLibre y elDiario.es es lo mismo “que puede estar pensando la inmensa mayoría de este país cuando nos enfrentamos a informaciones como las que nos estamos enfrentando, pero hay que hacer una distinción clara entre lo que representa esa información en relación al exjefe del Estado y la situación constitucional del actual jefe del Estado, remarcó.

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La vicepresidenta, que además es doctora en Derecho Constitucional, apoyó la propuesta del presidente porque “los aforamientos deben de estar residenciados” en las actividades de los cargos públicos “en el ejercicio” de su función. “Fuera del ejercicio del cargo tenemos que rendir cuentas como cualquier otro ciudadano, en pie de igualdad y en las mismas condiciones que responden el resto de los hombres y mujeres de este país”.

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, abundó en la misma idea: “La Justicia y la crítica de los medios de comunicación tiene que ser igual para todos”, lo que incluye también al rey emérito. Lo dijo en una entrevista en Telecinco en la que calificó de “graves” la revelaciones de los medios de comunicación sobre las actividades de Juan Carlos de Borbón y reconoció que preocupan al Ejecutivo. “¿Y a quién no?”, se preguntó.

Montero, no obstante, también distinguió al rey emérito de Felipe de Borbón, al que mostró su “agradecimiento” por marcar distancias con su padre “y establecer una frontera con las actuaciones que se han podido protagonizar en otro momento”.