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Crisis del coronavirus

La "nueva normalidad", en jaque por la baja detección y la escalada de casos con Madrid a la cabeza

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ofrece una rueda de prensa este jueves en Madrid.

El covid-19 sigue sin freno en España. La más contundente de la jornada de este jueves ha sido ha consejera de Salud del Gobierno vasco, Nekane Murga: "No es posible la nueva normalidad", advirtió, en referencia al crecimiento en el número de casos de la enfermedad que está sufriendo en los últimos días Euskadi. "Prepararemos plantas específicas porque decenas de personas se van a contagiar esta semana y algunas, sin duda, fallecerán", confesó. "El coronavirus nos está ganando terreno día a día, semana a semana". La dirigente considera que viven una "segunda ola" del virus. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, no lo tiene tan claro. "No sería prudente" afirmarlo por su parte, señaló. Sigue considerando que no se da una transmisión comunitaria generalizada. Sin embargo, los datos siguen sin mejorar. La estabilización está llegando a Aragón y a Cataluña, que podrían empezar a descender su segunda curva en cuestión de días, si la tendencia se mantiene. Sin embargo, la Comunidad de Madrid asusta y preocupa. La escalada de nuevos positivos continúa con fuerza y la cifra de asintomáticos detectados es muy, muy baja con respecto a la media nacional: de un 7,6% en los últimos días, frente al 50% de media en España. 

En Euskadi, la cifra de positivos confirmados este jueves (322, el número más alto de todo el país) suponen el mayor repunte de contagios desde el mes de abril. Aún no se ha traducido, como en la mayoría de comunidades, en un aumento significativo de las hospitalizaciones, los ingresados en UCI y los fallecidos, pero Murga considera que es inevitable. Tras una subida en positivos, generalmente viene un repunte en la presión asistencial, aunque no tiene por qué traducirse de manera equivalente (si la mayoría de nuevos casos son detectados en jóvenes, muchos no necesitarán más que cuarentena y reposo domiciliario). En el resto de España, por otro lado, la situación no es halagüeña. La incidencia acumulada de casos de los últimos 14 días en España ha crecido en dos semanas de 34,9 a 75,29: un aumento del 115%.  

Los nuevos positivos diarios son 1.683: los números son similares a los comunicados a finales de abril y principios de mayo, aunque la comparación no es exacta, puesto que la capacidad de testeo ha aumentado y en los meses de confinamiento quedaban muchísimos casos por detectar. Las hospitalizaciones aún no son demasiado preocupantes, salvo el caso de Aragón, que ha multiplicado por 10 sus ingresos en menos de un mes y cuenta con casi 500 personas en sus hospitales por coronavirus, lo que no está colapsando su sistema, pero sí tensionándolo. "Es muy probable que en Aragón hayan superado el pico de transmisión, pero el pico de hospitalización lo vamos a ver en los próximos días", advirtió Simón. Los ingresos en UCI y los fallecidos tampoco están repuntando notablemente, por ahora. 

Aunque la escalada en casos graves y muertes no será, a todas luces, tan salvaje como en marzo, donde la transmisión comunitaria indetectada de febrero desbocó la situación epidemiológica, se espera un repunte en ese sentido si las cifras de nuevos positivos siguen creciendo, tal y como se ha producido en Aragón. Las cifras del Ministerio de Sanidad muestran esta semana un aumento considerable, aunque aún bajo, de los nuevos ingresos en UCI: Sanidad declaró 41 en los últimos 7 días este jueves, y la horquilla se movió entre los 5 y los 20 durante todo julio. En todo caso, a todas luces el número real será mayor: todos los días las comunidades autónomas declaran más hospitalizaciones y fallecidos que los que luego comunica el Gobierno central por el retraso a la hora de introducir los datos en el sistema informático. Por ejemplo: tal y como recoge El País, Cataluña declaró la semana pasada 10 veces más ingresos que los que difundió el Ejecutivo.

La segunda comunidad autónoma con más casos declarados en las últimas 24 horas no es, sin embargo, ni Aragón ni Cataluña: es Madrid. "Desde el 11 de mayo hasta el 19 de julio el número de casos confirmados diarios fue estable con pequeñas variaciones, sin embargo, en las últimas tres semanas se observa aumento de casos confirmados, en especial durante los últimos siete días", reconoce la comunidad en un informe difundido este martes. La región ya no es, por tanto, la sorprendente excepción de una zona terriblemente castigada por la primera ola e indemne de la posible segunda. Además, una diferencia la separa, de manera muy sorprendente, de Euskadi: el 80% de los casos que detecta el sistema sanitario vasco son asintomáticos. En Madrid, esa cifra ha caído hacia el 7,6%. La media española es del 50%, según explicó Simón este jueves en rueda de prensa. 

¿Qué quiere decir eso? Los expertos consideran que la detección de asintomáticos en un porcentaje alto implica que las cifras se acercan mucho más a la realidad epidemiológica. Estos casos son mucho más difíciles de detectar: se encuentran rastreando a los positivos que sí tienen síntomas, preguntándoles con quién han estado cerca en los últimos días. Es la labor que hacen tanto los médicos de familia como los rastreadores. Por lo tanto, la evidencia señala que los números de Euskadi, pese a ser altos, son fiables: y son una buena señal de que la comunidad autónoma podría atajar la escalada, ya que, al identificar a los que están pasando el covid-19 sin una tos, pueden recomendar cuarentena y así cortar la transmisión. Madrid, sin embargo, podría tener una enorme bolsa de positivos sin identificar que, como no lo saben, pueden contagiar a otros a un ritmo elevado.

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Sin embargo, Simón no ha querido asegurar con rotundidad que la bajísima cifra de asintomáticos que declara Madrid sea causa de una detección poco eficaz. "No es por el momento grave, pero tenemos que tener mucho cuidado", afirmó: incidió, en todo caso, en que le preocupan esos datos y que los responsables del Ministerio de Sanidad se reunirán este viernes con la Comunidad de Madrid para tratar de identificar la causa. La falta de rastreadores apunta a la principal razón, pero el director del Ccaes prefirió la cautela. "Madrid tiene una capacidad diagnóstica muy potente", con varios laboratorios capaces de hacer PCR a buen ritmo, por lo que, "quizá", sea cuestión de que no se están haciendo "a las personas que tienen que realizarlas". 

Los médicos de Atención Primaria han declarado que no saben dónde están sus compañeros rastreadores: a los pacientes que declaran un positivo muchas veces no les llaman para hacer el seguimiento de contactos. La Comunidad de Madrid no ha contratado a los 400 rastreadores que prometió para pasar de fase en la desescalada. Italia, que por ahora controla la pandemia con aparente éxito, cuenta con 1 rastreador por cada 10.000 habitantes en la mayoría de las regiones. Alemania, con 2. La región gobernada por Ayuso, con 0,25. En apariencia, parece difícil detectar a muchos asintomáticos si por cada caso, en Madrid, de media se identifica a solo un caso más relacionado con el primero.

La Comunidad de Madrid, tras meses de tregua, podría ponerse rápidamente a la cabeza de los contagios en un país que, una vez más y como si fuera una pesadilla recurrente, se ve golpeado por la pandemia en el nivel sanitario. No al nivel de marzo, pero sí con la fuerza suficiente como para destruir el sector turístico, profundizar la recesión y, en definitiva, cuestionar la idoneidad de la "nueva normalidad" que en Euskadi ya no creen plausible.

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