Crisis del coronavirus

El Gobierno Ayuso reconoce que Madrid necesita el doble de rastreadores pero admite que tardará un mes en contratarlos

El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.

"Hay más de 800 rastreadores" operando en la Comunidad de Madrid, según ha asegurado el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, en la comparecencia en la que se ha informado del confinamiento perimetral de 37 Zonas Básicas de Salud en la región. "El objetivo es terminar el mes con 1.100 y en el mes de octubre llegar a 1.500 para conseguir hacer esas labores tanto de la parte epidemiológica de la encuesta al contagiado y la encuesta a los contactos, como el seguimiento diario", ha añadido. Así, la región que se ha convertido en el epicentro del covid en Europa se acercaría a las recomendaciones de los organismos internacionales, que apuestan, teniendo en cuenta la población madrileña, por entre 1.000 y 2.000 personas contratadas para identificar a los contactos estrechos de cada positivo, ordenar su testeo y mandarles a hacer cuarentena. Lo hace casi tres meses después del Estado de Alarma y habiendo prometido en mayo al Gobierno central que haría, antes de desconfinarse, las inversiones necesarias para garantizar la detección y la vigilancia epidemiológica. Y con una transmisión comunitaria masiva en barrios del sur de Madrid, cuando el rastreo es menos eficaz: sirve, precisamente, para evitar que se descontrole la situación hasta ese punto. 

La Asociación Madrileña por la Sanidad Pública estima que harían falta, como mínimo, 2.600 rastreadores, teniendo en cuenta el alto impacto actual de la pandemia. Sin embargo, los rastreadores son más útiles para evitar la transmisión comunitaria: en un escenario de contagios masivos pierden su eficacia. El Gobierno regional no solo ha tenido casi tres meses para reforzar una Atención Primaria colapsada, que ya se preveía que tendría mucho que hacer tras la desescalada, y para contratar a todos los rastreadores necesarios; también ha negado que los necesitara. A finales de julio, el vicepresidente, Ignacio Aguado, afirmó que el número de estos profesionales “no es un problema” en la Comunidad de Madrid, y que se irían contratando según se necesitaran. La lógica debería ser justo lo contraria, advertían en mayo los expertos: ficharlos para evitar que se descontrole la incidencia y no cuando se descontrola. 

Escudero no especificó, ni la CAM a preguntas de infoLibre dirigidas a su departamento, si en esos 800 estaban incluidos los 150 rastreadores militares que la administración solicitó al Ministerio de Defensa. Cuando se conoció la oferta, el consejero de Interior, Enrique López, criticó al Gobierno preguntándose "dónde estaban" en junio y julio. El mismo mes en el que Aguado aseguraba que no hacían falta más. "En Madrid siempre hemos tenido los rastreadores adaptados a la capacidad diagnóstica de nuestra Comunidad", afirmó esta semana Escudero en Ondacero.

Todos los expertos coinciden en señalar a la falta de rastreadores como uno de los motivos por los cuales la Comunidad de Madrid se ha convertido en el epicentro del covid-19 en Europa, junto a otras razones. No hay ninguna otra gran ciudad del continente, a las que se le presupone una alta movilidad interior y exterior, que esté así. Ni siquiera fuera, en Nueva York, que no ha vivido ni está cerca de vivir una segunda ola. Tampoco se puede decir que no se viera venir: ya durante el verano, y con unas cifras muy inferiores a las registradas por Cataluña y Aragón, había sospechas de que la mayoría de casos de covid-19 en Madrid estaban pasando inadvertidos para el sistema sanitario.

Estas sospechas se fundamentaban, esencialmente, en dos datos: la cifra de asintomáticos detectados con respecto al total de casos detectados y la cifra de positivos detectados con respecto al total de test que se realizan. En el primer ámbito, en agosto saltó la polémica: el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, se hizo eco de un dato difundido en un informe epidemiológico semanal de la propia Comunidad de Madrid que mostraba que solo el 7,6% de los positivos detectados eran asintomáticos. Teniendo en cuenta que la media española rondaba el 50% y en algunas comunidades, como Euskadi, es del 80%, y que en general el covid-19 afecta en todo el país por igual, una de las hipótesis más probables es que la administración sanitaria no estaba identificando una buena parte de los casos. Y los asintomáticos contagian poco… pero contagian.

El consejero de Sanidad madrileño reaccionó negando la cifra y tachando a Simón de manipulador –pese a que se trataba de un dato oficial difundido por la propia CAM–. Borró el número del documento y no incluyó el concepto en los informes epidemiológicos posteriores, por lo que no se sabe qué porcentaje de asintomáticos baraja ahora Madrid. Lo que sí sabemos es que el 15% de test PCR que se hacen en la región arrojan un resultado positivo, la cifra más alta de España, lo que puede indicar dos cosas: o bien el sistema de detección funciona a la perfección, o bien, como muestra el número anterior, muchos casos sin síntomas pero con potencial de contagio pasan inadvertidos.

Sin noticias para la Atención Primaria o el transporte público

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El Gobierno madrileño no ha anunciado ningún plan específico para reforzar la Atención Primaria, colapsada en las zonas más afectadas de la Comunidad por las características de la supuesta segunda ola de covid. Muchos casos son asintomáticos o con síntomas leves, por lo que deben acudir al centro de salud: con profesionales diezmados por el virus, muchos de vacaciones hasta hace poco y teniendo que asumir la carga de trabajo adicional que resulta de la falta de rastreadores. Hay ambulatorios cerrados y, los que no, advierten en las puertas de los médicos que se encuentran trabajando. Las colas en la puerta duran horas y en la centralita es difícil que cojan el teléfono dado el aluvión de llamadas. 

Escudero reconoció este viernes la "escasez" de profesionales sanitarios, pero justificó la inacción asegurando que las bolsas de contratación temporal del Servicio Madrileño de Salud se encuentran "a cero" y que la Comunidad de Madrid está haciendo "todo tipo de estrategias para captar médicos y enfermeros", pero que no encuentra nada por ahora. Al mismo tiempo, Isabel Díaz Ayuso anunciaba casi un millón de pruebas diagnósticas rápidas en una semana. Para muchos, misión imposible en la actual situación.

Tras el Estado de Alarma, las redes sociales se han llenado día tras día de denuncias de aglomeraciones en el transporte público de la capital, Madrid. Con la región pasando el momento más crítico con respecto al covid-19 desde ayer, la comparecencia no ha incluido ningún anuncio para mejorar la frecuencia o evitar los tumultos en la red. Los estudios al respecto afirman que se trata de entornos relativamente seguros, dado el uso obligatorio de la mascarilla, la ausencia generalizada de conversaciones (en las que se expulsan gotitas) y la recirculación del aire. Pero los expertos en movilidad reconocen que las aglomeraciones son evitables y que la frecuencia debería ser alta para evitar situaciones potencialmente peligrosas y de demonización de un transporte público vital en cualquier ciudad. Se puede hacer, pero en Madrid ni se hizo, ni se ha hecho, ni se hará. 

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