De profesión, clickbait

Abrumado por el carrusel histórico-tremebundo que nos ha tocado vivir, esta mañana me dije: voy a leer el Huffington Post, necesito que alguien me lo explique despacito. En portada, dos noticiones. En una banda roja («En directo»), dice: “El avión del juicio final emprende vuelo en plenas negociaciones de paz: radares detectan una trayectoria inesperada”. ¡Caramba! Debajo, en una foto tomada por su peor enemigo, un retrato del mismísimo Vladimir Putin ilustraba un titular sensacional: «Ajo y tregua». Subtitulando, en tipografía Georgia, alguien se había molestado en aclarar el jeroglífico: el moscovita estaba esperando a que Trump le explicase sus acuerdos con Kiev.

Fascinado por esta pulcritud informativa, me entregué a las veleidades de la chispeante cabecera de Prisa, un grupo que enseña y entretiene. En su sección de destacados («Lo + del día»), encontré algunas perlitas que no me resisto a compartir. En la ristra últimas horas, una aparecía destacada con un redondel rojo: «Un pueblo español de 63 habitantes se convierte en el mayor exportador de bombas para Ucrania». No les sorprenderá que clicase como un miura al que le abren chiqueros. ¡Atención! En la noble villa burgalesa de Quintanilla Sobresierra, en el Páramo de Masa, hay una planta armamentística. ¿Brigadas internacionales? ¿Un agrupación gerontorrural que le pasa la pensión a Zelenski para que se compre unos misilitos sin que se entere su madre? Lo siento, no nos queda.

Decepcionado, vuelvo a «lo +», a ver si con la siguiente. Me debato entre dos opciones: «El dueño de un restaurante acude a comisaría para denunciar una cancelación de dos mesas a última hora» o «Confirman un choque de masas de aire parecido al de Filomena y la AEMET avisa con tiempo del golpe». Como me preocupa más el advenimiento de una glaciación que las singulares aventuras del hostelero airado, pincho en la segunda. Podemos respirar tranquilos: «Meteored matiza que estamos en primavera (meteorológica) y los efectos serán muy diferentes». Carajo, cuánto sobresalto estéril.

Un scroll un poco brusco me lleva a la sección de «destacados». La parrilla contiene ocho noticias (ejem) tildadas todas de «viral». Euprepio Padula (el más molón de la historia) da «una respuesta tajante» a Santiago Segura; Niño Becerra anuncia el décimo colapso económico de esta semana; Movistar alerta a sus clientes de algo que se obvia en el titular, en León, un café le sale muy caro a alguien; se monta un lío por un chocolate en el Mercadona, un vecino enfadado ha puesto un cartel en su portal y uno de los Gomaespuma ha respondido a Mario Vaquerizo.

Me sobresalta un ripio entre tantísimo rigor sobrevenido: «Un hombre prohíbe a los deshollinadores entrar en su casa y la negativa conduce a una operación policial a gran escala»

Me propongo, como cruzada personal, encontrar al menos una noticia sin trampas en la portada de este respetable diario. ¡Un justo en Sodoma! En la sección de «actualidad» (¿qué será lo demás?) hallo un par de titulares bien formulados. Pincho en uno sobre la retirada de las tropas ucranianas en la región de Kursk y la alegría se disipa en un santiamén: es un corta y pega de EFE. Las de política nacional, tres cuartos de lo mismo: más agencias. Ay. Me sobresalta un ripio entre tantísimo rigor sobrevenido: «Un hombre prohíbe a los deshollinadores entrar en su casa y la negativa conduce a una operación policial a gran escala». Entradilla: «El descubrimiento provocó soprendió (sic) a las autoridades». La firma «Redacción HuffPost» (ya decía yo): el tipo cultivaba marihuana, ya ves tú.

Por cierto, el avión del juicio final no es un jinete del apocalipsis, sino una aeronave de la aviación estadounidense preparada para soportar ataques nucleares. Lo bautizaron «Doomsday» («Apocalipsis» en la lengua de Cervantes) porque los yanquis son unos flipados. Casi tanto como los editores del Huff.

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