Sobre los pinchazos telefónicos entre Feijóo y el narco Marcial Dorado

La fiscalía no fue informada de los pinchazos telefónicos entre Feijóo y el narco Marcial Dorado. 

El periódico El Mundo pretende contarnos por fascículos conversaciones privadas en un chat de WhatsApp entre el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el secretario de Organización, José Luis Ábalos. Todo en un contexto interno, orgánico, de partido. Parecen fruto, estas conversaciones, de material confiscado a Koldo García por parte de la policía y que “alguien” ha filtrado al diario.

Algo parecido ocurrió hace unos años con otra investigación policial que estaba bajo secreto sumarial, donde durante un registro policial en el domicilio del narcotraficante Marcial Dorado Baúlde se encontraron varias fotografías del actual líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y el narco.

Arsenio Fernández de Mesa fue el que avisó a Feijóo. Hablamos del año 2004. Por tanto, antes de que El País publicase las fotografías en el año 2013, Feijóo tenía información privilegiada del delegado del Gobierno en Galicia. De Mesa fue ascendido después a director general de la Guardia civil y más tarde a consejero de Red Eléctrica. 

En el año 2001, en el marco de una operación contra el narcotráfico, el juez Vázquez Taín solicitó la intervención de las comunicaciones de Marcial Dorado. 

Entre 2001 y 2003, el narco Marcial Dorado mantuvo conversaciones con el presidente de Correos, Alberto Núñez Feijóo, al cual, como ya sabemos, le unía una amistad desde los años 90. 

No se llevó a cabo ningún tipo de atestado policial, ni existen transcripciones de las conversaciones telefónicas. Si existieron alguna vez, han desaparecido.

Feijóo había declarado públicamente que esa amistad había finalizado en 1998, y que la última vez que había visto a Marcial Dorado había sido en 1999 en el entierro de su amigo común, Manolo Cruz, fallecido en un extraño accidente. Mintió.

infoLibre se hizo eco de la noticia.

Según declaraciones del propio Dorado en la entrevista que concedió a Jordi Évole para el programa Salvados, fue Feijóo quien le telefoneó a él en alguna ocasión y que al menos una vez habían quedado para comer.

Lo normal suele ser que esas intervenciones telefónicas realizadas por el Servicio de Vigilancia Aduanera hubiesen sido transcritas o constasen en algún soporte digital. En el atestado policial no constan. No hay nada. 

Entre 2001 y 2003, el narco Marcial Dorado mantuvo conversaciones con el presidente de Correos, Alberto Núñez Feijóo, al cual, como ya sabemos, le unía una amistad desde los años 90

El juez José Antonio Vázquez Taín, extrañamente, no informó a la fiscalía ni a quien tramitó las diligencias previas sobre la existencia de estas escuchas telefónicas. ¿Por qué no constan en el sumario? ¿Son las únicas conversaciones que no hizo constar o hay más? Si el juez escuchó esas conversaciones, ¿cómo lo hizo? tendrían que existir grabaciones, ya que es la policía de Aduanas la que realiza las escuchas.

Fuentes del caso afirmaron al periódico El País que estaban “sorprendidos” al conocer la existencia de esas conversaciones años más tarde.

El juez Vázquez Taín tomó la decisión motu proprio. Consideró que esas conversaciones no eran relevantes y no las incluyó en el sumario ni informó a la fiscalía de su existencia. ¿No debería la fiscalía, como parte, poder determinar si tenían importancia o no para la causa? 

Puede que aquí esté la respuesta.

En enero de 2005, el juez Vázquez Taín ascendió a la categoría de Magistrado. Su destino ya no sería, como hasta ahora, en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 Villagarcía de Arousa. Debería pasar a ocupar la plaza de Juez en el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Mataró, Barcelona, a muchos kilómetros de su hogar.

Pero consiguió quedarse en Galicia. Lo evitó solicitando una excedencia. ¿Cuál fue la causa de esa excedencia? Esta: “Decreto 23/2005, do 10 de febreiro, polo que se nomea a José Antonio Vázquez Taín director do Centro de Estudos Xudiciais e Seguridade Pública de Galicia da Consellería de Xustiza, Interior e Administración Local”.

Curiosa casualidad.

Pasó a Servicios Especiales. Manuel Fraga Iribarne, como presidente de la Xunta de Galicia, ordena el nombramiento del magistrado como director de un nuevo organismo, recién creado, el Centro de Estudios Judiciales. Taín ya no tendría que abandonar Galicia.

También quiero resaltar, como dato, que el padre del juez Taín, Manuel Vázquez, era alcalde del PP en A Merca, un pueblo de la provincia de Ourense. 

Feijóo era el vicepresidente de la Xunta en 2005. Había vuelto de Madrid en enero de 2003 como consejero de Obras Públicas. Un año más tarde ya era el número dos de Manuel Fraga. 

En el registro del chalé de Dorado, en el año 2003, la policía encontró una fotografía que llamó especialmente su atención. “Era una foto de grupo en una embarcación en la que estaban Dorado y Feijóo. El contrabandista la tenía enmarcada y sobre una estantería del salón de su casa”. 

Esa embarcación era una de las utilizadas por el narco para transportar fardos de droga y que fue posteriormente decomisada por la Audiencia Nacional.

Cuando en el año 2013 salen a la luz las fotografías del narco y Feijóo, el juez Vázquez Taín habló públicamente de esas fotos. Aseguró que “fue la Policía la que le pidió que hablara de las fotos para evitar cualquier sospecha sobre posibles filtraciones”. Fue ahí cuando, queriendo restar importancia a la aparición de las fotos, soltó lo de las conversaciones telefónicas entre Feijóo y Dorado de las que absolutamente nadie tenía constancia. El presidente de la Xunta de Galicia quedaba como un mentiroso. Días antes había declarado que la relación con el narco se había roto en 1998.

Las fotografías que aparecieron en casa de Marcial Dorado tampoco constan en la causa. 

El entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, desmintió la versión de Taín. Dijo en el Congreso de los Diputados que “desde ninguna instancia de su Departamento se pidió al juez José Antonio Vázquez Taín que hiciese declaraciones” sobre Feijóo y el narco.

El juez Javier Gómez Bermúdez, que instruyó la causa en 2013 contra Marcial Dorado por blanqueo de capitales confirmó que había buscado esas grabaciones, “pero no había encontrado ni rastro de ellas”.

Esa causa era la pieza económica de la operación que comenzó en 2001 con los famosos pinchazos telefónicos. El teléfono del narco Marcial Dorado fue intervenido entonces y ahí comenzó su calvario judicial que le llevó a prisión. 

Son tantas las preguntas que rodean la relación de Feijóo y el narco y hay tan pocas respuestas…

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Cristina P. Marcote es la autora del libro 'Feijóo y el narco'.

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