Temor y temblor en la Red
Los medios de comunicación de la derecha oscilan, sus periodistas y difusores practican funambulismo en la cuerda del clasicismo rancio conservador de la derecha española de toda la vida y con la barra del desatado desparrame Trump-ayusiano. No sólo ellos están perdidos y tiemblan ante el peligro de perder el trabajo o encanallarse. El giro capitalista mundial y sus nuevas formas traen ese guión. Y la democracia puede perder también el equilibrio. Todo se tambalea. Y la Red no es ajena a esta tensión que se extiende oscura y globalmente en política.
La Red se mueve gracias a reglas técnicas, pero necesita de otras que alcanzan un carácter a menudo ético-político. La regulación de la IA ―la IA es imprescindible para cualquier empresa de cierto volumen― sigue siendo clave en los aspectos ético-políticos, tanto en la difusión de datos sensibles a nivel político como en cualquier área social o económica. Dicha regulación se mantiene en márgenes relativamente aceptables, legalmente mediante la Ley de Servicios Digitales (DSA) y éticamente, mediante el organismo de normalización y estandarización más potente del globo: la Norma ISO. En lo que afecta a la IA, la norma ISO SC 42. En este sentido, la influencia de estas grandes corporaciones se superpone a otras de sentido no contrario, pero sí distinto.
La influencia de China en la estandarización de los mercados internacionales, especialmente a través de organismos como la ISO, ha sido creciente en las últimas décadas. Su inmovilismo reacio a la aceptación de los DDHH sigue siendo un obstáculo. Su interés por normalizar sus productos y servicios se ha hecho notar dado el fortalecimiento de su economía y su interés por liderar la formulación de estándares globales, lo cual es crucial para consolidar su posición en sectores estratégicos como la tecnología, las telecomunicaciones y la manufactura.
La intención política de Trump con las restricciones a exportaciones tecnológicas y el bloqueo de inversiones puede afectar a la capacidad de China para liderar la estandarización en mercados clave
La intención política de Trump con las restricciones a exportaciones tecnológicas y el bloqueo de inversiones puede afectar a la capacidad de China para liderar la estandarización en mercados clave. Esto afecta al mundo, pero especialmente a Europa, en la medida en que un menor compromiso de Trump con organizaciones multilaterales puede debilitar el sistema de gobernanza global de la Red (reglas técnicas, reglas éticas de normalización ISO) y vencer la resistencia europea que marca el sesgo social y de derechos consolidados por los ciudadanos. Esa política que cunde por Occidente de la mano de la ultraderecha y la derecha oportunista puede dejar paso libre a la influencia de otras potencias como la propia China o la India. Si la ventolera Trump opta por la creación de bloques normativos separados, podría surgir una “guerra de estándares” entre los alineados con Occidente y China.
Sin embargo, China ha invertido demasiados recursos en la participación activa en los comités de la ISO y ha promovido estándares relacionados con tecnologías emergentes (como el 5G y la inteligencia artificial), donde su influencia ya está consolidada.
El subcomité SC 42 de la ISO dedicado a la IA incluye temas cruciales como la gobernanza, la transparencia y la gestión de riesgo. La participación china se hizo relevante desde el primer momento. La reunión inaugural del subcomité SC42 tuvo lugar en Pekín en abril de 2018. En ella, una delegación coordinada por el Instituto Chino de Normalización Electrónica (CESI) presentó propuestas en su línea para la agenda de trabajo del comité.
China ha tratado de aumentar su influencia en este espacio desde antes, desde 2015, aunque no sin resistencia de otros actores globales. Instituciones chinas y corporaciones tecnológicas como Huawei, Baidu y Alibaba son actores prominentes en los debates del SC42, especialmente en estándares relacionados con la evaluación de riesgos y la ética en IA. La perspectiva china tiende a acentuar el control estatal y la estabilidad social, obviando la privacidad individual. En este sentido, es de especial importancia preservar la mencionada Ley de Servicios Digitales (DSA), pues la fusión de bases de datos ―Big Data― de sanidad, educación o comercio puede hacer saltar por los aires cualquier legislación sobre derechos personales y sociales. La intención de Elon Musk va también en esa línea (cuando se siente en el despacho oval será un hecho), aunque sin los remilgos de dar tanta cancha a los Estados.
En debates sobre ética, China aboga en el SC 42 por un enfoque práctico orientado a la seguridad y la eficiencia, evitando discusiones extensas sobre derechos individuales que son más frecuentes en Occidente. Y para asegurar su dominio trabaja activamente ganándose aliados en países en desarrollo, donde promueve su modelo de gobernanza en IA. Igualmente, trata de imponer en la SC42 su enfoque utilitario para adaptarlo a países de semejante opacidad política. En cuanto a limitación de sesgos en la RED, China tiende a enmarcar la discusión en términos de igualdad de acceso y utilidad económica y no cuestionar los sesgos ideológicos, de discriminación o culturales en los algoritmos. De modo que deja a un lado los valores aceptados por las democracias occidentales.
Sin embargo, en febrero de 2024, representantes chinos expresaron su compromiso de colaborar en iniciativas internacionales para establecer directrices éticas para el desarrollo y uso de la IA. Quizá este renovado interés tenga que ver con el ascenso de Trump. Como ven, la amenaza contra la democracia, los derechos y las libertades cunde en la RED por un lado y por otro del globo terráqueo. Aunque con el cambio en la ocupación del Despacho Oval por magnates de grandes empresas como Elon Musk, Pam Bondi, exfiscal general de Florida ligada a la Iglesia de la cienciología, Robert F. Kennedy, un antivacuna en el Departamento de Salud, o Chris Wright, un empresario del petróleo y donante republicano como secretario de Energía, todo puede suceder. Y casi más viable para contener el cambio climático y la seguridad en la Red un acercamiento a China que a Zuckerberg, Trump o Elon Musk.
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Sergio Hinojosa es licenciado en Filosofía por la Universidad de Granada y profesor de instituto.