Más de 20 organizaciones piden al Gobierno que comparta la fórmula de la vacuna de Hipra

Protesta por el monopolio de las vacunas en Sudáfrica, frente a una sede de Johnson & Johnson.

Una veintena de organizaciones, entre las que se encuentran Salud por Derecho, Oxfam Intermón, Médicos sin Fronteras, Amnistía Internacional, CCOO o UGT han mandado este martes una carta abierta al Gobierno [disponible aquí] para que comparta la fórmula de la vacuna de Hipra, ya en ensayos clínicos de fase III para evaluar su eficacia. En concreto, reclaman que los acuerdos de financiación con la empresa incluyan cláusulas para que se compartan los derechos de propiedad intelectual a través de C-TAP, el mecanismo habilitado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para solventar la inequidad en el acceso a tratamientos contra el covid-19 y que hasta ahora solo ha sido usado por España, facilitando las instrucciones de un test desarrollado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

"El Estado ha dotado de financiación pública parcial o total a estas iniciativas y, por ello, en los acuerdos de financiación y colaboración en l+D público-privados se deben incorporar condiciones y provisiones de acceso para que, tanto las entidades públicas como privadas, licencien sus productos a través de acuerdos globales y no exclusivos, a través de C-TAP, compartiendo los derechos de propiedad intelectual, con una compensación razonable a la empresa por su esfuerzo económico", reclaman las organizaciones. Hacen extensiva la petición a las vacunas que están en desarrollo por el CSIC, aunque ninguna ha superado aún la fase preclínica y no tienen fecha ni estimación para ello; pero también al producto en desarrollo por la farmacéutica catalana.

"El Gobierno ha invertido millones de euros en esta vacuna –su último anuncio han sido 15 millones en ayudas públicas para los ensayos clínicos–, pero no ha impuesto condiciones en los contratos de financiación que garanticen que sea accesible y que esté a disposición de todas las personas que la necesiten", explican desde Salud por Derecho. De hecho, la ministra de Ciencia, Diana Morant, ya explicó que el extranjero será el principal destino de la vacuna, si logra ser aprobada por los reguladores: en España ya no hace falta, pero fuera sí. Sin embargo, hasta el momento, será cobrando por cada dosis el precio que se marque en el contrato.

Las organizaciones firmantes celebran la trayectoria del Gobierno de Sánchez en cuanto al acceso global a la vacuna se refiere. El Ejecutivo ha mostrado su apoyo a la suspensión temporal de las patentes de las vacunas, "un paso importante que se acerca a la propuesta realizada en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) por 62 países, apoyada por más de un centenar de sus miembros" pero que sigue rechazando la Unión Europea, para la exención de los derechos de propiedad intelectual de estos productos. Pero puede ir más allá, consideran. "España, en defensa de la sanidad universal, podría dar un ejemplo de liderazgo político, de justicia, de equidad y de solidaridad al mundo", defienden las asociaciones.

La vacuna española de Hipra despega mientras los proyectos del CSIC se atascan en la primera fase

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La carta recuerda que, mientras que hay países que se plantean o ya inoculan la cuarta dosis de la vacuna, como Israel, "en los países de bajos ingresos se ha vacunado con dos dosis apenas al 10% de la población. La causa son los monopolios de las vacunas que han limitado la producción y han elevado los precios, junto con el acaparamiento de vacunas desencadenado entre los países que pueden pagar los precios impuestos por contrato por las farmacéuticas". La iniciativa en la OMC sigue bloqueada a la espera de un consenso que no llega y con el rechazo expreso de las grandes farmacéuticas de fondo.

El Ejecutivo de Sánchez suele presumir de ser uno de los mayores donantes de vacunas anti-covid del mundo, sobre todo dirigidas a Latinoamérica. La propia OMS ha reconocido el esfuerzo y el liderazgo del Gobierno en el asunto. Sin embargo, las donaciones no son suficientes para cerrar la brecha en el acceso a este producto. "No es aceptable que África esté siempre a la cola del acceso a las vacunas. Apreciamos las donaciones, pero no es una solución sostenible. Queremos empoderarnos", aseguraba este lunes el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, en la sexta cumbre de la Unión Europea y la Unión Africana. Salud.

Sudáfrica, Nigeria, Egipto, Túnez, Kenia y Senegal han sido seleccionadas en un programa de la OMS para producir sus propias vacunas de ARN mensajero. Sin embargo, las asociaciones defienden desde hace meses que son muchos más los laboratorios que podrían ponerse a ello si se liberara la patente.

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