"Es como si fuera Enric Marco. Yo hablé con él minutos antes de que saliera el informe de la UCO. Es que él me criticaba y me decía todo el tiempo que no entendía por qué Ábalos había fichado a Koldo de asesor”. Esta confesión la hace uno de los diputados más veteranos del PSOE en el Congreso y persona con la que trataba a menudo el antiguo secretario de Organización.
Ha pasado una semana desde que irrumpiera con toda su virulencia el caso Cerdán. Y en el PSOE siguen impactados, decepcionados y enormemente preocupados. En pánico. Diferentes ministros, dirigentes y cargos del partido relatan cómo fueron los últimos días de conversaciones con el ya ex ‘número tres’ del partido. “Nos mintió en la puñetera cara”, lamentan en general todos.
¿Cómo explican que pudiera pasearse tranquilamente y negar todo de manera tan tajante sin darse cuenta sus interlocutores? Un miembro del Gobierno perteneciente al núcleo duro de Sánchez suspira: “Sólo lo puedo analizar con que tenga doble personalidad, es que hasta dijo que era mentira a Sánchez cuando ya estaba el informe de la UCO publicado en los medios”. Y se repite un patrón del navarro entre todos los consultados: “Es que él rajaba todo el rato de Ábalos y de Koldo…”.
"Él dice que era IA, pero son sus dejes y expresiones"
Todos los consultados explican que nunca sospecharon de él y que, además, jugó a su favor el clima instalado dentro del Ejecutivo y del PSOE de persecución judicial, mediática y política contra el entorno del presidente. “Si tú ves cosas publicadas sobre ti que son mentira, pues también te solidarizas con tu compañero”, explica otro miembro del Ejecutivo.
La lectura del informe fue demoledora para todo el partido. “Escuché que él iba diciendo que no era su voz y que las grabaciones estaban hechas con inteligencia artificial. Me puse a leer y a escuchar lo que salía en los medios… Y son sus expresiones y sus dejes”, relata una persona con asiento en el Consejo de Ministros.
Los miembros de la Ejecutiva Federal reconocen sentirse apabullados al leer las 490 páginas elaboradas por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Algunos relatan que se les humedecieron los ojos. “Es que no me lo podía creer, no me lo podía creer. Ese no es el Cerdán que yo conocía. No podía estar haciendo eso a este partido”, indica otra fuente que ha tratado con él durante años.
Otra integrante de la Ejecutiva explica que despachó con él durante esta semana sobre asuntos de su área: “Estaba como siempre. Es una persona muy diligente, iba al grano, le expliqué los asuntos que teníamos en marcha. No puedo ni escuchar los audios. Dan arcadas las conversaciones sobre mujeres”.
"Ábalos era otro perfil..."
Y todos, al hablar de esta gran mentira de Cerdán, apuntan como factor clave la imagen de hombre austero y de pueblo. Fuentes del Gobierno hacen esta descripción: “Ábalos era otro perfil. Le gustaba más la noche, viajar… ¿Pero Santos? Yo conozco a su familia y su supuesta forma de vivir, y te preguntas dónde está el dinero”.
Cerdán sí había tenido algunos roces dentro del grupo parlamentario y en algunos territorios por su ordeno y mando, pero nadie imaginaba lo que había detrás. Esos choques internos se plasmaron entre el navarro y la que fuera vicesecretaria general del PSOE tras las primarias, Adriana Lastra.
La hoy delegada del Gobierno en Asturias ha querido verbalizar esa situación en las últimas horas: “Yo sabía de la animadversión que me tenía y todo lo que me ha hecho durante este tiempo, sobre todo en mi etapa en Madrid, pero no sabía por qué". "Creo que ahora ya lo sabe toda España. No era por lo que yo supiera, no sabía nada, era por lo que pudiera llegar a saber. Me hizo de todo. Siempre pensé que lo que le pasaba a Santos era una cuestión de machismo y poder, de no tolerar que una mujer estuviera por encima de él en el federal", explicó, a la vez que dijo que tuvo que dimitir “enferma y embarazada de cinco meses y medio”.
En esa guerra interna que hubo en el partido acabó imponiéndose Cerdán frente a Lastra y algunas de las figuras cercanas a la vicesecretaria general, como Felipe Sicilia, Andrea Fernández, Laura Berja y Omar Anguita, fueron apartados.
Cerdán, según algunas fuentes socialistas, sigue trasladando en privado que “no se llevó un euro” a pesar del informe de la UCO y a la luz de las investigaciones. Están profundamente dolidos todos los dirigentes que salieron a defenderle de manera cerrada, como el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. “Ha sido mi jefe durante años. Hay una cosa que sí puedo conectar: es una persona muy fría”, añade otro dirigente socialista que trató con él hasta poco antes de su dimisión. Dentro del partido hay voces que hablan de una actuación digna de "psicopatía".
"Psicosis" en el grupo parlamentario
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Las sombras del caso Cerdán cubrieron toda la sesión plenaria de este miércoles en el Congreso de los Diputados. Los socialistas, como reconocen varios parlamentarios, viven ahora en un estado de “psicosis”: “Hemos pasado de no creernos nada a temerlo todo”. Por el momento, viven angustiados por si aparecen más nombres implicados y son conscientes de que están en una tormenta que puede ser más letal todavía y acabar con unas elecciones pronto.
Los diputados apoyan a Pedro Sánchez en su intento de aguantar, pero nadie se atreve a decir qué puede suceder. Algunos parlamentarios señalan que ahora hay que estar en “la política de contención” y marcar bien la diferente actuación que ha tenido el PSOE frente al PP con los casos de corrupción. Pero todos creen que hay que tomar medidas para intentar superar la crisis de credibilidad entre los votantes: “Esto es un tema muy sensible para nuestro electorado, esto nos destroza”, como señala un miembro de la dirección del grupo parlamentario. Pero, para muchos, la pregunta se queda sin responder: cómo se puede actuar concretamente.
Los diputados del PSOE miran también a los escaños del bloque de investidura: en sus manos está ahora mismo la legislatura. Estos partidos han ido subiendo el tono durante la semana, aunque todavía ninguno considera que haya que ir a elecciones anticipadas o auspiciar una cuestión de confianza. Están a la espera de más informaciones. También entre los socios comparten esa idea de haber sido engañados por parte de Cerdán, un hombre que hablaba directamente con Carles Puigdemont. Esta es la anatomía de un engaño, cuyos efectos políticos pueden llevarse por delante el Gobierno.
"Es como si fuera Enric Marco. Yo hablé con él minutos antes de que saliera el informe de la UCO. Es que él me criticaba y me decía todo el tiempo que no entendía por qué Ábalos había fichado a Koldo de asesor”. Esta confesión la hace uno de los diputados más veteranos del PSOE en el Congreso y persona con la que trataba a menudo el antiguo secretario de Organización.