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La pistola con la que fue abatida la presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco, ha aparecido. No ha sido en el río, donde la buscaban los agentes. Fue entregada anoche a la Policía por una amiga de las dos presuntas asesinas, que hoy pasan a disposición judicial. La mujer que entregó el arma es una agente de la policía municipal, que ha dicho que se la dió Montserrat Triana, la hija, durante su huida, dentro de un bolso. A la policía no le cuadra mucho la versión, porque ha entregado el arma del crimen más de 24 horas después de que madre e hija fueran detenidas ya que, según la amiga, no sabía lo que contenía el bolso. Además, las pruebas de la parafina señalan a la madre como la presunta autora de los cuatro disparos que acabaron con la vida de Isabel Carrasco, uno en la nuca, el que la mató y tres más en la espalda, cuando ya estaba en el suelo.

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