los nombramientos en el CGPJ

Se buscan magistrados progresistas que quieran formar parte de la cúpula judicial

Pleno del Consejo General del Poder Judicial presidido por Isabel Perelló.

La representación equilibrada entre hombres y mujeres en la cúpula judicial es un imperativo que impone la ley de paridad. La entrada en esa cúpula de representantes de todas las asociaciones y de jueces no asociados -no solo de la mayoritaria y conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM) y de la progresista Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD)- es una reclamación histórica de toda la judicatura que exige también la presencia del segundo colectivo más representado (el también conservador pero más moderado Francisco de Vitoria) y del cuarto (de derechas y muy corporativo Foro Judicial Independiente). Pero de las dos tandas masivas de nombramientos sacadas adelante por el Consejo General del Poder Judicial en lo que va de año se deduce que solo los vocales de la izquierda del órgano de gobierno de los jueces se sienten vinculados con ambos mandatos.

La última de esas tandas, sacada adelante en el Pleno de este miércoles, muestra que los vocales a propuesta del PP solo han colocado en las plazas que les han correspondido -12 en total- a candidatos de la APM. Esa asociación, muy crítica con el Gobierno, se ha llevado una presidencia de sala del Supremo (la de lo Civil), la presidencia de la Audiencia Nacional y la de dos de sus salas (Contencioso y Social), dos presidencias de tribunales superiores de justicia (Castilla-La Mancha y Comunitat Valenciana), tres presidencias de sala de esos tribunales autonómicos y tres presidencias de audiencias provinciales (Burgos, Gipuzkoa y Álava). De los 12 nombramientos apoyados por los conservadores, además, solo cuatro correspondieron a mujeres, lo que no cumple el reparto equitativo entre sexos del 60%-40%, aunque solo es exigible legalmente respecto a la totalidad de las designaciones en cada tribunal.

Esa representación equilibrada sí ha sido respetada por los vocales progresistas. De los 12 aspirantes defendidos por ese sector que han accedido a las vacantes, siete son magistradas. Su nómina de nuevos cargos, además, refleja mayor pluralismo asociativo. Seis son miembros de JJpD: una presidencia de sala del Supremo (la de lo Social), la de la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional, una presidencia de tribunal superior de justicia (Cataluña), una presidencia de sala de este tipo de tribunal y dos presidencias de audiencias provinciales (Girona y Murcia). Los consejeros a propuesta del PSOE y Sumar han ascendido además a cuatro magistrados no asociados (el 42% de la carrera no lo está): el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, una presidenta de TSJ (Castilla y León) y dos presidentes de sala de TSJ. Incluso han dado la presidencia de la Audiencia de Huesca a una candidata de la conservadora Foro Judicial Independiente.

Los vocales progresistas subrayan que ambos criterios (el de representar a todas las asociaciones y el de paridad) solo se reflejan en sus propuestas. Pero también admiten que, en muchos casos, recurrir a no asociados y a colectivos que no sean el que tradicionalmente han tenido como referencia, JJpD, se debe también a la carencia de candidatos de la asociación progresista a las plazas vacantes. Un destacado magistrado de esta asociación lo explica: "Tenemos que animar a nuestros asociados a que se presenten a las convocatorias porque en la inmensa mayoría de ellas siempre hay un candidato de la APM". Un magistrado progresista de la Audiencia Nacional afirma que la creciente derechización de la carrera desincentiva a los jueces de izquierdas, que, a final de 2024 vieron cómo los colectivos de derechas se hicieron con la práctica totalidad de los puestos electivos de las Salas de Gobierno del Supremo, la AN y los 17 TSJ en unas elecciones a las que estaban llamados todos los miembros de la carrera.

Fuentes del sector progresista destacan que, tras los nombramientos de este miércoles, la APM se apresuró a hacer valer su influencia en el Consejo entre sus asociados y en redes sociales tras conseguir colocar a 12 de sus miembros en los diferentes puestos de mando en liza. "La impresión que genera el modo en que nombran los vocales a propuesta del PP es que, para ascender como juez en España, son necesarias dos cosas: sacarse la oposición y apuntarse a la APM", ironiza un vocal a propuesta del PSOE. "La APM ha terminado funcionando como una agencia de colocación", señala un dirigente de JJpD. En la anterior tanda de nombramientos -21 plazas de magistrado del Supremo- la derecha judicial también designó únicamente a afiliados de la asociación conservadora y mayoritaria.

En varios de los puestos cubiertos este miércoles, como en los abordados el pasado enero por el Consejo solo se han presentado candidatos conservadores. Ignacio Sancho, de la APM, era el único aspirante a presidir la Sala de lo Civil del Supremo. Para dirigir la Audiencia Nacional solo se presentaron postulantes de derechas, entre ellos varios antiguos cargos de gobiernos del PP. "Con la ola de conservadurismo actual, nos cuesta mucho encontrar entre nuestros asociados a gente que quiera presentarse", explican desde JJpD, la asociación en la que tradicionalmente ha pescado el sector progresista. "La gente no quiere mandar sus candidaturas porque piensan que pueden quedar muy señalados", añaden. "En esas condiciones lo que intentamos es buscar buenos aspirantes, que crean en la responsabilidad de su trabajo y que tengan un claro sentido de servicio público, y no nos importa que sean de otras asociaciones o no asociados".

Lo mismo piensan los vocales progresistas del CGPJ, que son conscientes de que van a tener que designar a muchos candidatos más bien conservadores a lo largo del actual mandato. "Lo que tenemos que hacer es fijarnos en los currículos y en los programas de actuación y ver cuáles son los mejores para cada vacante concreta", explica uno de los consejeros de esa sensibilidad. Desde que tomó posesión el nuevo Consejo -en el que el sector conservador y el progresista cuentan con 10 vocales cada uno- se han aprobado 51 nombramientos discrecionales que exigen consenso entre ambas sensibilidades al requerir una mayoría de tres quintos (13 votos). 26 han sido para candidatos de la APM, 13 para JJpD, cuatro para Francisco de Vitoria, uno para Foro Judicial Independiente y siete para magistrados no asociados.

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