28A | Elecciones generales

Ciudadanos logra 13 escaños en las provincias pequeñas y Vox no consigue ni uno en la 'España vaciada'

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera.

A solo un mes de las elecciones, miles de personas se manifestaron en Madrid para protestar contra la despoblación y el olvido institucional de aquellas provincias menos pobladas de la geografía española. A la marcha acudieron representantes de cada una de las formaciones políticas que, días después, se olvidarían de la mayor parte de este territorio durante la campaña. Sin embargo, este domingo la España vaciada ha mostrado sus preferencias políticas en las urnas. Y, en la cita electoral, el PSOE ha sido el partido más respaldado en las circunscripciones pequeñas, aquellas que reparten menos de cinco asientos en el hemiciclo. Los socialistas han logrado en todas ellas una treintena de escaños, nueve más que en 2016, frente al descalabro del PP, que se ha dejado 17 asientos en esos territorios. Sin embargo, el gran beneficiado en las pequeñas circunscripciones ha sido Ciudadanos, que ha pasado de no obtener representación en los anteriores comicios a sentar 13 diputados por esas provincias. En contraste, el gran perdedor en esas zonas ha sido Vox, que no ha logrado ni uno solo de los 63 asientos en disputa.

Los socialistas, que han ganado con claridad las elecciones de este 28A, también se han alzado con la victoria de forma contundente en la mayor parte de las grandes ciudades españolas. La papeleta del PSOE ha sido la más introducida en 13 de las 16 urbes de más de 250.000 habitantes, mientras que el PP tan solo ha logrado ser el partido más votado en Murcia, a pesar de que en los comicios de 2016 se impuso con claridad en una docena de estas grandes ciudades. La formación liderada por Pedro Sánchez ha aumentado su respaldo en estas urbes en 532.443 votos, frente a la caída de 302.068 votos de Unidas Podemos y En Comú Podem, cifras que podrían explicar algo de transvase a un PSOE que, sin embargo, habría conseguido sacar a un número importante de votantes de la abstención. Sí que coincide casi al milímetro la caída en los apoyos del PP y la subida de Ciudadanos y Vox en esas grandes ciudades. Así, mientras la formación conservadora ha perdido 824.705 sufragios, el partido naranja y el de extrema derecha han sumado juntos 832.566 votos más que el 26J.

El PSOE se impone en las provincias pequeñas

En los comicios de este domingo, las pequeñas circunscripciones repartían un 18% de los escaños para el Congreso de los Diputados –63 asientos–. Y el PSOE de Pedro Sánchez, cuyo Ejecutivo presentó a finales de marzo un plan de choque contra la despoblación, fue el partido que se hizo con más asientos de los que estaban en disputa en esos territorios. Así, los socialistas consiguieron colocar a 28 parlamentarios por esas circunscripciones que reparten cuatro asientos o menos en el hemiciclo. Son nueve más que en las pasadas generales gracias a provincias como Albacete, Burgos, La Rioja, León, Lleida, Lugo, Ourense, Cuenca o la ciudad autónoma de Ceuta, donde han incrementado su representación en un diputado. La mejora de los socialistas contrasta con la caída de Unidas Podemos y sus marcas, que han pasado de obtener 8 representantes en esas zonas a conseguir solo uno. El partido morado pierde su representación en Albacete, Burgos, La Rioja, León, Lleida, Lugo y Huesca y solo la mantiene en Araba.

El PP, gran derrotado en las elecciones de este 28A tras perder más de la mitad de sus parlamentarios en el hemiciclo, ha retrocedido notablemente en todas las circunscripciones. En el caso de las pequeñas, la formación presidida por Pablo Casado ha conseguido 17 diputados menos que en 2016 tras perder casi medio millón de votos, lo que le ha hecho bajar de los 38 parlamentarios que tenía en estas zonas a los 21 que ha logrado cosechar en esta cita con las urnas. Frente a esa caída, el gran beneficiado del bloque de derechas ha sido Ciudadanos, que ha conseguido rascar 13 diputados en esas provincias después de obtener en las urnas 141.516 votos más que el 26J. Así, la formación liderada por Albert Rivera, que en las elecciones pasadas no consiguió un solo asiento en ninguna de estas diecinueve circunscripciones pequeñas, ha logrado colar en el hemiciclo un diputado por Albacete, Burgos, Cáceres, La Rioja, León, Salamanca, Guadalajara, Huesca, Palencia, Segovia, Teruel, Zamora y Ávila.

Pero de los cinco principales partidos, el que menos representación ha conseguido en todas estas provincias de menor tamaño ha sido Vox. La formación de extrema derecha, que ha logrado entrar en el hemiciclo aunque con menos voz de lo que pronosticaban los sondeos, no pudo hacerse con ninguno de los escaños en la Cámara Baja que estaban en disputa en estos territorios. Y eso que el partido de extrema derecha se volcó el pasado mes de marzo con la “Revuelta de la España vaciada”, la protesta que movió a decenas de miles de personas a la capital. “Desde Vox queremos que la España rural deje de ser una España de segunda y olvidada”, señalaron entonces los dirigentes de la formación ultra, que prometieron para estas zonas “buenas infraestructuras, tejido industrial y una buena red de servicios”, además de la ya clásica ley de protección de la tauromaquia, considerada “parte del patrimonio cultural español”. El fracaso de Vox en estas zonas ha hecho que más de 325.000 votos de la derecha cayesen en saco roto.

El partido de extrema derecha, por tanto, consiguió sus 24 asientos en el hemiciclo en las circunscripciones medianas –cinco escaños o más– y grandes –diez parlamentarios o más–. En ambas, la tónica en el bloque de la izquierda fue muy parecida. Mientras los socialistas incrementaron en 15 diputados su representación en las circunscripciones medias y estuvieron cerca de doblarla en las de mayor tamaño –pasaron de 26 a 40–, Unidas Podemos y sus confluencias se dejaron una docena de asientos en las primeras y una decena en las segundas Los de Pablo Iglesias se desplomaron con fuerza en Cataluña y País Vasco. Así, En Comú Podem retrocedió casi diez puntos en Barcelona y Tarragona, mientras que las caídas en Girona y Lleida rondaron los ocho puntos, respectivamente. En suelo vasco, las bajadas de Podemos en Bizkaia y Gipuzkoa han sido superiores a los once puntos, lo que ha provocado que el partido morado haya pasado de los 3 diputados a los 2 en la primera circunscripción y de los 2 a solo 1 en la segunda.

En el bloque de las tres derechas, el PP ha conseguido en estas elecciones 31 asientos menos en las circunscripciones medianas y ha retrocedido otros 23 en las grandes, con importantes desplomes en Almería, Cantabria, Ciudad Real, Madrid, Málaga, Murcia, Santa Cruz de Tenerife y Toledo, que rozaron o superaron los veinte puntos. Ciudadanos, por su parte, ha recibido ocho escaños más que en 2016 de los que se reparten en las medianas y cuatro más de los que le otorgaron las grandes, superando en asientos al PP en Madrid, Barcelona, Cádiz y Tarragona. Y Vox, por último, ha repartido su representación en todas estas provincias de la siguiente manera: 13 en las circunscripciones grandes y 11 en las de tamaño medio. La formación liderada por Santiago Abascal ha conseguido sentar en el hemiciclo a un diputado por Alicante, Almería, Asturias, Badajoz, Barcelona, Cádiz, Ciudad Real, Córdoba, Islas Baleares, Granada, Málaga, Sevilla, Toledo, Valladolid y Zaragoza. Completan la lista los dos diputados por Murcia y Valencia y los cinco por Madrid.

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El PP deja de ser el más votado en once grandes ciudades

Las grandes ciudades también experimentaron el descalabro del PP. En las elecciones de este domingo, la formación conservadora sólo consiguió ser el partido más respaldado en Murcia, perdiendo así el liderazgo conseguido en 2016 en 11 de las 16 urbes con más de 250.000 habitantes. En las elecciones de este domingo, la balanza se ha inclinado del lado de los socialistas, que han conseguido ser la formación más votada en 13 de estas 16 ciudades. Así, los socialistas han arrebatado el primer puesto al PP en Alicante, Córdoba, Gijón, Las Palmas de Gran Canaria, Madrid, Málaga, Palma, Sevilla, Valladolid, Vigo y Zaragoza, mientras que han robado a Unidos Podemos y a En Comú Podem la primera posición en L’Hospitalet y València. Los de Iglesias también han dejado de ser los más votados en Barcelona, donde ERC se ha impuesto en las urnas. En Bilbao, por último, el partido más respaldado ha sido de nuevo el PNV, aunque en esta cita con las urnas a mucha más distancia de un Unidas Podemos que en las pasadas elecciones se quedó a menos de 700 votos del la formación nacionalista.

El retroceso del PP en las grandes urbes se debe, sobre todo, a la pérdida de 824.705 votos experimentada en comparación con los comicios de 2016. Una caída que coincide casi al milímetro con la experimentada por Ciudadanos y Vox, que juntos suman 832.566 votos más que en la anterior cita electoral: la formación naranja ha obtenido en estas elecciones 227.727 papeletas más, mientras que la extrema derecha ha conseguido que 606.839 se decanten por su proyecto para España en estas grandes ciudades. Frente a la bajada del PP, el auge del PSOE, que ha logrado que le voten en todas estas urbes 532.443 personas más, lo que coincide en parte con el descenso de Podemos y sus marcas –302.068 sufragios–. Sin embargo, este dato se aleja mucho más que el registrado en el bloque de derechas, lo que lleva a pensar que se ha producido un transvase de votos de Unidas Podemos a los socialistas pero también que el PSOE ha conseguido sacar a bastantes votantes de la abstención en estos núcleos urbanos.

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